pamplona - “El sex shop de Pamplona duró 24 horas”. Así titulaban los periódicos de entonces la apertura de la primera tienda de artículos eróticos de Navarra. Y efectivamente había durado 24 horas, porque los agentes de la Policía Municipal aquel día del verano de 1994 se habían presentado en el local recién inaugurado de Sex Haizegoa “obligando a cerrar el negocio sin dar ninguna explicación a sus promotores”.

Lo recuerda Fernando Alonso, impulsor de este negocio: “tras una entrevista con el concejal Eradio Ezpeleta, el Ayuntamiento se comprometió a pasar las revisiones técnicas en el plazo de una semana para poder agilizar la licencia definitiva de apertura”, explica. Así ocurrió. El 24 de agosto de 1994 abría por segunda vez sus puertas Sex Haizegoa, y esta vez lo hizo para 20 años, los que cumple este mes. Y con gran éxito.

Al frente de este local Fernando Alonso, pamplonés de 52 años, explica que él se metió en este mundo “tras visitar una tienda erótica en Barcelona en 1992 me dije a mí mismo: ‘esto es importante que Pamplona también lo tenga’. Y con el apoyo de mis socias/os pudimos llevar adelante el proyecto”. Primero comenzó casi por intuición, pero con los años ha querido formarse en cuestiones de sexualidad, para “dar respuesta a la demanda de información que pedía la clientela”. Tanto es así que obtuvo el título de experto en sexualidad humana y “hemos dato a la tienda una línea que relaciona el placer con la educación y la información sexual”. Así, según añade, “en la actualidad ofrecemos servicios de asesoramiento para ayudar a conseguir una buena salud sexual para todas las edades”. No acaban ahí las posibilidades que ofrece Sex Haizegoa. “Durante varios años hemos organizado concursos de relato breve y de pintura erótica, y con las obras premiadas hemos realizado varias exposiciones y editado siete libros”. Añade, además, que “la obra que más esfuerzo nos ha costado ha sido poner en el mercado el primer trivial de sexualidad en castellano, el Sexoguay”, un compendio de 2.400 preguntas de sexo, que, para interesados, “hemos puesto de oferta a 49 euros estos meses, por el 20 aniversario”, detalla Alonso.

Sex Haizegoa está ubicado en Sancho Ramírez, aunque en 1997, estos promotores (junto a Fernando está una socia, que comparte negocio) también impulsaron otro Sex Shop en González Tablas, que duró 10 años: “estaba más dedicado a cabinas, pero con el tema de Internet, la demanda fue a menos y cerramos”. De hecho, si antes trabajaban 5 personas, hoy solo 2 viven del negocio.

‘Tupersex’ para grupos Porque la crisis también ha afectado a la clientela de los sex shop. Y eso que Fernando Alonso está reinventándose cada día para estar a la última y dar lo mejor. “Hacemos reuniones tupersex tanto a domicilio como en la tienda, aunque si antes organizábamos entre 8-10 al mes, ahora estamos en 2-3”. La clientela de los tupersex (reuniones de grupos o parejas en las que se presentan artículos sexuales) es “mayormente femenina, grupos de amigas. Comienzan con una charla que imparto yo, en la que se crea un buen ambiente y la gente pregunta mucho, se genera confianza”. El único requisito necesario es que entre todo el grupo se haga una compra de 100 euros.

Porque las mujeres están siendo las nuevas clientas de los sex shop, y así lo reconoce Alonso: “durante estos 20 años, algunas cosas han cambiado, quizá bastantes. Hoy en día hay mayor presencia femenina. Las mujeres han perdido el miedo a buscar y demandar opciones para su placer, y también han cambiado los diseños de los accesorios, sus funciones, los materiales...”. Internet y la desaparición de las cabinas X supuso un problema para los sex shop, pero “ha sido compensada con un mayor interés por el juguete erótico”. Eso, a pesar de que entre los clientes del sex shop “hay de todo, pero creo que es más común encontrarse gente que está un poco perdida; es un mundo bastante desconocido”, afirma.

Sex Haizegoa mira al futuro con optimismo. “Si la crisis nos lo permite, queremos convertir el local en un centro que, además de vender accesorios, se asiente como punto de información sexual y asesoramiento sexológico”, señala Alonso, y añade que “queremos ganarnos la vida ofreciendo todo tipo de medios para que los habitantes de nuestra comunidad puedan disfrutar de una vida sexual satisfactoria”. Todo un reto por delante.