pamplona - En los primeros 11 meses del año pasado y según datos recogidos en las memorias del Ayuntamiento y publicados en prensa, el servicio municipal de grúa retiró de la vía pública en Pamplona un total de 10.194 vehículos. Tres años antes, en 2011, esa cifra se situaba en 13.078 utilitarios en el conjunto de los 12 meses del ejercicio, es decir, un 28% más de retiradas que las cifras adelantadas del año pasado.
Y sin embargo esa caída se ha convertido en desplome en los primeros meses de este año: si en enero se retiraban de la vía pública 866 vehículos, en febrero esa cifra caía hasta los 59, es decir, un 93,2% menos. La razón oficial que explicaría este descenso sería el hundimiento, el pasado 7 de febrero, de parte del Parking de la Audiencia con la consiguiente clausura del depósito municipal de grúa ubicado en la última planta de esa infraestructura. Pero, ¿y si hubiera otra razón que explicara este brusco descenso?, ¿y si esa razón apuntara a que una buena parte de las retiradas de vehículos en Pamplona son ilegales?
Así al menos lo señala un informe elaborado por agentes adscritos al área de Tráfico del Ayuntamiento de Pamplona que, teniendo en cuenta el parque móvil que existe en la capital navarra, apunta a que aproximadamente la mitad de los vehículos retirados por la grúa municipal lo fueron de forma irregular. La razón es tan sencilla como que las grúas que utiliza la empresa Dornier, subcontratada ininterrumpidamente desde 1995 por el Ayuntamiento para gestionar este servicio, no cumplirían los requisitos básicos para cargar con buena parte de los coches que son retirados y llevados al depósito municipal.
Este informe, al que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS, está en manos de los responsables de Tráfico desde finales de febrero. Este periódico consiguió contactar con su autor quien, no obstante, no quiso hacer declaraciones y nos remitió a sus superiores para cualquier valoración.
Limitaciones Tras desarrollar hasta cinco análisis prácticos diferentes (haciendo cálculos sobre la retirada de diferentes tipos y marcas de vehículos), el informe asegura que “podemos intuir que todas las furgonetas, todo terrenos, monovolúmenes, la mayoría de las berlinas de tres volúmenes o familiares y vehículos de alta gama son excluidos de ser transportados por nuestro servicio de grúa ya que sobrepasan el MMA (peso total del conjunto grúa-carga) para el cual ha sido concebido y reflejado en la Tarjeta de Características Técnicas”.
En otras palabras, las grúas que operan en Pamplona no tienen la capacidad legal para transportar los vehículos de mayor tonelaje, con lo que podría darse la circunstancia de que cientos (si no miles) de ciudadanos podrían reclamar al Ayuntamiento la devolución del importe que les cobraron por rescatar sus coches. La pregunta entonces es clara: si se diera el caso ¿quien debería devolver ese dinero? En teoría y según el pliego de condiciones de la última contrata, es Dornier quien tendría que haber asegurado un servicio que cumpliera con las taras legales, pero también es verdad, según expertos en derecho administrativo consultados por este periódico, que la orden de retirada no la cursa Dornier, sino la Policía Municipal.
Mandato Pero al margen de hipótesis sobre posibles reclamaciones, los datos son los que son: Dornier cuenta en la actualidad con una flota de grúas compuesta por nueve vehículos, todos de la marca Nissan, de tres modelos diferentes: Cabstar, Nabara y Patrol. Según el referido informe, “contando los diferentes vehículos grúa disponibles, tenemos un margen de peso de entre 690 y 740 kilogramos para cargar un vehículo”, circunstancia que limita sobremanera la capacidad para retirar utilitarios.
Dado que el sistema de recogida en los tres modelos se sustenta en palas elevadoras, el cálculo que realizan los autores del informe es el de la tara de los vehículos tractores (el peso de las grúas) más aproximadamente la mitad del peso de los coches retirados (el que correspondería a la carga que recae sobre el eje delantero). El resultado, según el informe, es concluyente: ninguna furgoneta, ningún todoterreno, ninguna berlina y la mayor parte de los coches familiares o de alta gama, no podrían ser legalmente transportados por las nueve grúas de Dornier. Sólo los utilitarios más pequeños y algunos vehículos familiares ligeros podrían ser cargados.
El informe concluye que “es necesario adecuar la unidad y los medios a las condiciones requeridas por el servicio diario”.
Nissan Cabstar, del año 2003. Dornier cuenta con tres vehículos de este tipo dados de alta en 2003. En sus características técnicas consta que tienen una tara de 2.770 kilos y un MMA de 3.500. El informe concluye que “la masa máxima suspendible en pala es de 500 kilos”. Es decir, lo máximo que podría transportar son vehículos 1.150 kilos “o 1.430 en transporte especial”
Nissan Nabara, del año 2003. Según este informe, el servicio de grúa posee un vehículo de estas características matriculado en 2003 y que “cuenta con una tara de 2.810 kilos y una MMA de 3.500 kilos”.
Nissan Patrol, de 1996 y 1999. Cinco vehículos cuya fecha de matriculación oscila entre 1996 y 1999. Tienen una tara de 2.460 kilos y una MMA de 3.200 kilos. “La carga máxima en pala es de 660/360 kilos con o sin ruedas auxiliares”, dice el informe.
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Años de servicio. Según datos oficiales del propio Ayuntamiento el primer contrato entre el Consistorio y Dornier para que esta empresa se hiciera cargo de la grúa data de 1995. Desde entonces la contrata se ha ido repitiendo a través de diferentes ampliaciones de contratros y concursos. Dornier llegó a cobrar casi 1,3 millones anuales por esta gestión a mediados de la década pasada.
No hay cepos. El informe entregado a los responsables del área de Tráfico dentro de Policía Municipal a finales de febrero asegura que la alternativa a mover los coches por parte de la grúa sería inmovilizarlos, pero “hoy en día el Servicio de Grúas tampoco cuenta con ningún cepo, así que las alternativas para vehículos de tara elevada son nulas”.
223.140
Euros al año por alquilar el depósito. Es lo que en 2014 pagó el Ayuntamiento a la empresa Aparcamiento San Roque SL por el alquiler de la cuarta planta del parking de la Audiencia.