Ha sido una de las caras más conocidas de la hostelería pamplonesa del Casco Viejo, pero, sobre todo, vecino convencido y comprometido de Alde Zaharra.

Edorta López de Guereñu Sanz ha fallecido este viernes a los 56 años después de una larga enfermedad y deja para el recuerdo su cálida sonrisa detrás de la barra y su fino sentido del humor, que le ha acompañado hasta el final.

Así le recuerdan sus colegas y familiares, quienes destacan también de él su implicación en la vida del barrio, en los movimientos populares y, especialmente, su lucha en la apyma de San Francisco, en aquellos años en los que las escuelas estuvieron a punto de desaparecer.

Edorta López de Guereñu.

Pareja de Mari Mar Gusi, y padre de Tasio y Sara, siempre ha estado vinculado a la hostelería, no en vano su familia regentó el Hostal Bearán y el Bar Iru de San Nicolás.

En los 80 fue camarero del Deportivo, La Granja y el Bodegas Riojanas, para hacerse cargo en los 90 del Mesón de la Navarrería, con otros socios como Txema, Johan, Jaione y Lourdes. Allí trabajó en cocina como, después, en su última etapa, en el Mesón del Caballo Blanco.

Los restos descansan en el tanatorio San Fermín Izarra del II Ensanche y la conducción al cementerio San José para su incineración se desarrollará este domingo, 18 de febrero, a partir de las 11.45 horas.