Osasuna le metió el miedo en el cuerpo al Atlético de Madrid al adelantarse en el marcador a un cuarto de hora del final del choque, pero también con una clara oportunidad en la última acción del partido que estuvo a punto de convertirse en el gol del empate tras la remontada colchonera. La tuvo el Chimy Ávila, que saltó al terreno de juego en el minuto 91 (lo hizo en sustitución de Darko) y en el 96, con los cinco minutos que añadió el colegiado ya consumidos, enganchó un zurdazo desde la frontal del área que Oblak atajó pese a que el delantero rojillo le pilló a contrapié al cruzar la pelota lígeramente. En la imagen, el argentino se lamenta de la ocasión perdida.