Hasta ahora era concejal especial y esta semana ha pasado a ser concejal delegado, en el puesto que correspondía a su compañero Koldo Martínez. ¿A qué se debe el cambio?

En realidad no ha cambiado mucho. Cuando vino el tsunami de la moción de censura tuvimos que tomar decisiones muy rápidamente, entre ellas el reparto de las áreas del futuro gobierno. En la mañana anterior a la rueda de prensa en la que se anunció la organización del equipo municipal se nos preguntó quién iba a ser el concejal delegado y quién iba a ser el concejal especial. En ese momento, sin tener mucho conocimiento de lo que suponía, decidimos que Koldo fuera el concejal delegado y yo el concejal especial, pero una vez aterrizados en el área hemos visto que era necesario organizarlo de otra manera. Geroa Bai tiene dos representantes y hay que optimizar los recursos.

Esta martes aseguró en la Comisión de Asuntos Ciudadanos que la idea había salido de su grupo municipal; que usted se encargará de la parte más institucional y Koldo Martínez, de la política.

Fue una idea que Geroa Bai propuso al equipo de Gobierno, que se entendió y se aceptó. Nada ha cambiado dentro del área. La concejalía delegada lleva aparejada el control de los expedientes y la firma de los mismos, hay que realizar una labor más administrativa que es la que yo voy a llevar a cabo a partir de ahora junto a la representación del área. Koldo seguirá siendo el portavoz de Geroa Bai en el Ayuntamiento.

UPN llegó a hablar de la primera crisis de gobierno.

Pueden hacer las insinuaciones que quieran. Esto es un juego político y hay que exprimir al máximo todo lo que pasa. Como tampoco les damos muchos motivos para hablar se tienen que detener en este tipo de cosas.

“Hay que tener una total confianza entre unos y otros y creo que se está generando y tejiendo cada día”

Tiene bajo su cargo un área que se denomina Promoción Económica, Proyección Europea, Innovación, Juventud y Cooperación al Desarrollo. Por nombres no será.

Koldo decía que era casi más largo que su segundo apellido –Urionabarrenetxea– (se ríe). Aunque parece que tiene temas muy diversos, existen muchas conexiones.

Con tantas competencias, ¿por dónde ha empezado?

Lo primero fue aterrizar en las áreas y ver lo que había. La transición no ha sido fácil. No hubo transmisión de información por parte del anterior del equipo de Gobierno y han sido los técnicos los que nos han dicho qué se estaba haciendo en el área.  

¿Qué prioridades tiene?

Tenemos un tercer Plan de Juventud que hay poner en marcha después de un año de retraso. Tenía que haber empezado a implementarse en 2023 y no se ha hecho. Vamos a sacar del cajón ese plan y queremos aplicar las medidas que contempla, medidas que por cierto fueron muy consensuadas con el tejido juvenil de la ciudad y con los agentes implicados. A parte de este plan, nos hemos encontrado con que la Casa de la Juventud tiene desde 2022 la prórroga terminada de su contrato lo que obliga a sacar unos nuevos pliegos.

“Tenemos un tercer Plan de Juventud que hay poner en marcha después de un año de retraso”

Su grupo municipal planteó recientemente una iniciativa para el fomento de la figura del pequeño comercio en propiedad. ¿Han dado algún paso en ese sentido?

Estamos trabajando en una propuesta para facilitar la transmisión de los comercios y que haya un relevo generacional. Ya hemos hablado con los comerciantes sobre la iniciativa. Puede ser interesante de cara al futuro. El comercio nos preocupa mucho y nos preocupa que no haya gente joven dispuesta a seguir los negocios.

Con alguna excepción, las iniciativas del equipo de Gobierno las han presentado de forma conjunta. ¿Va a ser una constante esta forma colegiada de la gestión municipal?

Espero que sí. Ya lo vimos con la presentación del Plan de Vivienda. Es que tiene que ser así al tratarse de materias transversales que afectan a diversas áreas.

¿Qué balance hace de estos casi dos meses de gobierno conjunto con EH Bildu y Contigo-Zurekin tras la moción de censura?

El balance es bueno. Salvo las discrepancias iniciales en cuanto al reparto de tarea, lo que era normal dado lo rápido que fue el cambio, he encontrado un ambiente muy colaborativo. Somos conscientes de que el Ayuntamiento no tienen que ser 'reinos de taifas' donde cada uno trabaje en sus áreas sin contar con los demás. Todo tiene que ser muy transversal; si nos ocultamos información el Ayuntamiento no funcionará. Hay que tener una total confianza entre unos y otros y creo que esa confianza se está generando y tejiendo cada día. Dentro del equipo de Gobierno trabajamos de forma muy sincera. Esto no surge de la nada, viene de un trabajo que se inició en la pasada legislatura y del bagaje de la gestión realizada entre 2015 y 2019. 

“Mientras no se descatalogue el monumento a los Caídos ahí no se puede mover ni un ladrillo”

A diferencia de entonces, el PSN resulta ahora fundamental con su apoyo desde fuera al tripartito. ¿Resulta fácil esa convivencia?

Esa confianza también hay que tejerla con el PSN. Para nosotros lo ideal sería que el PSN participara en las decisiones de gobierno. Esa puerta la tienen abierta para que den el paso cuando lo consideren. En 2015 Geroa Bai tomó la decisión de no asumir concejalías delegadas, pero sí de estar en la Junta de Gobierno. Ahora el PSN tiene un acuerdo con EH Bildu, pero nosotros tenemos un programa propio como equipo de Gobierno. El PSN no forma parte de él, aunque lo apoye en líneas generales, y se ha colocado en la oposición, no porque lo diga yo, sino porque lo han dicho ellos mismos constantemente. Me he encontrado un PSN propositivo y colaborativo, con ganas de cambiar Iruña. Ya se verá con el tiempo hasta dónde llegaremos.

En 2018 fue nombrado concejal delegado de Participación Ciudadana tras la expulsión de los representantes de Aranzadi. ¿Se parecen mucho los dos gobiernos?

Creo que son épocas bastantes diferentes. Estuve menos de un año en un momento muy delicado. Aquello sí que fue una crisis de gobierno. Éramos totalmente novatos en la gestión del gobierno municipal tras muchísimos años de mandatos de UPN. Había un montón de estructuras creadas que había que ir transformando poco a poco. El problema de aterrizar en un Ayuntamiento sin conocimiento es que terminas chocando con muchas paredes. En 2015 no éramos conscientes de las dificultades que podíamos tener y ahora hemos aterrizado de una forma diferente. 

Armendáriz, concejal delegado de Promoción Económica, Proyección Europea, Innovación, Juventud y Cooperación al Desarrollo Patxi Cascante

¿Podría ser un poco más concreto?

Veníamos con muchas ganas de cambio, un tsunami que se tradujo en cambios en las Alcaldías de Madrid y Barcelona a favor de las fuerzas progresistas y que también llegó a Pamplona. Creo que esas ganas de cambio nos llevó a tomar decisiones que trajeron consecuencias. Ahora no lo haríamos así.

¿Se refiere a la colocación de la ikurriña en uno de los mástiles del Ayuntamiento?

La ikurriña fue una de ellas, pero también podemos hablar de las escuelas infantiles. Se hizo un cambio drástico que igual tenía que haber sido más progresivo. Geroa Bai ya dijo en su momento que el cambio debe ser tranquilo. Aunque tengamos ganas de hacer muchas cosas, hay que saber canalizar esas ganas. La colocación de la ikurriña no fue una decisión de gobierno, fue de Alcaldía, pero la decisión sobre escuelas infantiles sí fue del gobierno. Posiblemente todos nos precipitamos.     

Suman 16 votos de 27. Es una mayoría muy solida.

Mucha más sólida de la que tuvimos en 2015. Recuerdo que no podíamos faltar a ninguna votación porque éramos 14. Nos da ahora más flexibilidad, pero esa mayoría hay que ganarla día a día.

¿Tan complicada resulta la transformación de los Caídos que Geroa Bai no tiene una posición definitiva sobre qué hacer con el monumento?

Tenemos posturas diferentes. En su momento apoyamos el concurso de ideas y un proceso participativo con la ciudadanía y las asociaciones, lo que todavía no se ha dado. Tiene que haber un debate social, pero hay que recordar que mientras no se descatalogue el edificio ahí no se puede mover ni un ladrillo.

¿Por qué opción se decanta: transformación o demolición?

(Se lo piensa) He fluido mucho entre una y otra, pero últimamente me he posicionado más a favor de la resignificación, aunque entiendo a los que abogan por la demolición.