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Malestar en los comercios por el cierre de la manzana del Leyre durante meses

la pérdida de acera y aparcamientos hace que descienda la actividad en la zonaLa inmobiliaria Espacio, promotora del nuevo edificio, asegura que los trabajos comenzarán en mayo

Malestar en los comercios por el cierre de la manzana del Leyre durante meses

pamplona. Precisamente esta barrera es la que mayores problemas está causando a los comerciantes y hosteleros de la zona, porque se ha eliminado acera y se han reducido en unas cien las plazas de aparcamiento, con las molestias para vecinos y comerciantes y el descenso de clientes que eso conlleva.

Desde la inmobiliaria Espacio, encargada de la promoción de la obra, insisten en que el proyecto va para adelante, y que ya se han reservado unos 30 pisos, de los 104 que albergará el nuevo edificio. Según apuntan desde la sede central de Espacio en Madrid, las obras se han retrasado un trimestre más de lo previsto debido a algunas modificaciones en el proyecto y a que se han tenido que realizar catas arqueológicas. La inmobiliaria espera tener seleccionada la constructora en un mes y que los trabajos se inicien en mayo ya que las expectativas de venta son buenas, a pesar de la crisis, porque se trata de una "zona muy atractiva de la ciudad".

Del otro lado, a la espera de que las grúas se instalen en el solar, se encuentran establecimientos como la Tahona de la calle Leyre. Desde el otro lado del mostrador, Alicia Aguinaga teme que las obras vayan "para largo". "La calle se ha quedado muy pobre, con el vallado también pasan menos peatones, es como si no hubiera calle", señala.

La reducción de aparcamientos y la calle más estrecha a causa de las vallas dificulta también la carga y descarga de los proveedores de otros establecimientos, como la carnicería Amaya y el bar La Navarra. José Antonio Orradre, carnicero, afirma que "la circulación es mucho peor, cuando nos traen el género se atasca todo". "Entre la que está cayendo y las obras en la calle el bajón de clientes se ha notado mucho. Solo queremos que nos dejen trabajar, que no nos pongan más trabas", pide Orradre. Como a otros comerciantes de la zona, lo que preocupa es que se alargue demasiado la situación: "Mucha gente ha llamado al Ayuntamiento para quejarse, pero nos dicen que están dentro de los plazos, así que no se puede hacer nada".

Desde el bar La Navarra Carlos Salinas cuenta que el cambio de lugar del paso de cebra (antes estaba a la altura de su establecimiento y ahora donde se cruza la calle Amaya con Baja Navarra) también provoca que la gente se desvíe, lo que les afecta. "Han cercado todo el edificio, con aceras y aparcamientos incluidos. Solo tardaron un día en poner las vallas y las obras no empiezan, ¿por qué no esperaron entonces para colocarlas?", se pregunta este hostelero.

Las obras tienen efectos también a las calles adyacentes, como Olite. Maite De Miguel, de Informática Aimsa, se queja de la falta de aparcamiento aunque señala también que "hay mucho menos movimiento en la zona, y en cuanto atardece es peor, se queda todo a oscuras", porque el espacio abierto que deja el edificio derruido se queda sin farolas.

Aunque no todo está directamente relacionado con las obras. Desde La Silla (calle Olite), Gorka y Maite Elorza señalan que "antes del derrumbe ya habían desalojado el edificio y se veía desangelado". También Feli Acero, de Piedad Novias (calle Leyre), considera que las obras solo han venido a empeorar una calle que han "matado" hace tiempo. "Falta luz, falta mobiliario urbano, con lo bonita que podría quedar esta zona, al lado de la plaza de toros y turística, está muerta", apunta.

Por parte de los residentes en la zona, José Javier Ruiz de Erenchun, presidente de la Asociación de Vecinos del Ensanche, se hace eco de las quejas que están llegando por parte de los vecinos de la zona, que habiendo abonado su tarjeta de residente de la zona azul, se encuentran con un número de plazas más reducido y con un tramo de acera por el que ya no pueden transitar. "El problema es que se puso la valla en octubre alrededor de la acera y aparcamientos, y ahí se ha quedado, cuando las obras no han comenzado ni parece que vayan a hacerlo pronto", resume.