La configuración de la asamblea de socios compromisarios de Osasuna pasa, en el proyecto, a abandonar el modelo que ha regido los últimos tiempos -con su indudable cuota de polémico protagonismo en el último proceso- y volver a modos anteriores. No habrá elecciones y sí un sorteo entre los socios que cumplan los requisitos y quieran acceder a participar en la constitución de la asamblea. Según explicó Alfonso Ramírez, “se propone un método de elección mixto para la misma, a través del cual serán socios compromisarios los 100 socios de mayor antigüedad y que presenten candidatura, mientras que el resto -los que se presenten para ser representantes- serán elegidos a través de un sorteo”. Las socias y socios que aspiren al puesto de asambleísta presentarán su candidatura con veinte días hábiles de antelación a la fecha establecida para la elección.

La elección de sus integrantes siempre se llevará a cabo en el mes de mayo del año que corresponda.

La directiva tendrá la obligación de convocar una asamblea ordinaria por temporada y, además, una extraordinaria, las cuales se celebrarán en días inhábiles; es decir, no se vinculará a la disputa de partido como ahora. La Asamblea tendrá nuevas funciones relativas a deuda e ingresos: obligatoriedad de autorizar cualquier préstamo para la adquisición, reforma o mejora de cualquier inmovilizado material sea o no propiedad de Osasuna; autorizar siempre que se supere el capital máximo que se puede amortizar en deuda por año, que es un 5 % en Primera y un 10 % en Segunda; autorizar de la venta de servicios del club a terceros con disminución de ingresos; autorizar las aportaciones de capital al club procedentes de fondos de capital de riesgo, fondos de inversión y empresas de representación de deportistas.