1-2. Osasuna cae en un choque caótico

En un encuentro en el que a jugadores y entrenador no les salieron los planes, el infortunio también fue echando más madera en el segundo tiempo para que todo ardiera en la hoguera de la desesperación. Osasuna, que llevaba por entonces dos goles en contra, tuvo la oportunidad de engancharse de nuevo al partido en el primer cuarto de hora de la reanudación, cuando un penalti sobre Kike García le dio la llave de colarse de nuevo en la historia de la noche. El Chimy falló en el lanzamiento desde los once metros y Osasuna, con muchos minutos por delante, entró en una espiral que le llevó a quedarse con un hombre menos, a sufrir otro penalti en contra, también errado, y a acercarse solo en el marcador ya en el tiempo añadido, ya sin esperanza para la reacción. Una desesperación. Osasuna protagonizó un partido desarreglado y alborotado que vivió un final entre empujones y expulsiones que le dejaron con otro futbolista menos al ver un Rubén Peña desatado otra cartulina roja en una trifulca fuera de sitio.

Una imagen final desafortunada en un partido horrendo que afea este inicio lanzado sobre todo como local. Aunque casi nada salió, antes del caos final, Osasuna no cejó en su entusiasmo en el primer tiempo, pero fue superado por el Valencia. El equipo de Gattuso estuvo mejor con el balón y planteó una presión alta a los rojillos que complicó su juego desde los primeros metros, también favorecido por las imprecisiones de Aridane y Nacho Vidal. 

En un encuentro que caminaba equilibrado, Osasuna dispuso de dos ocasiones firmadas por Kike García. El delantero se aprovechó de sendos pases de Abde y Aimar Oroz para rozar el gol. Su primera intentona lanzando fuera y la segunda, topándose con el portero. El conjunto valenciano sí acertó camino de la media hora tras una gran jugada bajo la batuta de Cavani. El uruguayo protagonizó una larga carrera sin oposición tras una pérdida de balón de Osasuna en el campo contrario, que culminó con un pase sobre Kluivert que el delantero controló y envió con suavidad al fondo de la portería. El Valencia, cómodo hasta entonces, pasó a no sufrir en absoluto para irse al descanso con alguna oportunidad más que certificaba su superioridad. Osasuna había estado demasiado impreciso con la pelota y en absoluto agresivo sin ella. El segundo tiempo se convirtió en una creciente depresión. Porque Unai salvó un gol cantado de Cavani, Diakhaby marcó el segundo tanto del Valencia, Osasuna se desplomó tras mandar el Chimy su penalti a la grada y quedó maniatado al sufrir la expulsión de Unai García tras cometer otro penalti por un desajuste defensivo. Y aunque Cavani no hizo más grande la herida, los rojillos solo esprintaron en los minutos finales, acercándose mucho al gol y solo acertando por Darko. Nada salió.