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La contracrónica del Villarreal-Osasuna: Para cogerse un rebote

La expulsión de Rosier marca un partido en el que Osasuna no tuvo mucha más opción que aguantar como pudo

Las mejores imágenes del Villarreal - OsasunaAgencia LOF

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Será difícil que Osasuna tenga un partido tan extraño como el del Villarreal. O por lo menos con tantos elementos externos influyendo sobre el devenir del partido. Una expulsión, un penalti a favor, otro posible penalti no señalado y un gol de rebote. Complicado de gestionar para Lisci y los suyos tantos vaivenes, pero la sensación es que los rojillos estuvieron cerca de pillar un botín interesante en un campo donde pocos van a rascar algo positivo.

Sigue sin llegar el primer punto fuera de casa, pero todo hay que ponerlo en contexto. Los rojillos han visitado el Bernabéu, el campo del equipo revelación de la Liga y el que es el cuarto conjunto de la competición, con más 100 millones de euros de gasto. 

Los rojillos se plantaron en Villarreal con la idea bastante clara de preservar su portería e intentar pillar alguna espalda local. Todo el plan iba yendo medianamente bien hasta que Rosier cometió un error bastante impropio de su trayectoria. Una doble amarilla que es difícil de explicar tanto la segunda como la primera. Las dos son claras y con poco margen de explicación. 

Una vez pasó eso, la consigna fue clara: apretar líneas e intentar mantener el resultado con todo. 

Pero por el camino Juan Cruz sacó un penalti con la complicidad de un Thomas que se tiró no sé sabe ni a donde ni a qué. Pero Budimir aprovechó el penalti para adelantar a Osasuna al borde del descanso con todo lo que eso significa. 

Al equipo parecía que se les había abierto el cielo, pero también que se iban a tener que refugiar para evitar el chubasco que se les venía. 

Y así fue. Aguantar 45 minutos a un equipo de Champions metidos en el área con uno menos se antoja cuanto menos complicado. Además, un error de marca en un centro lateral acabó por tirar la ventaja por tierra. 

Como encima quedaba tiempo, a Osasuna le siguió cayendo un importante asedio local. Entre Sergio, que ya había intervenido también en la primera parte, y un muro en la frontal, Osasuna fue pasando los minutos, pero cuando quedaban menos de diez, el Villarreal se encontró un rebote que despistó a todos y acabó dentro de la portería. Mala suerte para un Osasuna que se mereció por lo menos un punto por su aguante ante las situaciones adversas. 

Pero también hay que analizar que hay que ser más cuidadoso con detalles que te pueden dejar con uno menos y condicionar de tal manera el partido. La expulsión de Rosier fue totalmente evitable y decisiva para que Osasuna no sacase nada de provecho de Villarreal. Para pillarse un buen rebote.