No sé si el presidente de Osasuna es fan de Rosendo o no. Quién sabe. Pero tras su intervención para reprochar al único compromisario que preguntó algo en la Asamblea, Carlos Pérez Marchal, que le hiciese una pregunta ("son ganas de incordiar") me recordó al cantante y su primer disco y rápidamente se me vino una canción mítica de Graderío Sur.

Sabalza, ni el entorno ejecutivo de Osasuna, quiere que le incordien. No conoce el término crítica constructiva. Se han preparado una asamblea a su imagen y semejanza que es incapaz de levantar aunque sea una ceja cuando se presenta un aumento de deuda tremendo con tal de que no haya alguien crítico. "Ellos", los llamó el presidente. Como si fuesen un rival antes de expresar su preocupación por la falta de debate. ¡Pero si al primero que dice algo, les molesta!

"Deuda asumible". Eso sí, siempre con la coletilla de "siempre que estemos en Primera". Glup. Traguen saliva. ¿No vamos a descender? ¿Tiene Osasuna algún tipo de pase para ver el futuro que desconocemos? Nadie lo quiere, de hecho pese a este bache yo creo que muy poquitos se lo plantean. Pero de un deseo ahora se ha convertido en una obligación. No es cuestión de ser más grandes, es cosa de sobrevivir. Discurso bastante mal enfocado. Coloca la presión sobre la normalidad y desvía la posibilidad de que algún año se sea más ambicioso. Sobrevivir es lo más importante.

Y parecerá que no, pero eso se traslada al campo. Osasuna parece absolutamente atenazado y ha perdido toda la ambición y chispa que tanto ha caracterizado al equipo desde que llegó Arrasate.

La imagen viva de esto es ver a los jugadores rojillos perdiendo el tiempo en el minuto 90 dando por bueno el punto tras un partido complicado de ver, por decirlo de manera suave.

Parece que el equipo se ha estancado o relajado con el colchón obtenido, pero lo cierto es que la mala racha esta hace que el equipo se esté enredando incomprensiblemente. Bueno, para los jugadores es momento de desconectar, pero intentando cuidarse lo máximo, ya que el covid apunta como un importante factor que determinará la temporada.

Pero bueno, ya perdonarán si alguno piensa que esto son ganas de incordiar, básicamente es preocupación. Como la del compromisario Pérez Marchal. Ojalá hubiese más gente loca por incordiar constructivamente.