El edificio industrial más icónico de la Rochapea, símbolo de la historia reciente del barrio y de Pamplona, está llamado a convertirse otra vez en un polo de atracción.

Treinta lofts, una residencia de ancianos, gimnasio, un restaurante panorámico, una zona comercial que incluye un supermercado y una docena de locales, un espacio verde de unos 5.000 metros cuadrados junto a la avenida de Marcelo Celayeta y la previsión de construir viviendas son las intervenciones que forman parte del futuro más inmediato de este emblemático edificio.

Si a mediados del siglo pasado fue el motor del barrio por la fábrica de sedas que generó centenares de puestos de trabajo, ahora lo será gracias a las energías renovables, dentro de un proyecto de rehabilitación (Open Lab) financiado con fondos de la Comisión Europea.

Son cinco millones de euros destinados a convertir a la Rochapea en un distrito verde y llevar a Pamplona a la vanguardia de las energías renovables, con una serie de actuaciones que inicialmente se centrarán en el edificio Matesa-Iwer y en dos portales de viviendas de San Pedro.

Aparcamiento en superficie

El proyecto en Matesa incluye en sus casi 46.000 metros cuadrados de superficie construida (no todos contemplados en el horizonte temporal del proyecto Open Lab) una zona comercial, un centro fitness, un planta loft con una treintena de espacios de 40 metros cuadrados cada uno. Además, el edificio dispondría de una zona de 10.437 metros cuadrados de aparcamiento con 338 plazas.

También está prevista la construcción de un centro para personas mayores, con la firma de Healthcare.

La residencia se desarrollará en planta baja y dos alturas, con un total de 130 plazas, distribuidas en 109 habitaciones, de las cuales el 80% serán individuales. Se organizará en 9 unidades de convivencia de entre 14 y 15 plazas, que contarán con sala de estar y comedor independiente.

El edificio contará con espacios abiertos y zonas ajardinadas para el disfrute de los usuarios y sus familias. El volumen del edificio y sus acabados exteriores permitirán un edificio integrado totalmente en la zona, con fácil accesibilidad al mismo y que dispondrá de plazas de aparcamiento sobre rasante.

Una plaza verde en vez de hormigón gracias al vecindario

Gracias a la aportación vecinal, la gran plaza que se generará entre el edificio principal y la avenida será zona verde y se cambiará la ubicación de la fuente prevista, según explicó este jueves Rufino Hernández, del estudio de arquitectura HHS Asociados, uno de los socios de Open Lab.

Una recreación de la plaza que se generará frente al edificio, que finalmente será una zona verde por demanda vecinal. Diario de Noticias

El proceso para llegar aquí no ha sido sencillo. José Costero, director de la Oficina Estratégica del Ayuntamiento, recordó que el proyecto presentado por Pamplona fue uno de los 3 seleccionados por Horizon 2020 – Green Deal Call - Edificios eficientes en energía y recursos, un programa de la Comisión Europea que se centra en desarrollar el Pacto Verde Europeo.

“Se presentaron 114 proyectos y seleccionaron solo a 3. En nuestro caso, obtuvimos la máxima puntuación y la Comisión Europea valoró la propuesta de intervención conjunta en un antiguo edificio, Matesa-Iwer, y en 12 viviendas de San Pedro”.

Open Lab busca que se identifiquen paquetes de soluciones replicables y comercialmente viables que permitan crear barrios que produzcan más energía de la que consumen.

Deben ser vecindarios en contextos urbanos que estén integrados en un sistema energético local como un centro activo de micro-energía.

Un proyecto compartido con dos ciudades de Bélgica y Estonia

Por requerimiento de las bases del programa, Pamplona se presentó junto a otros dos ciudades europeas con demostradores diferentes: la ciudad belga de Genk (en un barrio con casas adosadas) y en Turk, Estonia, en una zona urbana con grandes edificios de la era comunista.

"El objetivo del proyecto es probar en 3 ciudades europeas soluciones diferentes. Fuimos elegidos entre 114 propuestas"

José Costero - Oficina Estratégica del Ayuntamiento

“La idea es probar en las tres ciudades combinaciones de diferentes productos, tecnologías y servicios listos para salir al mercado y estudiar su desempeño como un sistema operativo único” explicó el responsable de la Oficina Estratégica del Ayuntamiento. 

Los presupuestos del equipo ascienden a unos 20 millones de euros, de los cuales cerca de 5 millones de euros se destinarán directamente a actuaciones en Pamplona. En concreto, las acciones que llevará a cabo el Consistorio contarán con una aportación de 1.217.205 euros, subvencionados al 100% por la Comisión Europea.

Inicio de las obras, en febrero o marzo

Se prevé que la ejecución del proyecto tenga una duración de 4 años, aunque la residencia podría estar concluida. El objetivo es iniciar las obras a principios del próximo año.

El objetivo es aplicar técnicas innovadoras de rehabilitación energética en estos edificios y realizar una gran instalación de energía fotovoltaica que suministre electricidad, tanto a esos edificios, como al conjunto del barrio, mediante la creación de una comunidad energética.

Desde el punto de vista estratégico, el edificio de Matesa, que actualmente es soporte de actividades de negocio y que alberga espacios de formación vinculados al acceso a nuevas tecnologías, puede convertirse en una llave para la renovación del barrio de Rochapea.

El proyecto, desde el punto de vista energético, avanzará en esa línea integrando en un primer momento en Iwer una planta energética de 900 kWp iniciando la senda hacia un barrio con superávit energético, en un contexto nuevo de economía post-industrial.

Los 1,2 millones de euros del Ayuntamiento de Pamplona se destinarán principalmente a actuaciones de rehabilitación energética innovadora en 12 viviendas sociales de alquiler del grupo de viviendas de San Pedro.

Paneles en la cubierta del edificio

Por un lado, se colocarán paneles fotovoltaicos para generar energía renovable, cambiando la cubierta del edificio, así como el aislamiento interior, nuevas instalaciones de climatización y se instalarán dispositivos de acumulación de energía.

Por otro, se implantarán técnicas innovadoras de seguimiento y monitorización, tanto de lo relativo al balance energético de las viviendas, como a determinar y mitigar los trastornos ocasionados a los ocupantes y vecinos (ruido, etc.). La propuesta prevé disponer de puntos de recarga para vehículos eléctricos en las inmediaciones de los edificios rehabilitados.

Los edificios del Grupo San Pedro que participen en el proyecto se conectarán física o virtualmente con el complejo de IWER para constituir el germen del Distrito Positivo de Energía Verde, posibilitando los intercambios energéticos y el balance de la red.

Asistentes al foro de barrio de la Rochapea, celebrado recientemente. Oskar Montero

Con la finalidad de incrementar el potencial de adopción de las soluciones desarrolladas a lo largo del proyecto, los usuarios finales intervendrán activamente en el desarrollo de éstas; específicamente a través de talleres de trabajo organizados por el Ayuntamiento de Pamplona.

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El Consistorio pondrá en marcha, además, una oficina energética de barrio que dinamice la creación de una comunidad energética.

Asimismo, realizará acciones de sensibilización de la ciudadanía y de entidades asociativas de barrio para conseguir su participación activa y adhesión al proceso de transición energética realizará acciones de Innovación Social y diseminación local del proyecto y participará en las reuniones de trabajo del proyecto.