La justicia en el fútbol es como en la vida, a veces no llega, o da la espalda, o quien sabe qué pasará con ella. A Osasuna le tiene que zumbar la cabeza después de encuentros como el del Barcelona, en el que hizo muchas cosas bien y méritos para un resultado mejor, pero en el que se vio de nuevo castigado. La justicia le sacó la lengua a Osasuna porque después de haber sufrido un gol en el último minuto del primer tiempo, haberse restablecido en la reanudación y haber empatado con un gol del Chimy, el Barcelona se llevó la victoria con un gol de penalti en el tramo final del encuentro.

Todo correcto, doloroso. Pero si a ello se suman los matices -los detalles resultan muchas veces cruciales- que indican que el primer gol tiene su polémica por la interpretación arbitral que no contempló la falta del goleador, Kounde, sobre el defensor de rojillo, Pablo Ibáñez; y si el penalti a Lewandowski -al que se le perdonó la segunda amarilla en alguna acción- contó con el ímpetu suficiente para mandarle al suelo -lo del penaltito es cosa del gremio arbitral y los mareos del reglamento para cada año-, a Osasuna se le queda mal cuerpo. Mala uva.

El equipo de Arrasate ofreció esfuerzo y también juego, pero su generosidad en el despliegue físico y su criterio no fueron suficientes para doblegar a su rival, siquiera empatar, en otro encuentro en que la cosecha de buenas sensaciones no se corresponde con el marcador final. El Barcelona es un equipo con puñales que ha olvidado la vieja escuela, de la que fue estrella su actual entrenador, y ha tirado del manual de la efectividad. Dos goles a balón parado, uno en un córner y otro de penalti, fueron los argumentos únicos del Barça para llevarse los puntos de El Sadar. Sobresaliente en el botín, con suspenso en la presentación y ayuda del profesor.

Nueve cambios de Brujas a El Sadar para recibir al Barcelona. Un equipo con jugadores jóvenes, con cinco futbolistas procedentes de la cantera. Todo un cúmulo de decisiones importantes para medirse a uno de los grandes de la Liga que suponía su cuota de riesgo, también de valentía. Así se presentó a Osasuna en el partido después de la depresión en Europa y respondió. Las alternativas distintas que está ofreciendo Arrasate en función del calendario le vienen respondiendo y en este mes intenso de competición ya le han creado unos cuantos problemas para confeccionar las alineaciones en el futuro.

Osasuna estuvo muy por encima de las expectativas de una formación remozada y juvenil y compitió de sobra con el Barcelona. Algunos de la nueva hornada de futbolistas, Areso, Herrando, Iker Muñoz, ofrecieron un rendimiento superlativo; otro de la cantera con galones, Aimar Oroz, deleitó en algunos lances. El Barça fue convertido en un equipo ramplón, sostenido por la calidad de sus futbolistas que siempre guardan un zarpazo en cualquier momento.

La injusticia se comenzó a pasear por El Sadar en el primer tiempo, cuando Osasuna se vio castigado en esta ocasión por un gol en el último minuto. Las peripecias en las áreas resultan decisivas y en esta oportunidad lo fue la acción del gol de Kounde. El Barcelona había tenido un salida fulgurante y, de hecho, ahí se quedaron sus ocasiones -un lanzamiento al poste y luego a las nubes de Lewandowski-. Pero en el córner lanzado por Gundogan y remitido al fondo de la portería por el defensa francés del Barça hubo interacción con Pablo Ibáñez. El canterano de Osasuna fue zarandeado en el área en esa pugna por pillar la posición. Los árbitros, el de la hierba y el del plasma, no vieron nada.

Osasuna se había recompuesto en la primera parte después de la aparición con bríos del Barcelona y, de hecho, los rojillos, habían tenido un par de ocasiones firmadas por Arnaiz y Aimar Oroz que se toparon con Ter Stegen.

La reacción de Osasuna en la segunda parte barrió al Barcelona del terreno de juego -solo iba a contabilizar como disparo válido entre los tres palos el penalti de Lewandowski-. A los quince minutos entraron cambios que le dieron aire nuevo al equipo, especialmente por el flanco del Chimy. La banda derecha de los rojillos ya se había convertido en una línea férrea por la que funcionó en modo tren Areso. El lateral de Cascante fue a toda pastilla para todas partes y trituró lo que le tocaba por ahí. Fue el futbolista navarro el que cedió con sutileza el balón al argentino que, a la tercera -ya había probado en dos oportunidades el disparo-, coló la pelota con la zurda desde el borde del área.

Osasuna - Barcelona, vídeo resumen: mejores jugadas, resultado y goles DIARIO DE NOTICIAS

El encuentro estaba equilibrado hasta que un pase de De Jong sobre Lewandowski creó un incendio. Catena rozó al delantero, que se desmayó en el enredo. El penalti fue trasformado por el polaco y el central, castigado con una tarjeta roja. Rojo de ira se marchó Osasuna. Sin recompensa y maltratado. Sin justicia.

-Ficha técnica

1 Osasuna: Aitor, Areso (Nacho Vidal, m. 80), Catena, Herrando,Juan Cruz, Rubén García (Chimy Ávila, m.62), Pablo Ibáñez (Moncayola, m.72), Aimar, Iker Muñoz, Arnaiz (Barja, m. 62), Raúl (Budimir, m. 62).

2 Barcelona: Ter Stegen, Sergi Roberto (Cancelo, m. 59), Koundé,Christensen (Íñigo Martínez, m. 90+1), Balde, Oriol Romeu (Joao Félix, m. 80),Gündogan, Frenkie De Jong, Gavi, Lamine Yamal (Ferran, m. 59),Lewandowski (Raphinha, m. 90+1).

Goles: Kounde 0-1 (m. 45+1), Chimy Ávila 1-1 (m. 76), Lewandowski 1-2 (m.86).

Árbitro: Ortiz Arias (Comité madrileño), asistido por Garrido Romero y Sobrino Magán. El colegiado mostró amarilla a Areso por parte de Osasuna. A Lewandowski, Gavi, De Jong y Balde por parte del Barcelona. Expulsó por a Catena con roja directa en el minuto 84 por agarrón dentro del área sobre Lewandowski.

Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio El Sadar ante 21.966 espectadores.

16

1x1 de Osasuna ante el Barcelona en El Sadar DIARIO DE NOTICIAS