El pequeño comercio del Casco Viejo de Pamplona es unánime al afirmar que la libertad horaria y de apertura que supondría considerarlo Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) no les beneficiará, ni aumentará sus ventas. Tras superar las 600.000 pernoctaciones el pasado año, el Ayuntamiento tenía la obligación de elegir una ZGAT.

Al conocer los primeros detalles, los comerciantes manifiestan estar más interesados en una mayor promoción por parte del Ayuntamiento: “Podemos abrir hasta tarde, pero la gente seguiría sin venir. Se ha potenciado el turismo de disfrute y poteo, pero el comercio tradicional se ha ido perdiendo”, afirmó Juani Ruiz, trabajadora de Layana en la calle Calceteros, que aboga por recuperar el antiguo modelo de comercio. Esto es algo que corrobora Eugenia Cayuela, propietaria de la tienda Ortega situada en la calle Mayor, que añade: “Abrir más horas supondría contratar más personal y no todos podemos permitírnoslo. Lo que queremos son ayudas para seguir abriendo comercios en el Casco Viejo y poder mantenerlos”.

Eugenia Cayuela, cuyo establecimiento cuenta con 115 años de antigüedad, considera importante el hecho de facilitar la entrada a la zona que asegura “está aislada y nadie quiere pagar parking. Por eso la gente prefiere las grandes tiendas, que están mejor situadas”.

Otros comerciantes, como es el caso de Ana Vilches, propietaria de la tienda Ébano en Mercaderes, aseguran que la medida no supondría ningún cambio: “Nosotros abrimos todas las horas y días que queremos, pensábamos que esa libertad ya existía”. Además, añade que su clientela siguen siendo primordialmente vecinos de Pamplona y que el turismo apenas supone beneficio debido a la premura de sus visitas: “Yo vendo lo mismo en San Fermín y en agosto, la gente o viene a las fiestas o a tomar cuatro fotos el resto del año. Las tiendas apenas las perciben”.

Algo en lo que coinciden es que la libertad de horarios generaría contrataciones precarias de un personal ajeno a la “esencia” del pequeño comercio como es el trato personalizado y la atención plena.

Un propietario de una tienda de la Estafeta, además, afirma que más que beneficiar, la medida podría perjudicar al pequeño comercio: “Al final las grandes cadenas se harían con la forma de abrir en la zona y contra eso no podemos competir, nos cerrarían a todos”. También añadió que la gente pasa por el Casco Viejo pero no compra en las tiendas, se centra en los bares: “Si es una zona de turismo tenemos que explotarnos como turismo y estar abiertos por la noche, pero pasará la gente y no nos comprará nada porque no lo consideran un lugar de compras como puede ser Carlos III . Hoy han pasado cinco excursiones y no ha entrado nadie”.

Los comerciantes aseguran que el pequeño comercio está en declive, que en los últimos años cada vez se cierran más establecimientos, y que el turismo pamplonés lo lideran los bares. Por ello piden una mayor promoción comercial de los establecimientos, mejores accesos a la zona, así como unos horarios fijos más acordes al día a día de los ciudadanos.