Hoy se cumplen seis meses desde que a Chimy Ávila se le quebrara la rodilla derecha en un entrenamiento en Tajonar. El delantero argentino, ausente del equipo desde que se lesionara la otra rodilla el 24 de enero de 2020 -ocho meses habían pasado desde el percance-, ya se había integrado en las sesiones con el grupo y esos primeros días del mes de septiembre resumían la excitación previa al inicio inminente de la competición, el día 12 en Cádiz, con las ganas de volver y de echar tierra sobre los malos momentos.

Después de entrenar a buen nivel desde hace unas semanas -el jugador también ha realizado en este tiempo sesiones específicas de trabajo para su restablecimiento-, del Chimy Ávila se puede deducir que ya ha superado la parte principal de su segundo calvario y que debe comenzar a ver la luz al final del túnel. Sin problemas físicos por las lesiones -el atacante no ha jugado un encuentro oficial desde hace más de un año y ha sufrido una intervención de reparación de ligamento cruzado en cada una de sus rodillas-, el trabajo del argentino parece dirigido a la puesta a punto, a la consecución del ritmo adecuado para estar disponible para entrar en la lista y, en último término, competir.

A la Liga le quedan dos meses y medio, termina el 23 de mayo, y la inclusión del futbolista en los planes de Arrasate debe ser relativamente próxima para que tenga un mínimo de continuidad en las citaciones y de ahí se dé el paso al terreno de juego. Hay dos partidos de Liga, ante Valladolid y Huesca, antes de que el campeonato se pare y se regrese a la competición el primer fin de semana de abril. Si el entrenador rojillo quiere seguir dando margen al Chimy para que coja ritmo, la frontera del parón -salvo decisión en contra- se antoja como la última escala antes del regreso.

vuelta al trabajo

La plantilla de Osasuna regresa a los entrenamientos esta mañana en Tajonar tras haber tenido fiesta ayer. Los jugadores tienen cuatro sesiones por delante para preparar el partido del sábado ante el Valladolid. El encuentro ha adquirido un interés creciente conforme se ha ido desarrollando la jornada y los resultados de los equipos de la zona baja no han hecho sino confirmar que la pelea va a ser larga y que nadie está desahuciado. Arrasate tiene a muchos jugadores con los que conformar el equipo porque las últimas semanas han sido de recuperación de efectivos. El partido ante el Valladolid va a exigir planteamientos diferentes que con el Barcelona, y sobre todo ganar.