El partido del regreso a la Liga tras el parón del Mundial fue una experiencia amarga para Osasuna, que además sacó pocas cosas claras y sí algunas dudas de la indiscutible derrota ante la Real. El equipo de Arrasate retornó a la competición ofreciendo una mala imagen, con pocos minutos que rescatar frente a un rival que siempre se sintió muy cómodo, libre de ataduras durante demasiado tiempo, dirigiendo los designios de la contienda tan campante.

A Osasuna le faltó casi de todo frente a la Real para optar al premio menor del partido. Se fue desdibujando en defensa conforme pasaron los minutos -empezó con tres centrales y luego los cambios por circunstancias del partido no le ayudaron- y su mínima presencia en ataque fue una constante. Excesivas concesiones ante un equipo con muchos recursos, jugadores en forma, buenos peloteros y una gran facilidad para subirse al barco cuando el viento sopla a favor. Mucho aire le dio Osasuna y la derrota estuvo a punto de ser mayor, todo peor.

Osasuna estuvo desdibujado siempre. Fue un equipo descompensado en la primera parte. Más o menos rotundo en defensa, todas las luces apagadas en cuanto se atravesaba el centro del campo. Sin problemas en el trabajo defensivo, solo el fogonazo de calidad de Brais Méndez, un futbolista tocado por la varita del acierto en esta temporada, hizo que en la buena labor de los zagueros se echara un borrón -la acción del gol llegó de un saque de banda, el dolor máximo para una defensa-. Los tres centrales -Unai, David García y Juan Cruz- se estaban desempeñando bien ante la torre de Sorloth y se achicaba el peligro de los pequeños. Pero, obligado a reaccionar tras el gol, en ataque, sin embargo, Osasuna fue un desierto. Los rojillos no tuvieron ideas las ideas claras a la hora de llevar el esférico hasta las postrimerías del área de la Real y, al contrario, las imprecisiones se erigieron en la principal compañía de cara acción de bien intencionado ataque. El Chimy, el hombre de referencia, estuvo aislado, y su participación estuvo más en centros que en remates. El argentino firmó el único en el haber de Osasuna en la primera parte, un testarazo sin peligro de ningún tipo para el meta Remiro.

A Arrasate no le salieron las cosas en la primer acto y, si Osasuna no sufrió y perdía, a la Real le pasaba lo mismo y ganaba. Felicidad mal repartida, quedaba claro.

Osasuna pareció intentar una minúscula reacción tras el descanso, sumó centímetros en ataque con la incorporación al encuentro de Kike García en lugar de Aimar Oroz, pero sufrió un descosido monumental hasta que llegó el segundo gol, obra de Sorloth. A los rojillos le aparecieron los duendes de la segunda línea de la Real y Brais Méndez, Cho y Kubo estuvieron felices llegando y rematando. El gigantón noruego, menos grácil y más contundente, hizo sin embargo filigrana en la acción que le fabricaron Silva y Brais. Más tarde falló un gol a puerta vacía...

Con el 2-0, Osasuna intentó armar una reacción y apareció algo más por las bandas, centró con más profusión, pero se marchó sin crear una sola ocasión de gol. El homenaje a Roberto Torres en el césped -sin minutos en su adiós- fue lo único que se salva en una mala tarde. Muy mala.

- Ficha técnica:


2 Real Sociedad: Remiro; Aritz, Zubeldia, Le Normand, Rico; Zubimendi, Brais (Illarramendi, m. 80), Silva (Ander Martín, m. 80); Kubo (Navarro, m. 80), Sorloth (Oyarzabal, m. 86) y Cho (Navarro, m. 74).


0 C. A. Osasuna: Aitor Fernández; Juan Cruz (Abde, m. 77), Unai García (Darko, m. 66), David García; Rubén Peña, Moncayola, Torró (Rubén García, m. 66), Moi Gómez, Manu Sánchez; Aimar (Kike García, m. 58) y Chimy Ávila (Kike Barja, m. 77).


Goles: 1-0, m. 22: Brais. 2-0, m. 64: Sorloth.


Árbitro: Pizarro Gómez (C. Madrileño). Amonestó al local Brais (m. 67); y al visitante Unai García (m. 56).


Incidencias: partido correspondiente a la decimoquinta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Reale Arena ante 34.847 espectadores. Antes del inicio del encuentro se rindió homenaje a los ocho bertsolaris que tomaron parte la pasada semana en la final del Campeonato de Euskal Herria de bertsos. La campeona Maialen Lujanbio realizó el saque de honor. También se guardó un minuto de silencio en memoria de Edson Arantes do Nascimento 'Pelé