Este Viernes Santo se celebra el acto principal de la Semana Santa pamplonesa: la procesión del Santo Entierro de la Hermandad de la Pasión. A las 19:30 horas, el Hermano Guión saldrá de la sede de la hermandad, situada en la calle Dormitalería del Casco Viejo, y marcará los tiempos de la procesión con su bastón, el antiguo báculo del prior.
Los 12 pasos y las cerca de 2.000 personas que conforman la procesión del Viernes Santo recorrerán la Bajada de Javier, Compañía, y la calle Curia hasta alcanzar la Catedral de Santa María la Real. Allí, se incorporarán El Cristo Alzado, el clero de San Agustín, los concejales del Ayuntamiento de Pamplona, la banda de Música La Pamplonesa y La Dolorosa, que desde el viernes 31 descansa en el interior de la catedral. Al termino de la procesión, a las 22:30 horas, La Dolorosa regresará a la Iglesia de San Lorenzo.
Con La Pamplonesa y La Dolorosa incorporadas, la procesión proseguirá por Navarrería, Mercaderes, Plaza Consistorial, San Saturnino y la calle Mayor. Los pasos regresarán a la Hermandad de la Pasión por el paseo Doctor Arazuri, San Antón, Zapatería, Caldereros, Mercaderes, Calderería y Dormitalería.
‘Los Dolores de María’
Como novedades, este año se estrenará la Banda de Tambores de la Hermandad de la Pasión, que se situará entre los pasos de La Cruz a Cuestas y La Caída. También procesionarán por primera vez Los Siete Dolores de María, un grupo de feligresas de las Hermanas de la Soledad que acompañarán a la Virgen con una túnica blanca y unos estandartes negros donde se han bordado los siete dolores de María: La profecía de Simeón, El Niño perdido en el Templo, María se encuentra con Jesús camino al Calvario, Jesús muere en la Cruz, María recibe el Cuerpo de Jesús al ser bajado de la Cruz y Jesús es colocado en el Sepulcro.
El domingo de Pascua, la Hermandad de la Pasión estrenará un nuevo paso, la imagen del Cristo Resucitado, obra del escultor sevillano Rafael Martín que ha costado 18.000 euros.
Se trata de una talla en madera de cedro y policromada al óleo con una envergadura de 183 centímetros. El Cristo Resucitado sustituirá al paso del siglo XVIII cedido hasta ahora por la Catedral.
La imagen, explican desde la Hermandad, representa la “glorificación de Cristo como arquetipo de perfección”. Cristo, que se alza en pie y con los brazos extendidos sobre una tumba cerrada, se revela “no solo como el Cristo Redentor que ha vencido a la muerte tras sacrificarse por amor, sino como el Dios amable que abraza la humanidad”. El escultor también ha tallado con detalle las heridas de los clavos en las muñecas y en los pies y las cicatrices de la flagelación en la espalda.
El sábado 1 de abril, el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, bendijo la imagen del Cristo Resucitado, en la sede de la Hermandad de la Pasión. Hacía 71 años que la entidad religiosa no contaba con un paso nuevo. El último, La Caída, databa de 1952.
