Osasuna retoma esta noche la competición liguera recibiendo en El Sadar a un grande, el Sevilla, un equipo que se ha convertido por derecho propio en aspirante al título liguero y en el principal perseguidor del líder, el Real Madrid. Y el conjunto navarro afronta el choque con la tranquilidad que le han aportado sus dos victorias en las tres últimas jornadas (2-0 contra el Cádiz en Pamplona y 0-2 en Granada, con la derrota por 2-0 ante el Celta en Vigo entremedias) y la ilusión de mantener la línea ascendente exhibida en sus más recientes compromisos tras pasar diez jornadas sin conocer el triunfo.

Osasuna dispone de una renta más que holgada con respecto a la zona de descenso (10 puntos) y además ocupa una desahogada posición clasificatoria (es undécimo), por lo que la visita del Sevilla le llega relativamente en un buen momento. Y sería el ideal si el conjunto navarro no acumulara tantas bajas para el encuentro de esta noche, duelo para el que su entrenador, Jagoba Arrasate, no va a poder echar mano de Nacho Vidal y Darko, sancionados ambos con un partido de suspensión por acumulación de amarillas, ni tampoco de los lesionados Kike Barja, Aridane y Areso. Diferente es la situación de Oier, a la espera de una PCR negativa que determine que ya no tiene covid y que le permita ser incluido en la convocatoria que hoy mismo tiene previsto facilitar el técnico aproximadamente hora y media antes del inicio del partido.

Las ausencias de Nacho Vidal y Darko van a a obligar al preparador vizcaíno a introducir un mínimo de dos cambios en su once inicial con respecto al último, el que presentó hace ya dos semanas en Granada y que tan buen resultado le reportó al equipo. El mayor problema para Arrasate aparece en el lateral derecho, demarcación en la que, sin el sancionado Nacho Vidal ni el lesionado Jesús Areso, su sustituto natural, tendrá que apostar por un jugador aún sin minutos en el presente ejercicio liguero (Ramalho), por un extremo reconvertido del filial (Pau Martínez) o por reubicar a un central (Unai García o Unai García) o a un centrocampista (Moncayola), opción esta última que exigiría una remodelación aún más drástica de la medular por el trasvase del futbolista de Garínoain y por la sanción de Darko.

En cualquier caso, el entrenador de Osasuna defendió ayer tener mimbres más que suficientes para confeccionar un buen cesto con el objetivo de plantar cara al Sevilla. Eso sí, avisando de que los elegidos para saltar esta noche al verde de El Sadar tendrán que tener los cinco sentidos a pleno rendimiento durante los 90 minutos y los que añada el árbitro para intentar sorprender a un rival con un hándicap que Arrasate convirtió en virtud. Y es que Lopetegui se quejó de no haber tenido tiempo de preparar el partido por la ausencia de un buen puñado de internacionales de los que Osasuna no dispone. Por ahora.

Pendientes de Oier. Osasuna cuenta para el partido de esta noche con las bajas de los lesionados Kike Barja, Aridane y Areso, además de las de los sancionados Nacho Vidal y Darko, pero está a la espera de la PCR negativa de Oier, que lleva desde el miércoles de la pasada semana cumpliendo el protocolo sanitario tras dar positivo en covid-19. El capitán tiene opciones de entrar en la lista.

Tres del filial. Aunque Arrasate no va a ofrecer la convocatoria hasta hora y media antes del partido, todo apunta a que reclutara para el choque ante el Sevilla a los futbolistas del filial Unai Dufur, Iker Benito y Pau Martínez.

75 %

Como ya ocurriera en los dos anteriores partidos de Osasuna en casa, el aforo de El Sadar estará reducido al 75 % de su capacidad total por las restricciones impuestas por el Gobierno de Navarra y el Consejo Interterritorial de Salud, pasando de 23.576 a 17.682 localidades.