Javi Martínez cuenta cómo se gestó su fichaje con 17 años de Osasuna al Athletic: "6 millones de euros, no sabía ni cuánto eran"
El futbolista de Ayegui hace un repaso a su carrera en el podcast de Los Fulanos
Ningún jugador navarro ha ganado tantos títulos, hasta un total de 26, como Javi Martínez Aguinaga, el futbolista de Ayegui que cumplirá el próximo mes de septiembre 35 años y que continúa su fructífera carrera ahora en el futbol qatarí. Martínez ha sido entrevistado recientemente en el podcast Los Fulanos, que comandan su excompañero en Osasuna, Jon Etxaide, y Joseba Alzueta, donde hace un repaso a toda su trayectoria.
Martínez narra en dicha entrevista varios de los pasajes más conocidos de su vida deportiva y deja importantes mensajes sobre la capacidad de sacrificio, la humildad y las dosis de suerte oportuna que deben acompañar a un jugador en la élite. El ayeguino recuerda la importancia de sus padres y de su hermano en toda su carrera. Cuenta que cuando era pequeño se inició en el Berceo riojano, donde estuvo dos años porque su padre era de Logroño. De allí pasó otro año al Logroñés, donde un entrenador le ubicó de lateral derecho. "De esa etapa de niño recuerdo que sin mis padres no hubiera llegado hasta aquí. Porque cuando yo iba allí a entrenar y a jugar no había autovía y tardaba una hora en llegar. Y me ocurrió lo mismo cuando me ficha Osasuna, que tampoco estaba hecha la autovía de Estella a Pamplona. He tenido muy mala suerte con las autovías, me he comido de kilómetros...", bromea Martínez.
El sacrificio de su familia y el comienzo en Osasuna
Por el club rojillo fue captado después de "hacer unas pruebas en Arróniz, junto a Iñigo Echeverría, un chaval de Arróniz que llegó a la selección sub'15. "Estuve en Osasuna de los 10 a los 17 años, nunca quisieron que estuviera en residencia e iba y venía de Ayegui. Fíjate adonde llegaba el sacrificio de mis padres que un día que nevó muchísimo, mi madre se empeñó en llevarme a Tajonar porque había entrenamiento y yo quería tirarme con el trineo con mis amigos. Ella me decía que yo tenía un compromiso y una responsabilidad y había que cumplir. Y aquel viaje de Estella a Tajonar nos costó dos horas de lo que nevaba. Y resulta que los de Pamplona, que lo tenían a cinco minutos, no había ido ninguno a entrenar. Total que nos volvimos a casa". Martínez afirma que lo peor en las primeras edades de un futbolista "es creerte que eres más de lo que realmente eres. Tienes que mantener la humildad y la familia es la que te va a saber guiar".
En la cantera de Osasuna
En su paso por las categorías inferiores de Osasuna, Martínez recuerda que creció a pasos agigantados, y no solo en cuanto a envergadura. Recuerda además que la explosión física tardó en llegar. "Mido 1,91 y cuando debuté en Primera pesaba 79 kilos y ahora peso 88". De esta forma, cuando se encontraba en edad cadete, le llamó Kuko Ziganda para el División de Honor Juvenil. "Me salté el año de cadete, el de liga nacional juvenil y ya estaba en división de honor". Y luego, fue a su par creciendo por las distintas etapas. "Kuko pasa al año siguiente al Promesas y me dice que quiere contar conmigo. Tenía 15 o 16 años. Aquello ya era fútbol profesional. Recuerdo que hicimos la pretemporada en Ayegui, en el Hotel Irache, y que no me creía dónde estaba. El primer partido de Liga lo jugamos en Sabadell, nos destrozaron el cristal del autobús nada más llegar al campo y dije, madre mía, dónde me he metido. Y en el partido, gol de Kike Sola y para casa. Nos salió una temporada muy buena, en un grupo en el que había grandes equipos y en el que incluso jugué contra mi hermano, que estaba entonces en el Figueres".
El mayor traspaso en Tajonar
Fue al término de ese curso cuando se produce su salida de Tajonar. "Estaba de vacaciones con mis amigos y recuerdo que me llama mi hermano y me dice que el Athletic me quiere fichar. Yo le respondí: ¿pero será para el juvenil o para el Bilbao Athletic? Y me dice que no, que me quieren hacer ficha del primer equipo y que están dispuestos a pagar 6 millones por mí. No sabía ni lo qué era eso. no me lo esperaba para nada, a esa edad no eres consciente para nada. Cuando me dice que va a pagar 6 millones por mí, no sabía ni lo qué era eso. Cobraba 600 euros al mes. Y le pregunté y, Osasuna, ¿qué dice? Pues yo creo que encantado. Así que le llamó a Patxi Izco y nos dijo "sí, sí, tira, venga". Y así, bajo el pago de dicha cláusula de 6 millones, Martínez se marchó de Osasuna, donde recuerda que le trataron muy bien, "tuve una rueda de prensa de despedida que fue muy emotiva y pude salir bien de allí".
Los inicios con Clemente
La llegada a Lezama fue algo más atascada. "Allí no me conocía nadie y estaba Clemente de entrenador, que en realidad solo estuvo las dos semanas de pretemporada. La cosa es que le preguntaron por mí en una rueda de prensa tras el fichaje y vino a decir que no me conocía, que él quería a Raúl García, que era como si quería una merluza y te traen una lubina", narra ahora el futbolista a modo de chanza. Martínez dice que mantiene una buena relación con Clemente pese a aquellos inicios y de hecho cuenta que en un amistoso, años más tarde, él jugó con Euskadi contra una selección que dirigía Clemente y que el entrenador se le acercó y le dijo: "Tranquilo, Javi, que ahora ya te conozco".
La relación con su hermano: "Él lleva todas mis cuentas"
El navarro sigue contando anécdotas de su etapa en Bilbao, adonde se fue a vivir con su hermano, que había sido futbolista profesional en Segunda B y sacrificó su carrera "por estar a mi lado. Él me ha ayudado en todo a lo largo de mi carrera. Mis primeros recuerdos jugando a fútbol es cuando mi hermano me llevaba al campo de Ayegui y me ponía centros para que rematara, así tengo este martillo (sonríe). De hecho, no se ni cuánto dinero tengo en la cuenta porque estoy centrado en el fútbol. Cuando me quiero comprar algo, con tal de tener dinero en la cuenta me vale", describe sobre la relación con su propio hermano, que le ha acompañado allá donde ha ido.
Athletic y Bayern
En el Athletic coincidió con Caparrós, su gran valedor y del que guarda un grato recuerdo, y con Bielsa, "un entrenador diferente a todo lo que hay en el fútbol", y evoca el gran paso de su carrera, cuando el Bayern pagó 40 millones por su traspaso al club de Ibaigane. "Mi hermano tenía toda la información, pero yo estaba flipando. Entonces ya no era tan crío, y sí que había leído en la prensa el interés de muchos equipos, pero me llama Heynckes, después de que perdieran la final de la Champions en Munich contra el Chelsea, y me dice que me quiere como clave entre el ataque y la defensa, que el Bayern va a pagar 40 millones y que conmigo van a ser campeones de Europa. El Athletic solo quería la cláusula y no me ofrecieron tampoco una renovación para que me lo pensara. De hecho, hubo un equipo español que puso 32 millones y le dijeron que no. Y pusieron el dinero y me fui de mediocentro al Bayern".
En otro momento de la entrevista, Martínez aborda también su década en el club alemán y su llamada a la selección, donde "miraba a los titulares y había un tal Xavi, un tal Iniesta, Xabi Alonso, Busquets, y miraba al banquillo y estaban gente como Cesc, Silva y yo decía pero para qué me han llamado a mí".