pamplona - La receta de una tortilla de patata está en el manual básico de cocina de la gran mayoría de hogares. Juana Fernández Fernández tiene la suya propia y es, desde ayer, una tortilla con premio.

El Zentral acogió ayer la I Edición del Nafar Tortillaren Eguna, un concurso de tortillas con los ingredientes tradicionales usados en nuestra comunidad. A la cita, organizada por Kukubat junto al Gobierno de Navarra, se presentaron 15 tortillas que fueron analizadas por un jurado formado por Angelita Alfaro, escritora y periodista, Jorge Goicoechea, hostelero, y Luken Vigo, del restaurante Baserriberri.

La ganadora, Juana Fernández Fernández, recibió un premio de 300 € y una cesta de comida. Junto a ella, Irati Lara Virto recibió el segundo premio, valorado en 200 € y en tercer lugar, Cristina Corredor Gómez fue premiada con 100 €.

“Me enteré del concurso dos días antes porque me lo dijo mi vecina y me animé”, señaló Fernández, que ya había participado en otras competiciones culinarias. “Me encantan este tipo de cosas y el ambiente que se vive. Y además, si ganas, pues mejor todavía”, comentó muy agradecida Fernández.

El evento no estaba previsto y fue organizado en el mes de octubre a raíz de unas referencias hacia la tortilla encontradas en unos documentos históricos.

Los encargados de la labor fueron los miembros de Kukubat, que trabajan organizando escapadas de turismo etnocultural en Navarra. Para la organización de una visita guiada, se pusieron en contacto con la asociación Mikoleta y estos últimos comenzaron una investigación sobre el origen de la tortilla.

Son muchas las leyendas en torno al origen de este célebre plato, aunque ninguna cuenta con pruebas físicas fehacientes. Una de ellas cuenta que en los alrededores de Bilbao, en el contexto de la primera guerra carlista, una empleada del hogar le preparó a Zumalacárregui lo que podría tomarse por la primera tortilla. La mujer elaboró una mezcla de patatas y huevos ya que no había otra cosa en el caserío. Al general le pareció una comida buena, barata y nutritiva, por lo que decidió alimentar a la tropa con ella, y así se expandió después por todos los territorios.

Esta información, difícilmente comprobable, despertó el interés del investigador Juan Inazio Hartsuaga, que se puso manos a la obra para recabar la mayor información posible.

Tras profundizar en el tema, Hartsuaga localizó en Navarra la primera mención documentada de la tortilla de patatas. Se encuentra en el denominado Memorial de Ratonera, de 1817, una recopilación de las cartas que navarras y navarros solían introducir bajo la puerta de las Cortes de Navarra para su estudio y debate.

En una de las cartas recogidas en el ejemplar, aparece un párrafo donde se describe por primera vez la tortilla de patata, tal y como la entendemos en la actualidad: “? dos o tres huevos en tortilla para cinco o seis, porque nuestras mujeres la saben hacer grande y gorda con pocos huevos, mezclando patatas, atapurres de pan u otra cosa”.

Este descubrimiento generó en Kukubat la necesidad de organizar un acto conmemorativo y así nació el Nafar Tortillaren Eguna. “Nos enteramos de la efeméride en octubre y teníamos dos opciones: no hacer nada y dejar pasar el 200 aniversario o hacer algo modesto y pequeño”, señaló Hartsuaga.

El investigador admite que las dimensiones del acto se han visto limitadas por la falta de tiempo pero confía en su mejora y progreso en años próximos: “Es una edición de emergencia pero en el futuro esperamos crecer e incluso poder celebrarlo en otras localidades navarras”.

La intención de Kukubat con esta iniciativa es doble, según Hartsuaga. Por un lado, que la gente conozca qué es la tortilla navarra y cómo se hacía hace 200 años, y por otro, dar a conocer un dato realmente significativo pero profundamente desconocido por la mayoría de navarros.

Por este motivo, todas las tortillas presentadas ayer en la primera edición de esta jornada conmemorativa debían ser elaboradas mediante la técnica utilizada dos siglos atrás en nuestra comunidad. “Además, desde el punto de vista gastronómico se trata de un plato que admite distintas variantes muy interesantes y los participantes del concurso lo han reflejado”, afirma Hartsuaga.