Una de las cosas más curiosas y graciosas del eterno pique entre merengues y culés es que unos y otros adoptan para siempre a sus grandes exentrenadores y exjugadores. Y, así, los madridistas siguen reverenciando, y disfrutando con sus éxitos, y sufriendo con sus fracasos, a ex como Mourinho o Ronaldo, y lo mismo hacen los azulgranas con Pep Guardiola. Como si los títulos que van logrando por ahí se sumaran en cierto modo al palmarés de sus antiguos equipos. El caso es que el City de Pep Guardiola, aparte de tener la Premier League casi en el bote (10 puntos de ventaja a falta de 5 jornadas), ha dado un paso importante hacia la final de la Liga de Campeones, ésa que aún no ha conseguido ganar desde que se fue del Barça. Ni con el Bayern (3 temporadas) ni con el City (está ya en la 5ª). Si gana la Orejona, algún aficionado lo va a celebrar en la fuente de Canaletas.