pamplona - Cuentan las malas lenguas y alguna que otra leyenda que la tortilla de patata es un producto tradicional y puramente navarro. Diga lo que diga el resto, parece que fue el general Tomás de Zumalacárregui quien la popularizó para saciar a sus tropas después de que, casi por casualidad y en una de sus batallas, decidiera tomarse un respiro para reponer fuerzas en un alojamiento en el que una humilde ama de casa le preparó un revuelto echando mano de lo poco que tenía: algún que otro huevo, cebolla y patatas.

Le brindó un plato tradicional y popular que el Lobo de Las Amescoas definió como “exquisito y maravilloso”, trasladándolo a sus tropas para que también lo probaran. Consiguió así difundir un manjar que ha logrado hacerse popular no solo en el viejo reino sino en todo el Estado, y es que hoy en día no hay bar que se precie que no tenga, sobre la barra, un buen pintxo de tortilla de patata.

Con el objetivo de mejorar en los establecimientos locales este producto “tan bueno y que tanto nos gusta”, señaló ayer Ana Beriain, presidenta de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra, desde el pasado 16 de noviembre y hasta el 25 de este mes se ha celebrado la tercera edición de la Semana de la Tortilla de Navarra en la que -de manos de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra y en colaboración con Amstel, la Cooperativa de Hostelería, Aceites Sandúa y Huevos Larraz -Reyno Gourmet- han tomado parte 20 establecimientos de la Comunidad Foral con un total de 37 tortillas. Finalizadas las pertinentes catas, la cooperativa de los hosteleros, en Burlada, sirvió ayer de escenario en una entrega de premios en la que no faltaron tortillas de todo tipo y condición, sobre una mesa del jurado en la que, aunque primaban las patatas y el huevo, los ingredientes principales se fundieron también con el ali-oli, el jamón serrano, las setas, el pimiento verde y hasta un formato en bandeja de plata tipo lasagna.

Diferentes estilos y sabores que durante estos días han servido de reclamo para los más hambrientos, pero también para dejar claro que, aunque clásica y habitual, con la tortilla de patata todavía se puede seguir innovando para conquistar los paladares más exigentes.

Han participado edición establecimientos hosteleros “sobre todo de Pamplona”, explicaron los organizadores, aunque también de Tafalla y Guerendiáin. Los premios se dividieron en cinco categorías: la de tortilla de patata tradicional (recayó sobre la Cafetería Elizalde); con más ingredientes (fue para Akari Gastroteka); a la elaborada con aceites Sandúa, para el Bar Monasterio; a la mejor tortilla elaborada con Huevos Larraz (Hotel Yoldi Cafetería) y la mejor tortilla elaborada con producto ecológico de Navarra, que se llevó el Restaurante Don Carlos de Huarte.

“un clásico” “La tortilla es un clásico en todos los bares, es algo que se vende mucho, en el nuestro tiene fama”, valoraban ayer Miguel Ángel San Martín y Paola Andrea Saa, camarero y cocinera del Yoldi. Afirman que el concurso es una forma de “exponerte, para que el que no te conoce te conozca y el que te conoce vuelva. También es un reto para uno mismo, para mejorar”, explicaban.

Desde el Don Carlos están acostumbrados a retarse. “Solemos hacer concursos internos a la mejor tortilla y al mejor pintxo, somos diez cocineros y cada uno hizo una tortilla. Txema, que lleva ya 9 años, hizo la de alcachofa y yo la ecológica. La cebolla es de Huarte, la patata de Aribe... Tenemos huerta y nos gusta poner algo nuestro”, confesaba el cocinero Jon Monterroso.

Javier Zarranz y Goiza Isiegas, a pesar de presentarse por primera vez -Akari Gastroteka subió la persiana hace apenas tres años- , se hicieron con el premio por la mejor tortilla ‘con’, en este caso el jamón ibérico y el ali-oli, también otro clásico. “Todo suma, estamos muy contentos. El año pasado nos presentamos a la Semana del Pincho y sacamos un par de premios, se hace lo mejor que se puede y un reconocimiento siempre se agradece. Vendemos muchos pintxos pero los de tortilla reciben muy buenas críticas, nos pareció algo que iba acorde a nuestro local”, decían.

El de la tradición, un reconocimiento también a la sencillez y el buen gusto, lo recibió Jorge Elizalde, que se presentaba por primera vez. Valora que la tortilla de patata gusta tanto “porque es muy fácil asociarla con la comida de casa, con la madre y lo familiar”. Esa es la que más le gusta a él.

En su receta, señalaba, influye “el cariño que le puedas poner pero también la manera de hacerla: cocinarla con su propio aceite, dejar la cebolla con un puntito dorado, y que la materia prima sea de calidad. Y cuanto más se simplifique, mejor”.

El jurado estuvo conformado por Jorge Ochoa, de El Merca’o de Pamplona, actual ganador de la XX Semana del Pincho de Navarra 2018 y del Campeonato de Pinchos de Euskal Herria 2018; Juan Flamarique de Le Petit Comité, ganador de la XVII Semana de la Cazuelica 2018; y Verónica Montespier del Bar Garés de Puente La Reina, semifinalista de la XX Semana del Pincho de Navarra y ganadora en el Campeonato de Pinchos de Euskal Herria al Mejor Tratamiento de la Verdura. Presidieron la cita acompañando a Beriain el Gestor Manager de Navarra y Gipuzkoa de Heineken España, Santiago Guillermo Sayas; el presidente de la Cooperativa de Hostelería, Santiago Enciso; la responsable de comunicación de Aceites Sandúa, Cristina Aragonés; el responsable de Huevos Larraz-Reyno Gourmet, Esteban Atxa; y la responsable de comunicación de CPAEN-Navarra Ecológica, Andrea Lecumberri.