Son todo un reclamo para la vista en ciudades como Donostia y en las vecinas francesas. En definitiva, decoran los cascos viejos y les aportan vida. Pararse ante un puesto de frutas y verduras, meticulosamente ordenado, es deleitarse con su aroma y sus colores, y a los comerciantes les puede servir como reclamo para que más de uno caiga en la tentación y entre a comprar.

En Pamplona, si en décadas pasadas era muy común sacar los sacos de legumbres a granel a la calle y las cajas de sardinas viejas (cabe recordar casa Azagra, en la calle Zapatería, o Casa Casla, en Calceteros), en las últimas épocas no estaba permitido sacar los productos alimenticios a la calle. Sí, por ejemplo, se ven flores y algún otro elemento decorativo que colocan los comerciantes para dar vida a sus negocios, pero poco más. A partir de ahora, será posible.

El pasado 14 de agosto salió publicada en el Boletín Oficial de Navarra la modificación de la Ordenanza municipal de Higiene Alimentaria, que ya ha entrado en vigor y recoge, en su artículo 10 bis que “los establecimientos de frutas y verduras podrán exponer sus productos fuera de la sala de ventas, siempre que estén colocados a más de 80 centímetros del suelo y alejados de cualquier foco de contaminación que pueda hacerlos no aptos para el consumo humano o nocivos para la salud”.

OPINAN LOS FRUTEROS La noticia ha sido bien recibida por los propietarios de establecimientos de frutas y verduras de la capital, aunque algunos consultados se muestran escépticos con dos cuestiones: con la contaminación que, en determinadas calles con tráfico, puede afectar a la calidad de los productos, y con el hecho de que el Ayuntamiento vaya a cobrar una tasa por sacar estos puestos a la calle. “Con la de tasas que tenemos que pagar, esta es otra más”, opinaba ayer Carlos Fuentes, propietario de Frutas Carlos, en San Antón, 45, un negocio que lleva abierto ya 25 años en el Casco Viejo. “La verdad es que extrañaba que en otras provincias ya llevaran mucho tiempo, y Pamplona no, y que ahora se haga con una tasa”. Fuentes opina que “las frutas y verduras lucen mucho la calle”, y recuerda que en San Antón los comerciantes ya se movilizaron para decorar la calle: “hace unos cinco o seis años, comenzamos a colocar, junto con la Asociación de Comerciantes, macetas junto a las tiendas, y la gente venía a darnos la enhorabuena porque decoraba la calle y quedaba muy bonito”. El Ayuntamiento “nos pidió pagar una tasa, y claro, lo tuvimos que dejar a los meses”.

Carlos Fuentes no piensa en acogerse a la ordenanza y sacar las barcas de fruta a la calle. Su escaparate le permite que el género sea visto por la clientela, y, de paso, lo protege de la contaminación: “San Antón es a veces una autopista, del tráfico que hay”. Fuentes opina que “como pasa en Donostia, la fruta fuera, con la luz del día, llama mucho la atención”, pero “yo no tengo intención de sacarla”.

Metros más arriba, en San Antón, 5, Marce Lizoáin, de frutas Huerto Fresco, un grupo de la Cooperativa AN que tiene 13 establecimientos en Pamplona y su Comarca, valoraba la iniciativa: “como reclamo, sacar las frutas y verduras a la calle es estupendo, y permite que la gente vea el género y compre; de hecho, en Donostia da gusto ver las calles”, señaló, aunque también era de la opinión de el riesgo sanitario para la fruta y la verdura: “los coches, la gente que pasa, toca y fuma, los perros... La verdad, no garantiza la higiene”, pero “sí podrían sacarse frutas de piel dura”, opinaba, como tipo naranjas, piñas, plátanos...

UN EJEMPLO, FRUTAS IRUÑA Ya ha comenzado a sacar las frutas a la calle y con gran éxito, a tenor de lo espectacular que queda, el establecimiento de Frutas Iruña, que abrió en junio en Carlos III, 67, de la mano de Rafa López-Etayo. Frutas Iruña lleva 30 años en Pamplona, y cuenta con otros dos locales (Sancho el Fuerte y Sandoval). Eduardo López-Etayo, propietario del comercio de Sandoval 2, afirma que en su caso “es imposible sacar las frutas y verduras a la calle, porque en esta zona se mean los perros de los vecinos y no puedo arriesgarme”. A su juicio, la iniciativa “es interesante, y en otras ciudades, Donostia, Vitoria... nos llevan años de ventaja”, pero “en mi zona sería interesante que el Ayuntamiento hiciera cumplir otras normas sanitarias, como la de los perros”.

Fruteros interesados. Según fuentes de Inspección Alimentaria, hay cierto interés entre los propietarios: “están esperando a que ya se pueda sacar la fruta para hacer un reclamo más y que el género sea visible”.

0,54

Euros/10 m2 al día. La tasa a pagar por la instalación de estos expositores ya está contemplada en el epígrafe 1 (cuadro 1.11.1) de la ordenanza fiscal que regula la ocupación de vía pública. Dependiendo de la zona, puede oscilar entre 0,54 y 1 euro por 10 m2 y día. En el caso más barato, y para un expositor de 1 m2, costaría 19,71 euros al año. La solicitud hay que hacerla al área de Seguridad Ciudadana.

Gabriel viedma “Es positivo, siempre con medidas sanitarias”

El concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Gabriel Viedma, valoró “muy positivo y estético la instalación de estos expositores en la calle”, siempre que se haga “con condiciones sanitarias”, y se respete el “paso de peatones y personas invidentes”.

3.718

Comercios al por menor de frutas, verduras, hortalizas y tubérculos hay contabilizados en Pamplona, según el último análisis de diciembre de 2013 del área de Comercio. En el último semestre del año pasado, se habían dado de alta 61 nuevos establecimientos bajo este epígrafe.