La final de Copa entre Osasuna y Real Madrid, declarada de alto riesgo
El grupo de extrema derecha Ultras Sur avisa de que estarán presentes en Sevilla, "con o sin entrada"
La Comisión Antiviolencia ha acordado declarar de alto riesgo la final de la Copa del Rey que disputarán Osasuna y Real Madrid en el estadio La Cartuja de Sevilla, el próximo 6 de mayo a las 22.00 horas, a donde se espera que se desplacen más de 20.000 seguidores rojillos. Miembros del grupo de extrema derecha UltrasSur ya han anunciado que estarán presentes en la capital hispalense, "con o sin entrada", y también se espera el desplazamiento de un numeroso grupo de Indar Gorri.
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Osasuna jugará la segunda final de su historia, tras la que perdió en 2005 ante el Betis, y el conjunto madridista persigue su vigésimo título, el primero desde 2014.
En la última final en Sevilla entre Valencia y Betis llamó la atención entre las aficiones la prohibición de introducir megáfonos, palos de bandera, bombos, baterías portátiles, bengalas o cualquier tipo de pirotecnia, carteles o pancartas con unas dimensiones superiores a dos metros de largo por 1,5 metros de ancho, mochilas grandes que superen los 25 centímetros de largo por 25 centímetros de ancho y paraguas. En la final del 6 de mayo se mantendrán estas prohibiciones, dentro del marco del dispositivo de seguridad creado para el evento.
Garantizada la entrada para la final de Copa para 19.208 socios y socias de Osasuna
PRESENCIA DE ULTRAS SUR
El grupo de extrema derecha Ultras Sur ya ha avisado a través de redes sociales de que estarán presentes en Sevilla, "con o sin entrada".
¿QUÉ IMPLICA EL 'ALTO RIESGO'?
Mayor presencia policial y vigilancia privada, cámaras en el entorno de los estadios, registros, control en la venta de entradas, o libro de control de peñas a disposición de las autoridades.
La posible presencia de aficionados catalogados como peligrosos, los precedentes de confrontaciones entre las aficiones de los equipos contendientes y la rivalidad deportiva entre los clubes son parte de los criterios que condicionan que un partido se declare de alto riesgo, indica la Comisión Antiviolencia.
La catalogación de alto riesgo, además de fortalecer el cuerpo policial, obliga a reforzar también por parte de los clubes, según la ley, aspectos como el sistema de venta de entradas, la separación de las aficiones rivales en zonas distintas del recinto y el control de acceso para el estricto cumplimiento de las prohibiciones existentes.
Igualmente permite realizar "registros personales, aleatorios o sistemáticos en todos los accesos al recinto" o en los de entrada a gradas o zonas del aforo en las que sea previsible la comisión de conductas violentas o que inciten a la violencia, así como racistas, xenófobas o intolerantes en el deporte.
Según la norma, los clubes deben disponer de un libro de registro con "información genérica e identificativa sobre la actividad de la peñas, asociaciones, agrupaciones o grupos de aficionados, que presten su adhesión o apoyo a la entidad en cuestión". Dicho libro tiene que ser facilitado a la autoridad gubernativa correspondiente y estar a disposición del coordinador de seguridad y de la Comisión Antiviolencia.
En partidos de esta categoría en competiciones estatales se movilizan en torno a 400 agentes, unos 350 policías nacionales y alrededor de 50 municipales, además de efectivos de Bomberos, Protección Civil, Emergencias Sanitarias, y más personal de seguridad privada.
HISTORIA
Se trata de la tercera vez que ambos conjuntos se enfrentan en esta competición. La primera se remonta a la temporada 86/87. El Real Madrid se llevo los dos duelos con un 1-2 en El Sadar y un 4-1 en el Bernabéu. Se vieron las caras por segunda vez en el curso 13/14, cuando los blancos ganaron la competición. El enfrentamiento fue en octavos y los merengues endosaron sendos 2-0 a Osasuna.
El partido se disputará apenas 3 días antes de las semifinales de Champions, a las que ya está clasificado el club madrileño tras superar al Chelsea londinense.