- Osasuna dio la campanada fichando sobre la bocina a Ante Budimir, un futbolista con pretendientes para continuar en Primera tras el descenso del Mallorca, pero al que la situación del mercado lo ha tenido retenido hasta el último suspiro. Budimir tiene el cometido de seguir aportando cifras interesantes de goles -estuvo por encima de la decena en la máxima categoría, que supone un registro importante- y le trae otro pívot a Osasuna. Porque si antes se consideraba como un defecto, o a veces un problema, la falta de centímetros, Arrasate puede presumir de contar con un plantel con unos cuantos chopos, que es bueno para atacar pero que no cabe duda de que genera su autoridad a la hora de defender.

Budimir aporta 190 centímetros a la delantera de Osasuna -centímetro arriba o abajo, porque los datos de la antropometría de los futbolistas varía según donde se recurra a comprobarlos- y se suma a un grupo de atacantes voluminosos como característica primordial. Sólo Adrián se sale de ese perfil porque se presenta como un tipo con otras percepciones del juego.

Ya frente al Celta, en el último partido de Liga en El Sadar (2-0), quedó claro que la organización del equipo con dos delanteros de referencia -dos jugadores con el 9 como seña- puede crear problemas si no hay colisión en sus cometidos o superposición de los papeles. Enric Gallego y su 1,90 y Jonathan Calleri con 1,81 metros de altura se convirtieron en dos martillos difíciles de contener. No ya fueron una lata para los defensas haciendo su labor en el ataque, sino que también les apretaron las tuercas en su papel, cuando ejercieron como los primeros defensas, como la primera barrera de Osasuna.

Si a estos dos angelitos se une ahora la envergadura de Budimir -otro tipo espigado, pero con otras maneras en el área además de la altura-, parece claro que lo primero que analizarán los rivales será quién es el más grande de su plantilla para convertirse en pareja de baile de alguno de los rojillos.

Y es que una de las primeras impresiones que ofrece el Osasuna de este temporada es la del poderío físico. Más allá de que los centrales o defensas deben ser tipos con presencia y capacidad para el cuerpo a cuerpo, hay más personal con el que contar.

Con los últimos movimientos, no sólo suma centímetros Osasuna en la delantera, sino que incrementa la visión general anterior de un equipo bien poblado de torreones. De la segunda línea también aporta de lo suyo hombres como Lucas Torró, 1,90 metros. Ya dejó claro en su primera etapa en Pamplona que es un tipo muy útil a la hora de formar como un central adelantado o para estar en el meollo del área rival cuando la misión es ofensiva. Si hay reunión del centrocampista con los delanteros en cualquier acción a balón parado, Osasuna se convierte en cualquier cosa menos en un dulce para las defensas. Sin olvidar que los centrales, Aridane, David García, también Unai García -todos del 1,85 para arriba-, suelen tener siempre sus opciones por partido para los remates y se convierten en otras de las torres del grupo -sin olvidar que el joven Jorge Herrando también está en el 1,90 metros-.

La media de altura de la plantilla de Jagoba Arrasate -con las salvedades de los centímetros de discusión de algunos jugadores y contando los chavales sub-23- está casi en el 1,83. Indudablemente estos números mejoran en la media de una alineación de once. Osasuna no es un equipo pequeño.

LA PLANTILLA

Su altura

Algunos datos varían según las fuentes