Evasión o problemas. Es la disyuntiva que se le presenta a Osasuna en el partido que esta noche disputa en el José Zorrilla contra el Valladolid (21.00 horas, Movistar LaLiga) y que va a servir para abrir la 13ª jornada de Liga de Primera División. Apenas cinco días después de tropezar en El Sadar contra el Betis (0-2) y caer a la zona de descenso, a los rojillos se les aparece una nueva oportunidad de romper su mala racha de resultados (ha sumado 1 punto de los últimos 15 en juego) y abandonar con una victoria (o un resultado positivo) la parte caliente de la clasificación. En caso contrario llegarán los problemas de verdad, porque el cuadro pucelano es penúltimo con un punto menos que Osasuna.

El equipo de Arrasate afronta esta noche un compromiso ante un rival directo en la pelea por la permanencia y, aunque la situación de los rojillos en la clasificación es preocupante, más inquietante resulta aún la pérdida de sus señas de identidad en las últimas cinco jornadas, en las que ha encajado goles con demasiada facilidad y ha perdido parte de su colmillo ofensivo (es, con 8 goles y junto al Eibar, el equipo de Primera que menos ha anotado en este inicio liguero).

En cualquier caso, conviene matizar algunos datos de esta pésima estadística de Osasuna, que, por citar un par de ejemplos, ha disputado un partido menos que el Eibar y también otro menos que su adversario de esta noche, el Valladolid -los rojillos tienen pendiente para enero el encuentro aplazado de la cuarta jornada en Granada-. Además, tres de sus últimos cinco compromisos los ha disputado contra equipos que acaban de clasificarse para los octavos de final de la máxima competición europea, la Liga de Campeones (perdió 1-3 con el Atlético en El Sadar, 1-0 en el Pizjuán ante el Sevilla y 4-0 en el Camp Nou contra el Barcelona).

Sin embargo, ni Osasuna, ni su entrenador, ni sus jugadores se ponen excusas y, tras un ejercicio de autocrítica constante desde que concluyera el choque del pasado domingo ante el Betis, viajan a Valladolid con el reto de fortalecer su maltrecho estado anímico con un resultado positivo que además les dé un empujón en la tabla clasificatoria. Y es que son tantas las apreturas en Primera División que un triunfo en Pucela permitiría a los rojillos igualar con los cuatro equipos que con 14 puntos ocupan los puestos que van del 9º al 12º (Barcelona, Elche, Eibar y Alavés, por este orden). Eso sí, a la espera de lo que ocurra en el resto de partidos de la jornada que se disputarán entre el mañana sábado y el próximo lunes.

Para el reto de esta noche Arrasate desplazó ayer hasta Valladolid a los mismos 22 hombres que convocó para el duelo ante el Betis de hace apenas cinco días, a los que se unió el canterano Iñaki Álvarez como tercer portero, puesto que Lucas Torró, Adrián y Juan Pérez continúan arrastrando problemas físicos, a Jony no se le espera hasta enero y a Chimy Ávila aún le queda un largo camino para recuperarse de su segunda grave lesión de rodilla consecutiva.

En el once sí que se esperan cambios, sobre todo en la punta de ataque, donde todo apunta a que Calleri y Budimir compartirán titularidad por primera vez en lo que va de curso, mientras que Íñigo Pérez, que se ha ejercitado con menor carga de trabajo que el resto de sus compañeros durante toda la semana, podría dejar su sitio en el lateral izquierdo a Juan Cruz. A todos ellos les espera un Valladolid que hasta su derrota del pasado fin de semana en el Wanda contra el Atlético (2-0) había sumado 7 puntos de 9 posibles y también aspira a salir del pozo. Un duelo de necesitados.