pamplona. Al margen de las obras más visibles, los trabajos han incluido la sustitución de las redes de abastecimiento y saneamiento. Las obras se han desarrollado dentro del plazo previsto, aunque no sin ocasionar las previsibles molestias en esta zona ya de por sí complicada para el tráfico.

En una fecha tan habitual para el inicio de obras como la conclusión de los Sanfermines, el pasado 18 de julio, comenzaba la reurbanización de esta céntrica calle. A pesar de que la zona a peatonalizar se limita a la parte de la calle más próxima a Carlos III, como se ha visto en esta última fase, la afección de las obras iba más allá y los cortes llegarían hasta la avenida Galicia. De hecho, durante la época de compras navideñas, entre el 30 de noviembre y el 9 de enero, no hubo obras con el fin de evitar las molestias a los comerciantes de la zona.

Al margen de los contratiempos previsibles, en algunas calles se han producido problemas puntuales con la base del adoquinado, si bien no han conllevado un sobrecoste al estar la obra en garantía. La ubicación de los contenedores en el tramo peatonal ha sido la otra cuestión problemática. En este punto, la Mancomunidad tuvo que modificar la colocación inicial de los contenedores, ya que los vecinos enviaron un escrito pidiendo que no se ubicasen en la zona peatonal.

Las obras se dieron por finalizadas el pasado 27 de abril, aunque las lluvias de la semana pasada habían impedido terminar la señalización horizontal de la zona. Por tanto, el plazo de ejecución de las obras se da por cumplido. Aunque desde el Ayuntamiento se ha tratado de minimizar el impacto de las obras trabajando por fases, en algunos momentos las quejas de los vecinos y comerciantes han sido patentes. Desde la Asociación de Vecinos del Ensanche, José Javier Ruiz de Erenchun, valora positivamente la ejecución. "Las obras se han ejecutado con mucho orden, tratando de perjudicar lo menos posible a vecinos y comerciantes. El trabajo ha sido impecable", considera. En esta Asociación cree además que la reurbanización ha dado "uniformidad a la zona", aunque reconocen que nunca llueve a gusto de todos y también personas más reticentes.

La principal duda, sobre todo de los comerciantes, es el efecto que tendrá el hecho de que se hayan quitado unas 70 plazas de aparcamiento en la zona. "No creo que se haya notado una bajada de la clientela, aunque puntualmente si hemos notado molestias, sobre todo por el polvo, ya que tenemos mucho género pequeño. La calle ha quedado bonita, aunque está la pega de los aparcamientos que se han eliminado, que aquí en el centro son necesarios", indica Juana Chacón, de la papelería Tucán. En la misma línea, Belén Tiscar, dependienta de Casa Cambra, no tiene claro el efecto que tendrá para los comercios de la zona. "El aspecto de la calles es más agradable, aunque al quitarse aparcamientos no sabemos cómo incidirá en el comercio".