Osasuna no tiene nuevas instrucciones acerca del retorno del público a los estadios al final de temporada, pero está preparado para ello -según un plan previsto desde hace un tiempo por la Liga que contemplaba el regreso 25% de los aforos-. El Ejecutivo se está planteando el regreso del público a los estadios a partir del 9 de mayo, en principio, con la finalización del estado de alarma y, según algunos medios, existe ya una propuesta en el Ministerio de Sanidad para que pudiese haber presencia de seguidores locales -nunca público visitante- en las últimas cuatro jornadas de Liga y, en el peor de los casos, que este hecho se trasladase a las dos últimas fechas de la competición, que se jugarían en fin de semana -la antepenúltima jornada del campeonato se disputa entre semana-. A pesar de estas últimas informaciones, a Osasuna no se le había trasmitido ninguna novedad al respecto y el escenario por ahora se mantiene en que no habrá público en los estadios este curso. Las dificultades de un retorno parcial de los aficionados -al fin y al cabo una aglomeración de miles de personas-, entraría en colisión con las cautelas que se están manteniendo lógicamente todavía, con el índice de vacunados también, además de con otras cuestiones puramente organizativas -elección de los socios que acudirían al estadio y demás-.

Si se cumpliesen las previsiones más optimistas, en el caso de Osasuna, este posible retorno de aficionados sólo podría llegar únicamente a dos encuentros, frente al Cádiz -antepenúltima jornada de Liga, el martes 11 de mayo desde las 19.00-, en la alternativa de que hubiese afición en las cuatro últimas jornadas, y ante la Real Sociedad, en el último partido del campeonato el 23 de mayo.

Según los datos que se vinculan a las intenciones del Gobierno, los clubes permitirían un 25% del aforo con entradas nominales, hora de entrada exacta, tiempo de entre 30 y 45 segundos para pasar por los tornos, zonas perimetrales, la prohibición de levantarse, comer, fumar y sin gradas de animación. Es decir, unas medidas de control muy exigentes y que los aficionados deberán conocer ya que no habrá en absoluto comodidad en estos partidos piloto.

El Gobierno, en su conferencia de prensa después del consejo de ministros, no se atrevió a adelantar un calendario para el regreso de los aficionados y señaló los niveles de vacunación de la población como el asunto eje sobre el que giraría cualquier futura decisión.

Además del indudable estímulo que existe entre los aficionados para el regreso a los estadios, en el caso de Osasuna este acicate es todavía mayor ya que el club ha remodelado El Sadar y los hinchas se encontrarían ante la posibilidad de acudir a un escenario nuevo, moderno y espectacular, que ha aumentado su capacidad hasta los 23.576 espectadores -17.200 era el anterior aforo antes de la remodelación-, además para presenciar un encuentro de competición oficial.

El club cuenta con 20.465 socios esta temporada, la cifra más alta de su historia. El aforo hasta las 23.576 plazas se completa con las 700 localidades VIP, palco presidencial (100), medios de comunicación (200) y afición visitante (850). El aforo del 25% correspondería a 5.894 aficionados, que son los que podrían acudir a los dos partidos en El Sadar en el caso de que se plasmaran estas intenciones.

El último partido con público en El Sadar fue ante el Espanyol, el 8 de marzo de 2020, y terminó con victoria de los rojillos (1-0) gracias a un gol de penalti de Roberto Torres. 15.737 espectadores, según datos del club, asistieron al partido.