Si yo fuera del Real Madrid estaría preocupado. Más preocupado de lo que pudiera estarlo ayer por la mañana. No lo digo porque el título de campeón de Liga se escapa, porque los trofeos en el museo del Bernabéu se caen de las vitrinas; lo digo porque cuando preparas una final contra un rival de naturaleza combativa no esperas que su resistencia sea a prueba de bomba o de expulsiones. No lo esperas, aunque seas conocedor de sus virtudes y las hayas sufrido en tu propia piel; que haga gala de una resistencia en los límites de la agonía y que pese a la inferioridad numérica, a los cambios de jugadores y a la fatiga provocada por pasar todo el encuentro corriendo detrás de un balón –que es como una granada de mano cada vez que cae en el área–, no esperas, digo, que lo haga con tanto orden en sus líneas y con tanto aplomo.

Porque no poniendo en juego en el Camp Nou más que su profesionalidad (los veteranos) y su ilusión (los chicos del Promesas), el comportamiento de Osasuna fue, pese a la derrota, el de un equipo que engrandece la competición. Escuchaba estos días críticas por la posible pérdida de interés y de difusión de la Liga cuando, en teoría, hay equipos que por no tener nada en juego una vez lograda la permanencia, se relajan y con ello desvirtúan el torneo. Es, por otro lado, una actitud comprensible tras meses de tensión. Pero quien pensara que Osasuna tiraba el partido, que lo afrontaba sin ningún tipo de ambición, se equivocó. Es un acierto de Arrasate, otro más, el abrir de par en par las puertas de la Primera división a los chicos de la cantera. Primero, porque los Diego Moreno, Iker Muñoz, Herrando e Iker Benito, se lo han ganado por su desempeño en el Promesas; y segundo, porque está comprobado que a esta plantilla le sienta muy bien la competencia, y ahí está Kike Barja como el ejemplo más elocuente. Camarón que se duerme se lo lleva corriente.

Fotos del Barcelona 1 - Osasuna 0 en el Camp Nou EFE / EP

Aún con la vista puesta en la final, con la sensación de que el Barcelona puede marcar gol en cualquier momento, ese pundonoroso ejercicio de resistencia se merecía más recompensa que cuatro palabras elogiando el comportamiento del equipo. A grandes trazos, el guión del partido no hubiera cambiado mucho de haber continuado Herrando en el campo, justamente expulsado en el minuto 26. Es más, creo que a los blaugrana se les complicó el plan porque desaparecieron los espacios y se multiplicaron los de blanco: en posición de retirada, Osasuna trazó una línea con seis defensas que desquició al Barça y a su entrenador, quien por mucho que intentara abrir el campo comprobaba cómo soportaba los embates la muralla. Y si había un resquicio, Aitor Fernández lo tapaba con las manos o con su cuerpo. Hasta el chut, con algo de fortuna, de Jordi Alba.

Y es que hasta los porteros de Osasuna tienen que sembrar la inquietud en el madridismo, que ya puede sospechar que si la final se ventila por penaltis tiene todas las de perder. Es más, en la hipotética circunstancia de que el Real Madrid marcara en los cinco primeros minutos no debería cantar victoria porque va a tener enfrente a un grupo tenaz e indomable. Repito: si yo fuera del Madrid estaría muy preocupado.

Barcelona - Osasuna: vídeo resumen del partido y gol de Jordi Alba DAZN

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Laporta también quiere que gane Osasuna. Imanol, entrenador de la Real, no ocultó su deseo de que Osasuna gane la final de Copa. Joan Laporta, presidente del Barcelona, también va con los rojos, como expresó en un corrillo con dirigentes deportivos navarros tras una reciente entrega de galardones de manos de los reyes.


La de Herrando es la sexta expulsión que sufre Osasuna

No pudo tener peor suerte Herrando el día de su debut en el fútbol grande. La expulsión del jugador de Campanas es la sexta con la que tiene que apechugar Osasuna en lo que va de Campeonato. También la más temprana. Anteriormente vieron la tarjeta roja Chimy Ávila (ante el Getafe), David García (en el Bernabéu), Unai García y Rubén Peña (en la visita del Valencia) y Abde (en Cádiz). La temporada pasada Osasuna solo sufrió dos expulsiones.

419 jugadores han debutado con Osasuna en primera

Con el debut de Jorge Herrando en Primera división (ya lo había saboreado antes en la Copa) son ya 419 los futbolistas que han jugado con Osasuna en la máxima categoría desde el estreno en la temporada 1935-36. La web bdfútbol tiene contabilizados 835 en competiciones oficiales.

El Barcelona vuelve a ganar a Osasuna en los minutos finales

Repitiendo lo que sucedió en la primera vuelta en El Sadar, el Barcelona derrotó a Osasuna cuando faltaban unos cinco minutos para alcanzar los noventa reglamentados. Entonces Raphina y ayer Jordi Alba arrebataron un punto por el que trabajaron muy duro los rojillos. De los 35 goles recibidos por el equipo de Arrasate en este Campeonato, siete han llegado en el último cuarto de hora y dos en la prolongación.

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1x1 de Osasuna ante el Barcelona en el Camp Nou DIARIO DE NOTICIAS

El partido con más canteranos esta temporada

La anunciada presencia de jugadores del Promesas para completar la convocatoria deparó que por segunda vez en esta temporada Osasuna comenzara el encuentro con 6 canteranos en el campo. Y en la segunda parte entraron Kike Barja e Iker Muñoz. Siete habían jugado contra el Elche. La cantera vuela alto.

Los cambios de Arrasate dan pistas para la alineación de la final equipo 

La idea de no correr riesgos, de dar minutos a quienes pueden estar cortos de ritmo y de reservar al máximo a quienes apuntan a titulares en La Cartuja arroja muchas pistas sobre el once inicial para el sábado. Todo apunta a que jugarán: Sergio Herrera; Rubén Peña, Aridane, David García, Juan Cruz; Moncayola, Torró, Moi Gómez; Kike Barja, Budimir o Chimy Ávila y Abde. Una formación con todas las garantías.

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