El mejor cóctel de pacharán, en Orvina

Cinco centilitros de pacharán, dos de vodka, dos de zumo de lima y otros dos de sirope de mandarina fueron los ingredientes del combinado ganador del certamen, que a pesar de la "dura competencia", se impuso el pasado 15 de diciembre en el Hotel Muga a los presentados por otros catorce concursantes. Un cóctel que, según indica su creador, "se puede tomar como un trago largo de tarde o un trago corto de aperitivo". No obstante, no es la primera vez que Aguadero gana un concurso, lo hizo el pasado mes de septiembre en Reinosa, y entonces también utilizó licor de endrinas. En esta ocasión lo acompañó de zumo de limón, zumo de fresas, jarabe de arándanos y una gota de jarabe de menta. Un cóctel que, como el anterior, se puede degustar en el establecimiento que regenta en el barrio de Orvina. "Al principio tenía una carta de 8 ó 10", recuerda, pero ahora puede servir "infinidad" de preparados, dependiendo del gusto del cliente: dulce, afrutado, seco, amargo, salado e, incluso, picante.

Preguntado por si la clientela le pide muchos cócteles, Aguadero responde que "aquí en el barrio tenemos la fama y el honor de haber ganado algún concurso y haber clasificado muy bien en algún otro y a la gente le gusta". Entre las bebidas que más le solicitan está el gin tonic de sandía, los gin tonic decantados y los macerados. "En hostelería, tanto en la parte de cocina como en la de barra, tienes que ir evolucionando", afirma.

Una evolución que en poco tiempo será palpable en su local. "Este bar tiene 40 años y lo cogí hace cinco. Tiene sus averías, sus caries, y vamos a hacer una reforma para hacerlo a su vez más grande". El nuevo establecimiento también cambiará de nombre: Rockwell"s. "Era un pub precioso de un hotel en un pueblo de Irlanda en el que trabajé una temporada", apunta. Aguadero señala que el verano es una época más proclive para tomar un cóctel y recuerda que también hay mezclas sin alcohol. En este sentido, sostiene que siempre les ha perjudicado que parece que son para "agarrarte el pelotazo padre". Mientras prepara cinco combinados con pacharán, confiesa el secreto para hacer un buen cóctel: "Es todo imaginación, ilusión y mimo".