Osasuna ha comenzado a resolver uno de los problemas de la pasada temporada. El rendimiento del equipo en El Sadar estuvo muy alejado de unos números mínimos adecuados y, es más, los rojillos terminaron el curso como uno de los peores locales. Un comportamiento normal, acorde con lo que se espera de un equipo en su estadio y ante su afición, hubiera redundado en una campaña simplemente esplendorosa, inmiscuidos en la parte alta de la clasificación.

Los dos primeros partidos de esta Liga dan esperanza a que el exorcismo de este curso se cumpla. Restablecer El Sadar como un estadio temible va a tener su miga, pero también sus indudables efectos. La conexión con el aficionado es mayor cuando se gana en casa –ir al estadio sabiendo que los tuyos van a estar siempre cerca de la victoria es la mejor sensación y seducción para el hincha de siempre– y además un satisfactorio bagaje de puntos en el terreno propio sirve para sentenciar las temporadas.

Osasuna lleva dos victorias en casa, pleno de dos de dos, y en el campeonato pasado se lograron un total de tan solo cinco triunfos en 19 encuentros. Está claro que se ha iniciado una senda para propiciar un cambio radical al comportamiento del equipo en el terreno propio. El conjunto rojillo fue el pasado curso el segundo peor en su domicilio, empatado con dos equipos que se fueron a Segunda División y obteniendo solo mejores registros que precisamente el último rival del sábado, el Cádiz. Cinco victorias, siete empates y siete derrotas fueron el balance con el que se lograron 22 puntos –un equipo como el Athletic, que quedó muy cerca en la clasificación final, logró por ejemplo 34–.

Otra perspectiva mínima de análisis tras dos jornadas expone que Osasuna ha ganado ya dos partidos de los catorce que conforman el primer bloque de la Liga, el minitorneo de catorce partidos antes del parón del Mundial en noviembre y diciembre y sus consecuencias desconocidas. Adelantar el trabajo, de eso se trata. Luego, vete a saber.

Por El Sadar antes de que empiece la fiesta en Qatar deben pasar Rayo Vallecano, Getafe, Valencia, Espanyol –entre semana–, Valladolid y Barcelona –también entre semana–.

Osasuna ha igualado con estos dos triunfos iniciales el registro de la temporada 81-82 con Pepe Alzate en el banquillo cuando también cayeron del lado rojillo los puntos en los encuentros en aquella ocasión en Sevilla y en El Sadar ante el Hércules. Eran los tiempos de los indios –apelativo que puso Paquito al juego en tromba de los rojillos que había padecido como entrenador de algún equipo rival–. Se espera la continuación para que El Sadar eche humo. Porque el aficionado nota mucho más cercano a su equipo y las cuentas suelen salir antes.

Clasificación como local en la temporada 2021-2022

Clasificación como local en la temporada 2021-2022