A sus 16 años, Miguel Sola (Pamplona, 29/09/1957) hizo las maletas a Bilbao para enrolarse en la disciplina del Athletic, club en el que estuvo una década, antes de llegar a Osasuna. En total, el navarro disputó doce temporadas en Primera División –las cinco primeras con el club bilbaíno, las siete restantes con los rojillos–, ganando dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa. Ahora, en sus planes estaba jubilarse, pero una llamada de José Luis Nagore a principios de marzo le hizo volver a los banquillos de la que fue su casa, para intentar lograr la permanencia del Txantrea en Tercera.

¿Qué sensaciones le deja el partido de vuelta?

–La verdad es que hay un mes entre un partido y otro. Yo diría que si este partido se juega a la semana siguiente en la que se jugó la ida en El Sadar, le daba más posibilidades a Osasuna por el momento en el que llegaba. Ahora, otra vez hay incertidumbre, porque Osasuna en resultados ha bajado un poco, pero va a ser un partido durísimo, porque los dos equipos se juegan la vida y San Mamés aprieta muchísimo.

Que haya un mes de diferencia entre la ida y la vuelta, ¿beneficia o perjudica a Osasuna?

–A mí no me gusta que la semifinal se juegue a dos partidos. Yo habría hecho sorteo puro, donde toque. Siempre lo he dicho. Cuando jugaba y teníamos ida y vuelta, y ahora que se juegan tantos partidos, es una burrada y van a matar al jugador. Una eliminatoria a un partido es más bonita y da más opciones a llegar a otros equipos, porque al final siempre llegan los mismo y creo que hay que dar opciones a otros equipos a que lleguen.

Habla de partido duro, ¿dónde puede estar la clave?

–Creo, para mí, que Osasuna no debe encerrarse atrás y esperar a ver qué pasa. Tiene que ser valiente, porque en San Mamés si te quedas noventa minutos atrás, te van a meter gol. Creo que tiene que ir a hacer daño e intentar hacer gol. El Athletic, con la presión que va a haber en el campo, es muy difícil que no haga gol. La clave es que Osasuna sea valiente y que el Athletic vea que tiene que arriesgar.

Escuchándole da la sensación de que el 1-0 de la ida es un resultado corto

–Puede ser bueno, pero pienso que no es suficiente. En una semifinal en San Mamés, con la presión que hay... yo he vivido partidos de esos y hay equipos que no aguantan. Hay que ir a hacer gol, ser valientes. ¿El 1-0 puede ser bueno? Sí, pero no para esperar atrás.

Entonces, ¿en qué aspectos es bueno ese marcador?

–En que si tú haces ocasiones de gol o metes uno, para ganarte ya te tienen que hacer tres, ¿vale? Ya no es lo mismo. Un gol se puede hacer en cualquier momento del partido. ¿Es un mal resultado? No. ¿Se hubiera firmado antes del partido? Probablemente sí. Ahora mismo, y tal y como veo a los dos equipos, no sé si el 1-0 va a ser suficiente.

Sobre el ambiente que va a vivir San Mamés, será importante que el jugador procure tener la cabeza fría

–Esos partidos hay que leerlos muy bien. No puedes irte como loco a por el partido en el caso del Athletic, porque Osasuna tiene gente que te puede hacer daño. Tienes que leer bien el partido, sabiendo que tienes que atacar, pero cubriéndote las espaldas. Los dos equipos vienen de jugar un partido el fin de semana que parece que no es importante, pero sí que lo es, porque el equipo que quede eliminado se quedará muy tocado, y si no ganas el partido anterior, te quedas más lejos de Europa. Creo que la cabeza va a estar más cerca en la Copa, pero son partidos para que juegue toda la plantilla. Van a ser dos partidos donde todo el mundo va a tener que estar muy mentalizado de lo que tiene que hacer. Para los entrenadores es momento de utilizar una buena estrategia para emplear al máximo número de jugadores posibles.

¿Cómo ve a ambos equipos?

–El Athletic está un poco también irregular, y Osasuna estaba muy bien hasta el partido del Athletic, después ha bajado un poco, pero es normal, lo difícil es aguantar toda la temporada a un nivel muy alto. Les veo bien, y creo que estarán los dos muy mentalizados. Será un partido muy duro, pero muy bonito de ver.

Usted que ha vivido estos partidos, ¿qué recuerda de los Osasuna - Athletic, y Athletic - Osasuna?

–Afortunadamente, cuando jugaba con el Athletic hacía goles a Osasuna y al revés. Creo que les he hecho dos o tres goles a cada equipo (se ríe). La verdad que eran partidos muy bonitos y emotivos. Al jugar en los dos equipos, yo tengo ahora la sensación de que algo voy a ganar y algo voy a perder. La gente de Bilbao viven la Copa, pero para Osasuna y Pamplona es muy difícil llegar a una final de Copa y sería increíble llegar a la final.

¿Qué le llevó a salir tan joven?

–Dos años antes de cumplir los 16, el Txantrea hizo un convenio con el Athletic y creo que fui de los primeros jugadores en ir a Bilbao. No tuve ninguna opción de ir a Osasuna, porque nadie me dijo nada. Si me lo hubieran ofrecido, mis padres no me hubieran dejado ir a Bilbao. En aquella situación fue la única situación que tuve y yo quería vivir del fútbol. Al final fui y las cosas fueron bien. Nunca he renunciado a Osasuna. De hecho, cuando tenía 27 años decidí dejar el Athletic. Tuve ofertas de Osasuna, del Sevilla y del Valladolid y decidí volver a Pamplona. He vivido los mejores momentos de Osasuna, jugando dos años UEFA y una semifinal de Copa. Vivimos años muy bonitos.

¿Cómo fue su llegada a Bilbao?

–Era una incógnita para mí. Era un crío y era la primera vez que salía de casa. Fuimos De Andrés, Mayayo, Guembe, al año siguiente vino Etxeberria y Purroy... era más fácil. Había más familiaridad y luego rodó todo muy deprisa. Entre semana viajábamos a Madrid a jugar con la selección. Fue todo muy seguido y al final fue sencillo. A mí me gustaba el fútbol y eso no era un problema. No se salía tanto como ahora. Vivía para el fútbol, lo tenía claro. El Athletic nos pagaba los estudios, y estudiábamos cuando podíamos. Cuando escucho a los chavales de ahora... no les puedo entender, pero la vida ha cambiado.

Y el fútbol también

–Sí. Ahora los chicos tienen todo. Les hemos dado todo y para muchos de ellos el fútbol no es una prioridad para ganarse la vida. A algunos les gusta y quieren ser futbolistas, pero no son capaces de dejar otras cosas por ser futbolistas. Los chicos ya tienen esas necesidades cubiertas, antes te las tenías que buscar. Antes hacíamos auténticas burradas. Íbamos al monte a correr, ahora en cuanto al trabajo físico es un deporte más individualizado. Todo eso ha mejorado mucho. Los viajes... antes para ir a Alicante te pegabas ocho horas de viaje, ahora en avión en hora y media estás en casa. Se alarga la vida del futbolista, pero por otro lado los hay que juegan 60 partidos. Y eso es una barbaridad. Tienen que hacer algo para reducir los partidos. Hoy en día el fútbol se ha igualado muchísimo porque se juega a otra intensidad, otro ritmo.

¿Con qué compañero se queda de aquella época?

–Con varios, y tengo muy buena relación. Con Urkiaga, Núñez, Goiko, Argote... aquí con Vicuña, Mina... con muchos jugadores. Nos vemos menos de lo que pensamos. Yo al final he estado mucho por fuera y desconectas. Con la mayoría mantienes relación, pero se va perdiendo.

¿Algún mensaje se han intercambiado con esta eliminatoria?

–No. El mes que viene tenemos una celebración por el 40 aniversario del año que ganamos la liga y la Copa. Suelo hablar más con Urkiaga, pero al final cada uno lleva su vida.

La última, ¿qué desenlace se va a producir?

–Es complicado saber. Como Osasuna no marque, va a ser complicado. Si marca, va a tener más posibilidades.