pamplona - La ciudad se renueva y no sólo sus instituciones. El Club Deportivo Larraina es el único de la ciudad que no permite que las mujeres sean socias, un veto que puede tener los días contados. Tras un proceso de debate que se inició hace tres años, la agrupación ha convocado a sus socios a participar en una asamblea extraordinaria (15 de noviembre) para informar sobre el cambio de estatutos propuesto por la junta. La principal novedad es el acceso de la mujer como socia. Ya en 2012 Larraina permitió la entrada de mujeres a sus instalaciones para hacer deporte, creando la figura de usuaria deportiva.

No obstante, las nuevas usuarias tenían que acudir a “algunas instalaciones” acompañadas de un socio.

En los anteriores estatutos quedaba claro que “la sociedad se compone de varones”, ahora se establecen nuevas categorías de socios y sociales (de honor, de número y senior, juveniles e infantiles y temporales). A su vez, la junta directiva admitirá obligatoriamente como socios al cónyuge, pareja de hecho y los familiares por consanguinidad o afinidad hasta el segundo grado del socio de número, “siempre que no se haya llegado al número de socios” que la asamblea determine, en función del espacio y servicios. También será admitido como socio de número aquel que, “reuniendo los requisitos estatutarios para serlo, otro socio de número le hubiere concedido su condición de tal”. Para ser socio se requiere cumplir en el año de la solicitud 22 años o más (socio de número, y de 18 a 21 para ser socio de número senior (las cuotas son inferiores a los socios de número y superiores a los juveniles), de 16 a 17 años para ser socio juvenil, y de 2 a 15 años, ambos inclusive, para ser socio infantil. Hasta ahora, los socios infantiles son aquellos hijos de socios comprendidos entre los seis y diecisiete años, ambos inclusivos. Podían asimismo solicitar su ingreso como socios infantiles los hijos de “hija de socio”. El número de socios será el que la asamblea determine, pudiendo ser limitado por acuerdo de la junta directiva, que deberá ratificar la asamblea general.

“Desde la junta directiva queremos subrayar la importancia de esta modificación estatutaria que viene a formalizar legalmente un proceso de apertura del club que se está llevando a cabo en los últimos años. Un proceso que ha permitido mejorar notablemente la situación del club, al haber frenado la caída de socios, aumentando notablemente la actividad en nuestras instalaciones y que también ha tenido una influencia positiva en nuestras cuentas”, abunda.

viabilidad “Estamos convencidos de que si queremos seguir mirando al futuro de manera optimista, debemos reflejar estos cambios en unos nuevos estatutos que, además de posibilitar la incorporación de mujeres como socias del club, servirán para mejorar el control por parte de los socios hacia la junta directiva; además, se incluirá el reconocimiento de algunos derechos de los socios no contemplados en los antiguos estatutos”, comentan. En los últimos años la junta directiva ha trabajado, asegura su presidente, Carlos Rodríguez Espinosa, en la web del club privado, en “un plan estratégico cuyo objetivo es garantizar la viabilidad del club y ofrecer a los socios los mejores servicios”. “Las medidas tomadas hasta ahora para flexibilizar la entrada en el club, bien como socio o usuario/usuaria deportivo, así como el impulso a las actividades deportivas, han dinamizado nuestro club al tiempo que hemos conseguido equilibrar las cuentas”, abunda. Los socios pudieron acceder a la propuesta de la directiva y presentar alegaciones a los nuevos estatutos, correcciones o sugerencias hasta el pasado 31 de agosto.

Desde 1933. Este club es exclusivo para varones desde que fuera fundado en 1933. A las puertas de cumplir los 82 años, Larraina es el único club del país que limita el acceso como socios a los varones. En 2007 tenía 1.300 socios.

Expulsión de un transexual en 2007. La expulsión de una transexual provocó en 2007 airadas reacciones políticas. IUN-NEB exigió la retirada de cualquier ayuda o subvención pública a Larraina “por su actitud machista y homófoba. Todos los grupos de la oposición, tanto en el Ayuntamiento de Pamplona como en el Gobierno foral, exigieron medidas para evitar exclusión por cuestión de género. El transexual se hizo socio invitado por un sector que pedía aperturismo. El club alegó que el despido se produjo por el impago de una cuota.