- El autobús de Osasuna lleva guardado en una bajera del polígono de Areta desde que se decretó el estado de alarma, cumpliendo a rajatabla su confinamiento particular. De la mano de su entrañable chófer, Gabriel Barrena, el autobús volverá el domingo a la carretera para llevar a los jugadores de Osasuna hasta San Sebastián.

El vehículo deberá cumplir con todas las medidas de seguridad exigidas por la Liga para evitar la proliferación del covid-19 entre los jugadores. Durante el día de hoy, el autobús va a ser desinfectado por una empresa externa utilizando un nebulizador de ozono. Se trata de un gas que ya se empleaba en el sistema de purificación del aire del vehículo antes de la crisis sanitaria.

Este proceso de nebulización deberá realizarse por duplicado, puesto que el equipo tendrá que viajar en dos autobuses para respetar el límite de pasajeros impuesto por la competición. Ahora mismo, los autobuses pueden ir completos, pero la Liga tiene un protocolo propio por el que el aforo se reduce a la mitad, alrededor de 20 personas -una por fila- en el caso del autocar de Osasuna.

El protocolo sanitario exige también que Gabriel Barrena, chófer rojillo desde hace siete temporadas, pase el test del coronavirus 48 horas antes del viaje. Las novedades para Gabri -como se le conoce habitualmente- no acaban aquí. Mientras se dispute el encuentro, el conductor realizará labores de desinfección y limpiará cualquier superficie que se pueda tocar con las manos : los apoyabrazos, las barandillas, las mesas y los asientos. "Se limpiará todo, pero se pondrá más énfasis en aquellas zonas donde los jugadores puedan apoyarse", recalcó el conductor. La vuelta será justo después del partido, sin pasar noche en Donosti.

Gabri se toma esta nueva etapa "con tranquilidad", aunque es consciente del peligro que existe. Está acostumbrado a limpiar con el producto desinfectante y conoce su función. "Una vez que dejemos a los jugadores, limpiaremos otra vez el autobús y a esperar a que ganen, que soy muy rojillo", remarcó.

Su pasión por el club es indudable. "Los chavales, de tanto estar con ellos, te hacen sentir uno más del equipo y quieres que ganen por compartir su alegría", señaló.

Las nuevas medidas de seguridad también provocarán cambios en la manera de viajar de los jugadores. "Antes, el cuerpo técnico siempre iba delante y los jugadores se sentaban detrás y solían jugar a cartas. A partir de ahora, tendrán que ir de uno en uno y sin moverse del sitio", explicó el conductor.

El simpático conductor también echará de menos la compañía que algunos jugadores le hacían en los viajes. "Puñal solía estirar las piernas por la noche y se sentaba al lado mía para hacerme compañía. Oier y Torres, los únicos jugadores que continúan desde que yo empecé, también suelen darme conversación", afirmó agradecido.

De todos sus desplazamientos, Gabri se acuerda especialmente del partido de Sabadell y del ascenso de Girona. "El día de Sabadell lo llevo muy dentro por el susto, por pensar que estábamos en Segunda B o desaparecidos en el minuto 89. Esa alegría final la verdad es que fue increíble y nunca la olvidaré", expresó emocionado. "Y el ascenso, por supuesto que lo recuerdo con cariño. Ese día, después de la celebración, limpié el autobús con mucho gusto", bromeó.

A partir de ahora, desinfectará el vehículo por un motivo muy distinto: proteger la salud de toda la plantilla frente al coronavirus.

Nebulizador de ozono. Los vehículos deberán ser desinfectados por una empresa externa utilizando un nebulizador de ozono.

Dos autobuses. El protocolo de la Liga exige que Osasuna se desplace en dos autobuses, con alrededor de 20 pasajeros en cada uno.

Test para los conductores. Gabriel Barrena, chófer de Osasuna, pasó el test ayer y deberá repetirlo antes de cada viaje. Cree que el equipo se desplazará también en autobús a Vitoria y Eibar.

El conductor de Osasuna dejó clara su pasión por el club y reconoció que "los chavales, de tanto estar con ellos, te hacen sentir uno de ellos y quieres que ganen para compartir su alegría".