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Hermanitas de los pobres. El antes y el ahora

La antigua residencia de las Hermanitas de los Pobres, situada en la avenida de Guipúzcoa, se mantuvo en pie durante más de un siglo. Tras ser derruida hace dos años, por fin el próximo mes de septiembre, monjas y asilados podrán disfrutar del nuevo edificio.

Hermanitas de los pobres. El antes y el ahora

después de dos años de espera, pronto las Hermanitas de los Pobres y sus alrededor de 70 asilados podrán disfrutar del nuevo edificio que se ha estado construyendo junto a la avenida de Guipúzcoa. Exactamente en el mismo lugar donde se encontraba el antiguo edificio, construido en el siglo XIX y derribado en 2007. La construcción de la nueva casa, que será inaugurada el próximo 18 de septiembre, ha supuesto la inversión de 11 millones de euros.

Con unas dimensiones aproximadas de 3.000 metros cuadrados, la nueva residencia posee una planta baja y tres plantas superiores. En la baja se alojan el comedor, las cocinas, los despachos y la administración, la cafetería, las consultas médicas y de enfermería, la sala de rehabilitación y manualidades, la capilla y el salón de actos. En la primera planta, se localizan 27 habitaciones adecuadas para los residentes, con baños adaptados, un comedor para asistidos y seis apartamentos. Por su parte, la segunda planta acoge 27 habitaciones para minusválidos; y en la tercera se encuentran localizadas las habitaciones de las Hermanitas.

Este nuevo edificio, que podrá albergar a entre 70 y 80 asilados, se va a convertir en la esperanza de vida de muchas personas mayores que tienen escasos recursos económicos y que no pueden permitirse residir en un centro privado.

ASILO POR CARIDAD Las primeras Hermanitas llegaron a Pamplona en 1877. Por entonces apenas eran tres monjas las que buscaban un primer lugar para asilar. En 1878 Matilde Cuba fue quien cedió dos casas a la congregación en la plaza de Recoletas, y ese mismo año fueron recibidos los primeros 42 residentes. Durante meses el principal problema de las monjas fue la búsqueda de financiación. Por norma, las hermanitas vivían de la caridad y la limosna, y fue por aquel entonces cuando el Consistorio decidió prohibírselo en repetidas ocasiones.

El 4 de octubre de 1878 fueron cinco las monjas que se trasladaron a la nueva casa de la calle Curia en la que vivieron hasta 1879, año en que volvieron a mudarse nuevamente hasta la calle Salsipuedes. El número de ancianos que hasta entonces habían conseguido asilar era de 50. Posteriormente, en 1883 las Hermanitas cambiaron nuevamente de residencia y pasaron a vivir en la calle Redín, en una casa que fue adquirida gracias a las limosnas.

Pero la residencia definitiva, la situada en la avenida Guipúzcoa y utilizada por las monjas durante más de un siglo, comenzó a ser construida en 1887. El 5 de marzo de ese año se adquirió una finca de 112 hectáreas por 4.640,65 de las antiguas pesetas. Y el mismo 20 de marzo el entonces obispo, Antonio Ruiz-Cabal y Rodríguez, bendijo la primera piedra de la residencia. Durante dicho acto se enterró, junto con el primer sillar, una caja de plomo que contenía un crucifijo, varias medallas y monedas, retratos de personas protectoras del asilo, la historia de la casa y el acta notarial. El 10 de agosto de ese mismo año ya se había conseguido cubrir el primer piso, y dos años después, terminaron las obras de la primera parte del edificio.

Finalmente, entre 1897 y 1898 se terminaron de construir las últimas partes del edificio, la capilla y las dos alas laterales. Desde entonces, con la entrada del siglo XX, las Hermanitas de los Pobres fueron consolidando su posición en la nueva ubicación, hasta llegar a asilar a los 150 ancianos de 2007.