“Somos libreros muy vocacionales, pero no podemos mantener el proyecto así. Cuando cierra una librería, pierde la ciudad. Desaparece un espacio cultural, de debate y de intercambio de opiniones”, lamenta Manu Barceló, socio de la librería Ménades, ubicada en la calle San Gregorio desde noviembre de 2018, que a finales de septiembre bajará la persiana para siempre.
El negocio cierra por motivos económicos porque “aunque movemos bastantes libros, el margen de beneficios que deja cada ejemplar es muy pequeño. El 30%”, detalla. Además, la larga lista de pagos (impuesto de autónomos, alquiler del local, distribuidores…) han hecho “mella” en la capacidad de ahorro de la librería. “Era prácticamente nula. Es muy amargo y muy duro, pero no quedaba otra. Si no, íbamos a generar un agujero”, insiste.
Hasta el sábado 21 de septiembre, venderán libros con un 5% de descuento (el máximo que se permite por ley, excepto en ferias). La librería estaba especializada en ensayos de historia, sobre todo antigua, y en ciencia ficción y terror. “Teníamos un nicho importante”, recuerda.
Ménades no era “únicamente un espacio de venta de libros” porque en su interior se celebraban presentaciones. “Era un espacio que dinamizaba la ciudad”, destaca.
La librería agradece los seis años que les han brindado la clientela fiel, “los grandes nombres” que han presentado sus obras en el local de la calle San Gregorio (Emma Southon, Agripina; Alana Portero, La habitación de las ahogadas; Francesc Capdevila, dibujante Max) y los autores de la tierra: Nerea Aguado, Marta Castaño, Ismael Martínez Biurrun, Miguel Sánchez-Ostiz, Agustín Ferrer, Carlos Bassas, Patxi Irurzun… “A los navarros les guardamos un cariño especial. Ha sido una maravilla ”.
Pilar Escalada y Manu Barceló levantaron la persiana de la librería Ménades, situada en el local de la antigua Auzolan, en noviembre de 2018. En verano, Pilar se embarcó en otro proyecto y Manu, guionista de profesión, buscará trabajo en el sector audiovisual.