La rutina de entrenamientos de Osasuna sufrió ayer una variación, ya que Jagoba Arrasate decidió adelantar un par de días la ya tradicional sesión a puerta cerrada que habitualmente completa el equipo la víspera de cualquier compromiso oficial. ¿Las razones? Que los futbolistas se familiarizasen con el nuevo césped híbrido recién implantado en El Sadar, escenario del encuentro que los rojillos disputarán contra el Elche el próximo lunes a partir de las 21.00 horas, y disponer para preparar el choque de una mayor privacidad que mañana domingo en Tajonar, sede de varios partidos de los equipos de la cantera del club.

En cualquier caso, la de ayer fue una sesión provechosa porque todos salieron satisfechos con el comportamiento de la hierba nueva, pese a que llovió durante gran parte del entrenamiento, y porque Arrasate tuvo a su disposición a casi la totalidad de la plantilla. Y es que Lucas Torró, que no podrá jugar el lunes al tener que cumplir la sanción de un partido por acumulación de cinco tarjetas amarillas, volvió a trabajar en solitario según el plan previsto por el cuerpo técnico, mientras que las otras dos bajas fueron las ya conocidas de Juan Pérez, que continúa recuperándose de una rotura de fibras en el redondo mayor de su brazo derecho que ya le impidió estar en el Wanda, y de Rober Ibáñez, confinado en su domicilio tras dar el lunes positivo en covid-19. / Foto:

Arrasate habla hoy. Los jugadores de Osasuna tienen previsto completar hoy en Tajonar una liviana sesión de recuperación tras la que Jagoba Arrasate comparecerá ante los periodistas. El técnico ha adelantado un día su habitual rueda de prensa previa al partido, por lo que hablará del duelo antes de dar una convocatoria en la que deberá hacer varios descartes.