Decía el doctor Tyrell en Blade Runner que "La luz que brilla con el doble de intensidad dura la mitad de tiempo", frase que ha quedado como definición perfecta de eso que en el cine o el rock se dice de esta otra manera: "Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver". Pero, por fortuna, siempre hay excepciones. Y esta vez no vamos a hablar del primero que a casi todos nos viene a la mente -Keith Richards (Rolling Stones), que va por los 76 tacos- sino de Diego Armando Maradona, quien, contra todo pronóstico, ayer alcanzó los 60. Con la de procesos autodestructivos en los que se ha zambullido en cada década desde los 80, con la de excesos a los que se ha sometido, con lo que ha brillado -para bien como futbolista y para mal en todo lo demás, pero siempre con máxima intensidad-. Pero, bueno, que nos alegra que siga por ahí, haciendo y diciendo lo que le da la gana, que los espíritus libres son así. Y que cumpla muchos más.