El bigote más carismático de Tajonar busca destino después de haber defendido la camiseta de Osasuna Promesas las tres últimas temporadas. Eneko Aguilar (Berriozar, 21/04/2000) no ha renovado con la entidad rojilla y, agradecido por la oportunidad, no se arrepiente de haber intentado hasta el último día ganarse un hueco en el primer equipo.

¿Cómo está?

–Bien, recuperándome físicamente de una temporada que ha sido muy dura. Ha pasado casi un mes desde que acabamos, así que engrasando poco a poco la maquinaria para empezar otra vez a tope.

Vive una situación diferente a la de los dos últimos veranos

–Es un poco más caótico, de no tener la tranquilidad de saber dónde vas a estar en julio, pero por otra parte es divertido. Esa incertidumbre de ir mirando lugares que pueden ser posibles. Sales otra vez fuera, tienes que aprender a vivir sólo... A ver qué tal sale.

No es nada nuevo para usted

–No, pero sí que es verdad que en Lleida, que no tenía a mis padres, tenía a mis tíos, mis segundos padres. Ahora me tocará sacarme las castañas del fuego a mí mismo.

¿Cómo recibe la noticia?

–Bueno, al final, cuando no te llegan noticias te lo vas oliendo. Me pilla de vacaciones cuando me escribe Cata. Es algo que te vas haciendo a la idea, pero triste, porque mi intención era quedarme. El fútbol no acaba aquí, ahora a buscar las oportunidades en otro lado.

¿Qué ha supuesto su paso por Osasuna?

–Ha sido increíble. Tanto la gente que he conocido, como los compañeros. Todas las anécdotas que te quedas, el día a día con el cuerpo técnico, que ves que confía en ti y eso es muy bonito. Es increíble estar en el club de tu casa, que te puedan venir a ver tus amigos y tu familia.

¿En qué ha cambiado el Eneko que llegó al Promesas al que se va?

–Lo que más he aprendido con Santi (Castillejo) y su cuerpo técnico es su mentalidad goleadora, de intentar pisar área, llegar y tener ocasiones en todos los partidos. Esa ambición por marcar y participar activamente era algo que quizás antes no tenía.

¿Qué le ha aportado Osasuna y qué le ha aportado a Osasuna?

–Muchísimas cosas. La cultura del sacrificio, de no rendirse nunca. Recuerdo el primer año, en casa contra el Gernika, que íbamos 0-2, nos pusimos 1-3 y en dos minutos fuimos capaces de empatar el partido (3-3). Son cosas de no dejar de creer, de luchar cada partido hasta el final. Y yo a Osasuna, ese carácter competitivo que ya tenía antes de venir y la aportación del día a día de trabajar, esforzarme al máximo e intentar ayudar a los compañeros lo máximo posible.

En su carta de despedida reconocía haber sido “muy feliz”, pero aseguraba tener “una espina clavada”

–En otra entrevista con Ander Yoldi ya hablábamos que cuando habíamos renovado el año anterior sin ser sub-23 ya sabíamos que teníamos que intentar hacer buen año e intentar llegar al primer equipo. No ha podido ser en mi caso, en el de Ander sí, y cuando anunció que renovaba para mí fue como si hubiera renovado yo porque lo siento así. No pudo ser por mi parte, pero estoy orgulloso de haberlo intentado hasta el último día. Obviamente consideras que has hecho los méritos y al final es la directiva la que tiene que decidir, ha decidido que no continúe y no pasa nada, es algo que tienes que aceptar.

¿Se arrepiente de algo?

–No, para nada. No me arrepiento de haber renovado y haberlo intentado un año más (llegar al primer equipo). Claro que no.

Una vez publicada su carta de despedida recibió mucho cariño en redes sociales. ¿Le sorprendió?

–No soy muy de Twitter. Instagram me gusta para subir fotos y Twitter para seguir noticias de otros deportes que me interesan, pero no soy un obseso. Cuando subí la carta, estaba de vacaciones y sin cobertura durante cuatro o cinco horas. Cuando recuperé el wifi sí que vi que había recibido un montón de mensajes e incluso mis amigos me habían pasado capturas de mensajes. La verdad es que es muy bonito recibir ese cariño de la gente.

¿Qué balance hace de la temporada recién concluida?

–Ha sido una temporada sufrida, la verdad. La permanencia era el objetivo que teníamos como equipo y la plantilla era la que era y estaba preparada para este objetivo. Al final lo conseguimos. Es difícil el balance de conseguir el objetivo y nutrir jugadores al primer equipo. Cuando consigues nutrir de jugadores al primer equipo, se desequilibra el equipo para competir al máximo durante meses.

Fue un damnificado tras la salida de Adama Boiro en enero y tuvo que retrasar su posición al lateral izquierdo

–La polivalencia es lo que tiene. Al final sabía que, si el club no traía recambio para el lateral, me iba a quedar yo. Es una posición en la que aporto menos al equipo que en medio campo, que es donde más participación tengo. Pero bueno, es una posición que también me gusta, a la que me adapto bien y si el equipo lo necesitaba en ese momento, pues encantado.

¿Con qué momentos se queda, tanto para lo bueno, como para lo malo, de estos tres años?

–Hay muchos buenos. El ascenso fue increíble, la fiesta después del ascenso también (se ríe) y luego el segundo año fue muy bonito, porque empezamos muy bien la temporada y hasta diciembre, enero, incluso hasta febrero estuvimos ahí arriba, parecía que íbamos a hacer play off, y bueno, este año también ha sido muy bonito el luchar hasta casi la última jornada por el objetivo. Hemos aprendido mucho este año. Sí que ha habido momentos, no sé si encadenamos ocho partidos sin ganar, y al final eso te hace aprender porque vas con la dinámica hacia abajo, de no ganar, que te ves más cerca del pozo y te hace madurar mucho el saber darle la vuelta. Y momentos malos... Pues las rachas. Al final hay días que dices ‘por favor, otra semana no, que llegue el finde otra oportunidad’.

¿Esperaba que Osasuna le diera la oportunidad?

–Sí, es la idea. Viendo a nivel numérico de partidos, goles y participación, crees que mereces la oportunidad ¿no? Has visto que has hecho una temporada muy buena comparándolo a nivel estadístico con otros jugadores de tu posición, pero bueno, al final hay un overbooking en la posición de medio centro y ha tocado la mala suerte. Si hubiera sido hace tres o cuatro años, hubiera tenido hueco.

Le voy a preguntar por varios nombres propios: Ander Yoldi.

–Somos un equipo y todos los jugadores participan. También nombraría a Guillem Molina, que ha sido un pilar durante todo el año. En cuanto a Yoldi, es un gran amigo. No sé cuántos años llevamos jugando juntos, estos tres últimos y en el Pamplona no sé si coincidimos cinco o seis. Es de largo con el que más he jugado, en todos los viajes compartíamos habitación, un montón de horas... Es un hermano para mí.

Santi Castillejo.

–Si Yoldi es mi hermano, Santi es mi padre futbolístico. Desde el primer día confió en mí y la verdad que daba igual cómo estuviese. Recuerdo en la segunda temporada no empezar muy bien, no encontrarme físicamente bien ni en el campo en los primeros partidos, pero aún así me dio la confianza, me ponía en todos los partidos y al final fui cogiendo el ritmo y la confianza otra vez y la verdad que fue increíble.

¿Qué supone su renovación?

–Tiene un gen competitivo que transmite a sus jugadores que hace que todos los partidos salgamos a competir y le plantemos cara a cualquier rival y yo creo que estos dos años que va a seguir, a la camada que venga por debajo le va a seguir transmitiendo esa filosofía seguro.

Xabi Huarte, que ahora deja de ser sub-23...

–Es un crack. Me acuerdo que cuando me fui del Pamplona. Aritz Gomara me preguntó gente que yo pensara que pudiera ir al Pamplona cedida. Me acuerdo de ver a Xabi Huarte una vez en Liga Nacional o División de Honor, decir ‘Wow, este tío es muy bueno’ y escribirle a Aritz y decirme ‘nada, nada este es imposible ficharlo porque es una de las perlas de Tajonar’ y bueno, así se ha demostrado. Ha llegado, pero ojalá pueda seguir jugando partidos con el primer equipo y mantenerse.

Asier Osambela.

–Es un bicharraco. Yo alucinaba. El primer año venía a entrenar algún día y yo alucinaba. Físicamente es una bestia y luego técnicamente ha mejorado mucho estos dos años desde que lo conocí. Tiene pinta de que va a llegar a ser otro crack porque tiene todas las cualidades, se le ve un chico muy centrado, además. Estuve hablando con él, cuando anuncié la despedida porque me escribió para despedirse y ya le comenté cómo mejorar el tema de ser más perro, que cuando salte en las disputas que grite más que el rival porque le sacan muchas amarillas. En cuanto mejore eso y salte sin los brazos y no le saquen tantas amarillas, va a explotar.

¿Por dónde pasa su futuro?

–Hay que valorar un poco todo, en cuanto a nivel económico, estar cerca de la familia porque soy una persona cercana. Estoy mirando hipoteca porque me van a dar un piso y la cercanía es algo que valorar. Un poco con eso a la vista, decidir con las ofertas que vayan viniendo, que el destino sea el correcto.

El perfil

l Nombre completo. Eneko Aguilar Elizalde.

l Edad. 24 años (21/04/2000, Berriozar.

l Posición. Centrocampista.

l Trayectoria. Se marchó al Lleida procedente del Pamplona. En tierras catalanas estuvo dos temporadas antes de recalar en el filial de Osasuna. Con el Promesas, Eneko ha disputado esta temporada 36 partidos, ha anotado 7 goles y ha dado 3 asistencias.