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Churros, patxaka y txistus para Paulina

La dueña de la churrería de la calle Mañueta festejó, junto a familiares y amigos, sus 95 años y los 145 del negocio

Churros, patxaka y txistus para PaulinaPatxi Cascante

Que una churrería cumpla 145 años y su dueña, 95, es motivo de celebración. Ayer, el establecimiento de la calle Mañueta, con una inédita apertura, regaló churros y un chupito de patxaka, su especialidad, a los vecinos y vecinas de Pamplona que pasaron por allí. Además, la asociación Euskal Herriko Txistulari Elkartea Nafarroa quiso homenajear a Paulina Fernández, su propietaria, imponiéndole su medalla. “Se han aunado una serie de circunstancias que han hecho perfecta la ocasión”, explicó Patxi Rodríguez, presidente del colectivo.

De esta manera, Paulina, acompañada por su familia y sus amigos, pudo disfrutar del cariño que los pamploneses y pamplonesas que les reclaman año tras año le brindaron. A las 8.00 horas, los hornos del negocio se pusieron en marcha a la espera de los txistularis que llegaron alrededor de las 10.00 para dedicarle varias canciones populares, como un Zortziko. “En la familia Elizalde también hay dos txistularis activos y comprometidos”, esclareció Rodríguez. Uno de ellos, Pepe (cardiólogo en la Unidad de Cuidados Intensivos, responsable de la Unidad de Transplantes y pelotari) tuvo un accidente no hace mucho y, después de un tiempo en coma, ayer pudo tocar una de las obras con el grupo. “Este es otro de los muchos motivos que hubo para que fuese un día especial”, continuó Patxi.

La dueña de la churrería, que recibió el año pasado el primer Pañuelo de Pamplona durante la celebración del Privilegio de la Unión, pudo compartir la mañana con Javier Pagola, quien recibió el mismo reconocimiento: “Ambos han posado juntos. Cualquiera no recibe este tipo de distinciones”, sentenció el txistulari.