El Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra están trabajando para ampliar la receta deportivo-social a varios barrios de la ciudad. Esta iniciativa, dentro del programa municipal de deporte terapéutico ‘Citius, Longaevus, Fortius’, busca atajar la problemática sociosanitaria de las personas mayores de 45 años en situación de soledad no deseada o que sufren fragilidad, sedentarismo o inactividad física y se ofrece en la actualidad en los barrios de Iturrama, Txantrea y II Ensanche. 

El concejal delegado de Servicios Sociales, Deporte y Salud, Raúl Armendáriz, se ha reunido este jueves con la gerente de Atención Primaria del Gobierno de Navarra, Yolanda Martínez, para abordar la necesidad de ampliar esta propuesta a otros barrios, tras el interés mostrado por varios centros de salud para sumarse a la iniciativa. En el encuentro han participado también la directora de las áreas de Deporte y Salud, y de Relaciones, Ciudadanas, Participación y Mayores, Conchi Mateo, el técnico municipal de Deporte, Daniel Martínez, y la técnica de Gerencia de Atención Primaria, Nuria Goñi. 

La colaboración entre ambas entidades es clave, ya que los centros de salud de los barrios juegan un papel fundamental en la derivación de personas con necesidades deportivo-sociales al programa municipal. De hecho, a través del programa ‘Citius, Longaevus, Fortius’ se les prescribe ejercicio físico y deporte terapéuticos, pero también otras actividades sociales comunitarias para abordar no solo el sedentarismo sino también la soledad no deseada. Son los profesionales de los centros de salud los encargados de ‘recetar’ este programa que, aunque está dirigido a personas de entre 45 y 85 años, se centra fundamentalmente en mayores de 65 años. 

Más de un centenar de usuarios

Para poder participar en este programa, las personas interesadas deben acudir a su centro de salud, donde los profesionales de enfermería, medicina de familia o trabajo social analizarán su caso y le prescriben una receta deportivo-social. Con este documento, son atendidos de forma individualizada por una persona que realiza las funciones de asesoramiento, coordinación y seguimiento, y que es la encargada de pautar qué actividades podrían beneficiarle en su estado, dentro de las propuestas comunitarias existentes. Las recetas tienen una duración mínima de seis meses. Pasado ese tiempo, la persona receptora debe acudir al centro de salud para una valoración médica, que determine si las actividades propuestas han redundado en una mejora de su salud y su estado general. 

Hasta principios de septiembre, se habían emitido 101 recetas. La persona beneficiaria tiene una edad media de 71 años. Son más mujeres que hombres las que han decidido sumarse a esta iniciativa. En concreto, de las recetas emitidas, 74 están dirigidas a mujeres y 27 a hombres. Por barrios, 33 corresponden al II Ensanche, 27 a Iturrama, y 41 a Txantrea. 

Dentro de las actividades propuestas en la receta deportivo-social, están los programas municipales de yoga, gimnasia aeróbica moderna o la iniciativa ‘En marcha’, pero también se puede recetar el uso de los gimnasios urbanos, paseos saludables o talleres de diferente tipo, como los que organiza el Ayuntamiento en colaboración con el Teléfono de la Esperanza, sobre bienestar personal, entre otros.