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Los ‘otros’ Víctor Muñoz

El Real Madrid apenas ha ejecutado las cláusulas de recompra con tres futbolistas

Osasuna se ejercita en San Fermín, arropado por la afición rojillaOskar Montero

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Las operaciones con el Real Madrid tienen muchas aristas y cláusulas que hacen engorroso analizar si el traspaso es beneficioso o no para el que ficha. En el caso de Víctor Muñoz es igual, pero lo cierto es que los blancos llevan usando esta táctica para mantener el control sobre sus canteranos, pero pocas veces han hecho uso de los plazos de recompra. Los únicos ejemplos recientes son Fran García y, hace más tiempo, Carvajal y Álvaro Morata.

Osasuna ha incorporado a Víctor Muñoz pero el Real Madrid se ha guardado una opción de recompra ascendente durante los tres primeros años y, además, un porcentaje del 50% en caso de una venta futura a un tercer equipo.

Esto hace que el Madrid no pierda el control del talento en caso de que explote y se convierta en una estrella, monitorea la evolución del jugador sin cargar con su ficha o rol en el equipo y puede recuperarlo solo si realmente encaja en la plantilla futura. En algunos casos, también se pactan derechos preferenciales o porcentajes sobre futuras ventas.

El Real Madrid usa estas cláusulas como herramienta estratégica. Las ejecuta solo si el jugador alcanza un nivel que lo justifique dentro de la plantilla. De lo contrario, recupera una parte de su valor con porcentajes sobre futuras ventas o plusvalías.

La realidad hace pensar que Osasuna no debería de estar muy preocupado ya que el Madrid solo ha ejecutado esta recompra en tres casos: Morata, Carvajal y Fran García. Ni siquiera en casos como Nico Paz o Miguel Gutiérrez, internacionales o cerca, los blancos los han llevado de vuelta a Concha Espina. Tampoco se ha planteado retornar a Takefusa Kubo. Son algunos nombres, pero hay muchos más en los últimos años.

De hecho en Osasuna hay un caso de estos: Lucas Torró. El Real Madrid retuvo el cincuenta por ciento de un hipotético traspaso del jugador, así como una opción de recompra que nunca ejecutó. En cambio sí que cobró el 1,75 que le tocaba cuando los rojillos vendieron a Lucas al Eintracht de Frankfurt.

Es decir, este es un modelo que usa el Real Madrid con sus canteranos para blindarse y como alternativa a las cesiones tradicionales, operaciones que ya no ejecutan desde el Santiago Bernabéu.

¿Por qué acepta Osasuna?

Estos acuerdos permiten a clubes más pequeños o medianos fichar talento que normalmente no podrían pagar. Osasuna se aprovecha de este acuerdo para lograr la incorporación de un extremo al que le ven muy buen encaje en el sistema de Alessio Lisci. Además, en las oficinas de El Sadar se teme entre poco o nada que el Real Madrid recompre al jugador. Primero por el historial y segundo por todo el arsenal ofensivo que tienen los blancos en las posiciones de ataque. Así pues, aunque desempeñe el rendimiento que en Osasuna creen que va a dar, no creen que los blancos, que además son más tendentes a mirar el mercado exterior antes que lo propio, vayan a recomprar al jugador.

En cualquier caso, siquiera se planteasen hacerlo, significaría que el atacante habrá sido totalmente determinante en Osasuna. En conclusión, en la entidad se valora la operación como muy positiva, ya que además han conseguido incorporar a un jugador dentro del precio que tenían contemplado para el extremo, bastante más barato que Raúl Moro o por lo que pueda salir Juan Cruz, jugadores que han estado en el radar rojillo y que se han escapado por su excesivo precio de salida.

Además, esta entrada apaga totalmente las urgencias de Osasuna para completar la plantilla. La entidad rojilla se hace fuerte de esta manera ante un intento de negociación del Athletic de Bilbao por Jesús Areso. En caso de que salga el lateral por la cláusula, los rojillos explorarán el mercado para valorar si hay algo que mejore la plantilla. Si no sale, la entidad está muy satisfecha con los futbolistas que tiene en nómina y quedaría a expensas del famoso mirlo blanco de todos los veranos y que a veces aparece y otras no.