Kakun Mainz recaló en Osasuna la pasada temporada para hacerse cargo del equipo Benjamín de la entidad, siendo la primera mujer en convertirse en primera entrenadora de un equipo masculino del club rojillo. Ahora, asumiendo el cargo de entrenadora del primer equipo femenino, que encadena cuatro meses consecutivos sin perder un partido en liga, la entrenadora analiza el estado de sus jugadoras, el pulso que mantiene con el Alavés por ascender a Primera Iberdrola y confirma la lesión de Marián Pueyo, aunque está a la espera de conocer el parte oficial.

¿Cómo llega el equipo a este tramo final de curso?

-Está siendo una buena temporada, con bastantes puntos y bastante intensa. El sentirnos vivas en esta época nos hace estar muy alegre.

¿Cómo influye a la hora de preparar los partidos el hecho de que un empate pueda restar en el coeficiente?

-No le estamos haciendo mucho caso al final porque nuestra pelea es con el Alavés, con quien sí que hemos jugado los mismos partidos, por lo que estamos a dos puntos y es algo que no depende de nosotras. Tenemos que intentar sacar los últimos 15 puntos que nos quedan y que el Alavés no lo haga. Nuestro reto es ir a ganar cada partido, no podemos pinchar más. No hay otro patrón a seguir que el partido a partido y el victoria a victoria.

En su presentación a principio de temporada se marcó como objetivo el “tratar de sacar el máximo provecho a un equipo que viene de hacer las dos mejores temporadas de su historia” y es algo que lo está logrando.

-Nos ha costado. Pero ahora echas un vistazo atrás y ves que éramos un cuerpo técnico nuevo, que cuesta adaptar tus ideas al equipo, que el equipo se adapte a ti, tienes que conocer la categoría, los equipos… Nos ha sorprendido mucho todo y creo que el equipo está rindiendo, que estamos sacando el máximo rendimiento de la mayoría de las jugadoras y mucho más no le podemos pedir al equipo. En cuanto hemos cogido esta dinámica hemos alcanzado los cuatro meses sin perder y en este tiempo creo que somos el mejor equipo de la categoría. Quizás no nos vaya a ser suficiente, pero el equipo, a día de hoy, está rindiendo al máximo.

¿En qué momento de la temporada ve que el equipo se parece a lo que buscaba o que tanto jugadoras como cuerpo técnico van en la misma sintonía?

-El punto de inflexión es en navidades. Vemos que en la primera vuelta que hacemos quizás no debemos insistir en algunos conceptos por los que habíamos optado, que tenemos otras características y es donde empezamos a puntualizar en nuestros puntos fuertes, a trabajar un poco más, a insistir en ello y eso nos ha dado los frutos. Somos un equipo que trabaja más las transiciones en campo rival y viendo también el tipo de jugadoras que tenemos. Se da también que las jugadoras alcanzan su ritmo óptimo en esas fechas. Venimos de una temporada que se acabó a medias y que ha habido jugadoras a las que les ha costado coger ese punto de brillantez.

Y ahora, ¿dónde tiene este equipo el techo?

-Espero que lo tenga el 30 de mayo en la Primera Iberdrola. Sabemos que es muy difícil, que ahora los equipos son de tú a tú y que no se van a dar resultados de más de dos goles de diferencia. El otro día metemos el segundo en el 90, con el Atlético de Madrid en tu campo y sabemos que va a ser muy difícil, que cualquiera te puede ganar y lo vimos ante el Madrid, que nos costó muchísimo, que le podíamos haber ganado tranquilamente. Al final la calidad de los rivales no te permite error. Hay que tener paciencia.

¿Qué supondría no conseguir el ascenso?

-Tenemos claro y es algo que insisto en las jugadoras, que tenemos que seguir mirando hacia adelante, que tenemos que seguir creciendo, que no sabremos si tenemos premio o no, pero hasta que la competición no diga basta es nuestra obligación y nuestro sueño insistir en ello. Se puede dar que no lo consigamos, pero eso no va a empañar la temporada que estamos haciendo. Todo va a ser crecimiento y cuando no está en tus manos no le puedes dar más vueltas.

Desde fuera, viendo al equipo en buena sintonía, parece que es sencillo gestionar este vestuario.

-Salen también chispas incluso cuando todo va bien. Estamos en un momento con mucha tensión, muy concentradas y con máxima exigencia y eso también es agotamiento físico y mental. Todo es muy bonito porque ganamos pero la máquina se está forzando mucho. Es intentar dar cariño a las jugadoras, que se sientan escuchadas, comprendidas y que vean que estamos con ellas. Esto se dará o no, pero vamos todos de la mano. Transmitimos tranquilidad y positivismo a lo que estamos haciendo.

Este mismo año ha experimentado la doble cara de la moneda. Ha visto cómo jugadoras han sufrido lesiones de gravedad y ha hecho debutar a varias futbolistas del filial.

-Marián es posible que se haya vuelto a romper, estamos un poco a la espera. Hemos vivido lesiones desde inicio de temporada y hemos echado mucho de menos a Marián, Mirian, Jaione, que ha vuelto a fracturarse el dedo después de la muñeca, Nerea Salinas o Celia y hemos tenido que tirar mucho del B y es bueno ver que tenemos cantera, que la situación del B es muy bonita y han conseguido debutar cinco jugadoras y no sé si muchos equipos de la categoría lo han hecho. Por otro lado estoy contenta porque parece que Maitane Vilariño se está asentando en el equipo, nos está aportando algo diferente y en estos partidos en los que estamos es una jugadora que nos dinamita los finales de partido.

¿Cuánto caso hacen en el vestuario a las redes sociales? No todo el mundo que quisiera puede entrar a verles en Tajonar.

-Sí que algo te llega. Alguna jugadora al llegar al vestuario comenta que se ve que hay mucho bombo. Los días después de partido cuando vas en el autobús puedes dedicarle un poco más de tiempo. Yo personalmente no tengo tiempo para ver cómo se mueve todo por fuera.

Veo en su foto de perfil que ha estado en El Sadar, pero desconozco si ha podido sentarse en el banquillo.

-En el banquillo no. Era una entrevista que me hizo el club y estuvimos ahí, pero sentarme en el banquillo no he tenido la oportunidad.

¿Y espera tenerla?

-Todo el mundo queremos vivir eso. Las jugadoras han tenido la experiencia y yo la verdad es que no lo he tenido y espero que me llegue. No me gustaría acabar mi ciclo en el banquillo y no haberlo vivido. Pero entiendo que este año va a ser complicado y si a nosotras no nos llega no sé hasta qué punto sería negativo, porque no estamos entrenando en hierba natural y meternos en un partido en un terreno de juego tan diferente a como estamos trabajando este año sería complicado, la verdad.

Uno que sí se sienta en ese banquillo es Jagoba Arrasate. ¿Ha tenido oportunidad de dirigirse a usted por la temporada que están firmando?

-Tito (Iribarren) me ha hecho llegar ánimos tanto de Braulio o de Jagoba en más de una vez, que nos siguen, que están con nosotras. La verdad que es un año tan atípico que no te da para coincidir mucho. Compartimos más espacio con el fútbol base y compañeros míos del año pasado sí que recibo el cariño y el ánimo todos los días, tanto en Tajonar como en el teléfono y se ve que están emocionados con nosotras.