¿Cómo ha sido su aterrizaje en el área de Acción Social?

Muy ilusionado. Es un ámbito que conozco, donde me ha tocado trabajar y que aparece como una de las prioridades tanto en el acuerdo de programático del gobierno como en el programa de Contigo-Zurekin.   

En su caso, ¿se puede decir que ha tenido una transición ordenada?

Nos habría gustado tener una transición más ordenada, la verdad. Al día siguiente de la moción de censura tuvieron la deferencia de hacernos un relato técnico de la situación, pero nada más.  

¿También se encontró sin folios en el despacho?

No había nada. Visto lo sucedido igual sería conveniente estandarizar para el futuro un proceso de transición establecido normativamente, para que no se repitan estas situaciones, porque el pagano es el ciudadano con retrasos o problemas de gestión.

Ya tenía asumido que no iba a ser una tarea fácil, ¿lo que ha visto hasta el momento empeora o mejora su pronóstico?

Nos hemos encontrado un reto muy serio. Por un lado veo a un equipo de profesionales con muchas ganas de trabajar, aunque también es cierto que vivimos en un momento social en el que tenemos demandas de todo tipo, demandas que tensionan mucho los servicios sociales, sobre todo en el ámbito de la vivienda o en el ‘sinhogarismo’. Tenemos una población cada vez más envejecida, que requiere apoyos para las situaciones de dependencia. Es decir, tenemos unos servicios sociales que claramente necesitan ser reforzados porque las problemáticas que abordan están en fase de crecimiento.

El Ayuntamiento acaba de anunciar que reforzará la seguridad de las unidades de barrio para evitar agresiones como la sufrida hace unos días en la sede del Casco Antiguo. ¿Tan mal está la cosa?

Hay que tener en cuenta que hay personas en situación de extrema vulnerabilidad o con patologías diversas que pueden sufrir brotes o situaciones de desesperación. Lo importante es estar preparados, prevenir y contar con las mejores herramientas para abordarlas bien.

¿Será suficiente con la contratación de vigilantes o la instalación de cámaras para garantizar la seguridad de los empleados de las unidades de barrio?

–Creo que es bueno atender a las y los profesionales. Necesitamos una combinación de cosas, como el botón del pánico, cámaras o personas de seguridad, pero también hay que mejorar la formación para atender estas situaciones, atención psicológica a profesionales, etc. Queremos abordar una actuación integral de acuerdo con las profesionales y Policía Municipal.

“No hay buen servicio público si las profesionales no tienen las condiciones adecuadas para desarrollar su trabajo”

Esta semana se han concentrado los trabajadores de las unidades de barrio, ¿qué le han transmitido?

La idea de una comisión de trabajo que aborde la problemática de manera integral va a ser una prioridad. No hay buen servicio público si sus profesionales no tienen las condiciones adecuadas para hacer bien su trabajo.

¿Qué prioridades se ha marcado para la legislatura?

Queremos reforzar muchísimo todo lo relacionado con la inserción en el empleo de las personas jóvenes en situación más vulnerable. Junto a la vivienda, este es uno de los aspectos fundamentales.

¿Podría ser más concreto?

Me refiero al refuerzo de los procesos de formación para el empleo y la inserción con las escuelas taller. Queremos crear un centro ocupacional, al que tengan acceso las personas que tienen más dificultades para acceder a un empleo. Los perfiles son gente joven y familias con necesidades. El otro gran reto es el refuerzo de todos los servicios para la atención de las personas mayores en situación de dependencia o discapacidad. El objetivo es que esas personas permanezcan en su entorno, que es lo que mayoritariamente desean, y que las residencias sean el último recurso.

“Los servicios sociales necesitan refuerzos; las problemáticas que abordan están en fase de crecimiento”

¿Cómo piensa hacerlo realidad?

Con un buen servicio de atención a domicilio, más amplio y más reforzado. Exige también una red de centros de día públicos. No hay ninguno en Pamplona y queremos poner en marcha varios centros de día entre esta legislatura y la que viene. Sin duda será un eje central, de la mano del Gobierno de Navarra, y todo lo que tiene que ver con el apoyo a las familias que cuidan de personas dependientes en su hogar.

Cuando habla de personas jóvenes sin empleo o de familias con necesidades, ¿qué cifras concretas maneja?

Depende de dónde se pongan los límites. Hay unas 200 personas en una situación de vulnerabilidad más extrema, que tienen que recurrir a albergues o pensiones a través de los servicios sociales municipales. Ese sería el eslabón más débil de toda la cadena, pero luego hay muchísimas familias y personas jóvenes que viven en habitaciones, en situaciones de hacinamiento, con necesidades de vivienda y empleo. Hay muchos grados diferentes como para dar una cifra concreta y a todos hay que atender. 

Txema Mauleón, representante de Contigo. Iban Aguinaga

El Ayuntamiento no tiene medios para hacerlo solo. Necesitarán al Gobierno de Navarra.

Efectivamente y estamos muy satisfechos de cómo van las cosas. Hemos mantenido varias reuniones con las consejeras de Vivienda (Begoña Alfaro) y de Derechos Sociales (Mari Carmen Maeztu), queremos estar también con el departamento de Educación para hablar de las becas comedor. La disposición es buenísima y el compromiso económico está siendo muy importante. En breve firmaremos varios convenios esenciales para mejorar la financiación del área de Acción Social del Ayuntamiento, lo que nos permitirá abordar mejor estas necesidades. 

En la pasada legislatura todo eran broncas entre ambas instituciones.

La colaboración es esencial, entre otras cosas porque buena parte de la financiación procede del Gobierno foral. En sentido contrario se puede afirmar con rotundidad que UPN ha perdido mucho dinero para el Ayuntamiento de Pamplona, para perjuicio de la ciudadanía, por esa mala relación con el Ejecutivo.

¿Ha tenido en cuenta el posible efecto llamada que puede producirse por el refuerzo de los servicios sociales en Pamplona?

Hay una cuestión esencial que queremos trabajar y es el ámbito comarcal, no solo en los aspectos sociales, en todos. Me gustaría que ciertos servicios fuéramos capaces de mancomunar con los ayuntamientos de la Comarca.

El nuevo equipo de gobierno ha situado entre sus prioridades a los ‘sintecho’. ¿Se notará en el Presupuesto que están elaborando?

Sin duda. Vamos a tener que reforzar el presupuesto de manera muy clara en ese capítulo. Creo que es importante que podamos lograr que en Pamplona no haya gente en la calle. Eso repercute en el bienestar para todos, comenzando por las personas que lo sufren.

¿Les queda mucho para tener cerrado el Presupuesto de este año?

No. En las próximas semanas tendremos el proyecto elaborado. El compromiso es tenerlo aprobado antes de que acabe marzo. 

No le estará resultando sencillo hacer valer sus posiciones siendo el único de su formación en la Junta de Gobierno Local.

En este escaso mes que llevamos estamos haciendo un gobierno muy colegiado. Un elemento positivo en esta nueva etapa de cambio es que todos los grupos hemos aprendido que acordar los elementos esenciales para la cuidad fortalece al equipo de Gobierno, mejora la gestión y evita discrepancias. Es evidente que somos formaciones diferentes y que no vamos a opinar igual en todo, pero ese gobierno colegiado de las tres fuerzas, y en el que está participando de forma muy natural el Partido Socialista en las conversaciones cotidianas, reduce las posibilidades de fricciones internas.   

¿Cómo está siendo esa convivencia entre EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin en un gobierno donde el PSN cuenta tanto?

Muy buena, porque hoy en día cualquier tipo de gestión pública es muy transversal.  

¿Consultan todo lo que deciden con el grupo municipal socialista?

Sí. Es un diálogo permanente y todas las grandes líneas de trabajo por supuesto que se las comunico. Esto es lo que no ha querido reconocer UPN, que no ha sabido construir mayorías. Cuando uno gobierna en minoría y no es capaz de llegar a acuerdos ejerce un gobierno autoritario.

¿Que le parece la gestión de coworkids?

Hacer actividades para los niños es positivo, pero lo que no me ha parecido positivo es el modelo. Creo que fue un error cómo se hizo todo el proceso. Se podían haber reforzado los programas públicos sin desmantelar la red de tejido social que existía en los barrios, que era un modelo a exportar en toda Navarra. UPN lo hizo por sectarismo político, así de claro, y decidió prescindir de un servicio esencial para la infancia más vulnerable. Nosotros queremos ir en sentido totalmente contrario.

¿Piensan recuperar los acuerdos con los equipos preventivos que Navarra Suma eliminó?

Es una responsabilidad del área de Acción Comunitaria, pero desde luego doy por hecho que se va a reforzar el servicio público y también que se va a reforzar la colaboración con los equipos comunitarios.

¿Han mejorado sus relaciones con los concejales de UPN?

Un poco sí van mejorando, aunque no todas van al mismo ritmo.

¿Se refiere a la exalcaldesa Cristina Ibarrola?

No quiero entrar en personalismos, pero confío en que todo el mundo termine de hacer el duelo más pronto que tarde. Hay varios concejales que están en una situación más educada, pero otros no. Creo que todos consideramos la pluralidad como un valor y si quieres a Pamplona no puedes obviar a la mitad de su población.

Visto cómo se han desarrollado los plenos y comisiones desde la moción de censura, ¿cree que seguirán por esta línea lo que resta de mandato?

Hay algunos que están haciendo un esfuerzo por plantear propuestas en positivo y me refiero en concreto al PP, pero me da pena ver iniciativas que sólo van a generar debates inflamados, como sucedió el otro día con los Caídos o con el eterno tema de la carta de capitalidad.

El otro día le vi muy indignado con la intervención del regionalista Juan José Echeverría sobre los caídos. Pues vaya preparándose, porque ha regresado con ganas.

UPN tiene dos discursos sobre esta cuestión y vimos el peor. De fondo era una apología del propio edificio, que no dejar de ser una apología de los asesinos del 36. Hay que hacer un debate ciudadano, tenemos un compromiso con las asociaciones. Es un edificio que nunca se ha usado para nada, que no tiene ningún interés turístico, que impide el desarrollo hacia esa parte de la ciudad y es un obstáculo para la conexión con Lezkairu y además, es una ofensa para las víctimas, que es lo esencial. Creo que el proceso de transformación cuando menos deje en pie mejor.   

¿Serán capaces de hacer algo con ese edificio?

Sobre todo me gustaría que pudiéramos consensuar el método de toma de decisiones. Nosotros siempre hemos defendido el desmantelamiento del edificio, nos parece que es la mejor de las opciones. Tenemos el acuerdo para transformar el edificio y hacerlo con un proceso participativo.

¿Ocurrirá en este mandato?

Confío en que sí, aunque también es cierto que tiene sus complejidades legales, como la catalogación del edificio, que esperemos que sean reversibles.