Hola personas, ¿cómo va el verano?, de momento parece que se aguanta con facilidad, ¿no?

Yo, aquí sigo, como Paco Martínez Soria en aquel peliculón de 1970, digno de un Oscar: Don Erre que erre. Así que seguiré insistiendo en el enojoso tema del parking de la Plaza de la Cruz (ellos prefieren llamarle de la calle Sangüesa).

En la anterior entrega hablé desde el punto de vista personal, como vecino de esa zona del ensanche que ha crecido en esa plaza, como vecino al que le duele que talen unos árboles que grandes o pequeños, bonitos o feos, de especies raras o comunes, sanos o “enfermos” son nuestros árboles, ahí han estado, ahí están y ahí queremos que sigan estando.

Hablé también de la poca necesidad que de la infraestructura en cuestión había, no di números porque los desconocía, pero se apunta desde asociaciones vecinales, que sí los manejan, que son 1.700 las plazas de garajes que están disponibles en la zona, o que lo podrían estar, ya sabéis aquello que nos enseñaban en el cole de la potencia y el acto. ¿A qué viene entonces habilitar 300 más? La cosa es extraña. Este proyecto es heredero de otro que hubo en 2008, ocupando el sillón la alcaldesa Barcina, y que se diseñó para ser realizado en la Avda. de Galicia, ubicación millones de veces más idónea que la ahora elegida, se apuntaron unos cuantos vecinos, dieron una señal de 150 euros y la cosa no llegó a nada, todo quedó en agua de borrajas. A los años, y tras reclamación por parte de los interesados, que no de forma automática, la señal fue devuelta y el asunto zanjado. Parece ser que muy al tiempo, unos cuantos vecinos retoman la idea y la relanzan, pero esta vez con distinto emplazamiento y eligen para ello la calle Sangüesa y la Plaza de la Cruz, no pudieron tener peor idea, pero a alguien le pareció bien y ante la lista de solicitantes presentada se les dio luz verde. Pero resulta que dicha lista, según me dicen, es la que se presentó en 2008, y en la que curiosamente se encuentran personas fallecidas, personas que ya no tienen coche y personas que ya no tienen interés en la plaza de garaje porque ya han solucionado ese asunto en otro lugar o por lo que sea. Si eso no es una irregularidad venga Dios y lo vea. Desde la organización me dirán, como ya me dijeron el domingo pasado, que no tengo ni idea y que miento, de lo primero puede, de lo segundo no. No daré más datos porque, ciertamente no soy el más informado, ni el más indicado, y, haciéndolo, podría meter el remo y podría dar argumentos al enemigo, pero haberlos “haylos”.

El domingo pasado, al salir de votar, me encontré con un hombre fuerte de UPN y estuvimos hablando de este tema. Yo voto en el insti de la Plaza de la Cruz, frente a nosotros estaban los árboles sentenciados, me escuchó con atención y me prometió enterarse bien del asunto, le vi interesado. Soy perro viejo y sé que un político en día de elecciones no ve a una persona con cabeza tronco y extremidades, sino que ve un sobre con una papeleta dentro, pero me dio a la nariz que no mentía, que me escuchaba con sinceridad, me consta que luego le llegó mi ERP, lo que ya no me consta es que lo leyese, quiero creer que sí.

A lo largo de la semana he hablado con muchas personas del tema y he constatado que todo Pamplona está en contra, todo el mundo se echa las manos a la cabeza, todos se hacen la misma pregunta, pero estos… ¿están locos o qué?, ¿qué salvajada van a hacer?, estas palabras son textuales, son las expresiones más usadas. Da igual el estrato social, cultural, la franja de edad, la posición política, da igual todo, nadie, ni uno solo de los interpelados me ha dicho, pues a mí me parece muy bien, me parece un sitio ideal.

Bueno, miento, hay alguien a quién si le debe de parecer bien pero no es una persona es un periódico, no diré nombres porque está muy feo señalar, pero es un periódico que se edita en esta ciudad y no es el que estás leyendo y que el jueves se adornó a toda página con un enaltecimiento, una alabanza, un panegírico del parking de marras. Lo firmaba una chica, a la que no culparé porque hay cosas que te van en el sueldo, y en él enumeraba uno a uno los puntos de fricción que se plantean y explicaba las soluciones que los promotores del proyecto dan, todas ellas maravillosas, ideales, ”35 falsos plataneros de calidad baja o muy baja algunos muy enfermos”… “los ejemplares de la zona mejorarán sus condiciones higrométricas”… “en pocos años volverán a dar sombra”… “así como en la calle San Fermín dotando a esta última de tratamiento residencial y eliminando las plazas de aparcamiento en superficie” etc. etc. etc. Pero… ¿A quién quieren engañar?

El viernes pasado el Ayuntamiento se iba a reunir con los comerciantes de la zona que, digo yo, algo tendremos que decir al respecto, se presentaron unas cuantas firmas, entre ellas la de mi restaurante, pero resulta que como el tema de las asociaciones de comerciantes, vecinos, amigos de los animales, predicadores del séptimos cielo y criadores de rana bermeja del ensanche es una amalgama más difícil de entender que los partidos políticos de La Vida de Bryan, pues tal asunto ha sido un buen hierro ardiendo al que nuestros ediles se han agarrado para no recibir, de momento, a nadie, alegando o insinuando que organizaciones ajenas al comercio pudiesen andar metidas en el ajo siendo esta afirmación falsa. Veamos si esta semana, nos organizamos mejor y hay más suerte.

El viernes también, a las 20 horas, hubo una concentración en la Plaza afectada y se reunió un nutrido grupo de personas, se leyó un sesudo escrito de Javier Armentia en el que él, con muy buen criterio, va más allá de arbolitos sí, arbolitos no, va hasta el final y concluye que la apuesta es vida sí, vida no, y no ya de una forma lejana en espacio y tiempo sino de aquí y ahora, de nuestra vida y nuestro tiempo, de ver crecer a nuestros nietos o no hacerlo. Vivimos en una ciudad pequeña y cómoda, el coche es muy prescindible en la mayoría de los casos, en otros no y se ha de usar, vale, pero con mucho criterio y mucha cabeza, y desde luego a estas alturas de la guerra potenciar infraestructuras a su favor en el centro de la ciudad no van en esa línea.

De esta magna concentración el mentado rotativo tampoco dice nada. Ayyy, se les habrá pasado.

Tengamos los ojos bien abiertos el día menos pensado nace la Asociación de vecinos de la calle Salsipuedes y nos perforan la Plazuela de San José.

Besos patos.

Facebook : Patricio Martínez de Udobro

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