Un coladero lejos de casa

Admitió Vicente Moreno, el entrenador de Osasuna desde este pasado verano (aunque la estación aún no ha terminado, el calor sí que se ha esfumado), que su equipo tenía que mejorar en todas las facetas del juego. Y lo que ocurrió en el segundo compromiso a domicilio del conjunto navarro esta temporada le dio la razón, porque los rojillos encajaron tres goles en Vallecas, que no fueron más por la actuación de su portero, Sergio Herrera, y ya son siete los tantos que ha recibido en sus dos únicos duelos lejos de El Sadar.

A Osasuna le está salvando en este tramo inicial del curso su buen hacer como local, pues los siete puntos que aparecen en su casillero los ha sumado en Pamplona, donde, tras empatar con el recién ascendido Leganés en la jornada inaugural del campeonato, derrotó sucesivamente a Mallorca (1-0) y Celta (3-2). Pero Vicente Moreno no ha dado todavía con la tecla lejos de El Sadar, pues el Girona le dio una tunda a su equipo en Montilivi (4-0) y fue Rayo el que respondió con otra en Vallecas al golazo con el que Raúl García de Haro adelantó al conjunto navarro (3-1).

Osasuna está siendo hasta la fecha un auténtico coladero lejos de su estadio y da la impresión de que, sin el apoyo de su hinchada, le cuesta comportarse como un equipo fiable en el aspecto defensivo y con escasos argumentos en lo que a asuntos ofensivos se refiere. En Girona le metieron cuatro goles y en Vallecas solo fueron tres porque Sergio Herrera realizó alguna intervención de mérito.

El primer gol que le metieron a Osasuna fue una mezcla de fortuna y calidad, porque Mumin, el central ghanés del Rayo que no había estado muy acertado en el despeje antes del tanto de Raúl, se sacó un potente zurdazo de la manga después de un rechace tras un saque de esquina y empató. El segundo llegó producto de una buena combinación del conjunto vallecano para desajustar a la zaga rojilla y permitir un remate desde la frontal de Ratiu, que, eso sí, golpeó primero en Pablo Ibáñez para impedir la parada de Sergio Herrera. Y el tercero, tras un saque de falta de Osasuna. Unai López organizó una contra que él mismo finalizó con un disparo desde la frontal tras recorrer unos 70 metros con el balón en los pies.

En definitiva, que Osasuna perdió otra vez fuera, un resultado que empeora la pésima racha de Vicente Moreno a domicilio en Primera División como técnico. Lleva dos triunfos en 42 partidos. Tiene margen y tiempo para la mejora.