Los bares del Casco Viejo de Pamplona tendrán que disponer de la doble puerta con vestíbulo estanco para 2025
El 1 de enero entra en vigor la norma aprobada en 2016 / Se calcula que deben cumplirla 210 negocios del Casco Histórico
Los bares del Casco Viejo de Pamplona tienen de plazo hasta enero de 2025 para adecuar sus locales a lo recogido por el Plan Especial de Reforma Interior (PEPRI) que desde el 1 de enero les obliga a contar con vestíbulo estanco para el acceso del público, con absorción acústica y dos puertas que, salvo casos justificados, no podrán colocarse enfrentadas. Es una medida para evitar ruido ambiental en la calle y que se recogía en la aprobación definitiva del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Antiguo (PEPRI). En esa zona de la ciudad hay alrededor de 210 locales de hostelería (bares, cafeterías, restaurantes, bares especiales, etc.).
Relacionadas
Aunque la normativa entró en vigor en 2017, tras una tramitación de más de un año, con un proceso participativo en el que se recogieron propuestas de asociaciones de hostelería y comerciantes y de asociaciones vecinales, Disposición Transitoria de esta regulación posponía alguna de las medidas en el tiempo, como es el caso de la doble puerta con vestíbulo estanco. Se recoge en esta disposición que, cuando la construcción del departamento estanco sea incompatible con el grado de protección del local o edificio, o el Ayuntamiento reconozca, excepcionalmente, una especial dificultad, se considerarán otras soluciones que permitan el mayor grado posible de adecuación efectiva, como puedan ser las relativas al horario de funcionamiento o a la ausencia de instalación musical.
Uno de los objetivos de esta modificación del PEPRI del Casco Antiguo era mejorar la convivencia equilibrada en el barrio, de acuerdo a sus características y escala física, entre el comercio, hostelería y vivienda, de forma que se asegure la pervivencia de los valores patrimoniales y urbanos y reducir las molestias por ruidos y suciedad. En la modificación del PEPRI se establecieron una serie de medidas específicas para las actividades de hostelería entre las que se regulaban superficies máximas, distancias entre establecimientos, superficie útil de público destinada de manera permanente a mesas y sillas, además de otras de carácter constructivo, como la instalación de limitador-registrador musical o el departamento estanco con absorción acústica. La Disposición Transitoria difería algunas medidas en el tiempo, como la obligación de que en cafeterías al menos el 50% de la superficie útil de público se destinase de manera permanente a zona de mesas y sillas, que entró en vigor el 1 de enero de 2020 y la de la doble puerta que entra en vigor el 1 de enero. El Ayuntamiento ya ha exigido el cumplimiento de la norma a todos los locales abiertos desde la aprobación del PEPRI (bares, bares especiales y cafés espectáculos, discotecas y salas de fiestas y cafeterías, no así restaurantes, que no está obligados) y los que han hecho alguna reforma desde entonces. También los bares especiales, para tener la consideración de tales, han debido contar con vestíbulo estanco, como discotecas y salas de fiestas.
“En enero haremos el repaso”
El concejal delegado de Gobierno Estratégico, Joxe Abaurrea, explicó que “de momento, quienes no pongan la doble puerta tendrán que justificar la imposibilidad de hacerlo y se valorarán caso a caso siguiendo” y añadió que no se sabe con exactitud cuántos quedan por adaptarse a la normativa: “A partir del 1 de enero haremos el repaso”, pero “entiendo que se valorarán adecuadamente todas las justificaciones con criterios técnicos”.
Echando una vista por el Casco Viejo se puede comprobar que quedan locales, sobre todo bares, que no han acomodado sus accesos, aunque también en muchos casos son negocios que no tienen música o no funcionan de noche. Otros bares, en cambio, llevan años con la doble puerta. Amaiur Feliu, del Mesón de Nabarreria, recuerda, por ejemplo, que en el Mesón ya colocaron la doble puerta “en 2008”, y que disponen también del sonómetro CESVA, que registra de forma continua los decibelios del bar.
En el Bar Kantxa, Txus Pellicer ya se encontró la obra hecha hace cuatro años, cuando cogió el local. “Aquí, además, tenemos doble puerta en cada uno de los dos accesos”, una reforma que, si bien comprenden, sale cara y “claro que te quita metros”, sobre todo en pequeños locales como éste, de apenas 70 m2. “En nuestro caso, además, para mantener la estética de madera del Kantxa, te gastas un dineral”. Tiene que sustituir una puerta y de 400-500 euros “no bajará”, dice.
Temas
Más en Pamplona
-
Un pincho en favor de Adacen, propuesta de 24 establecimientos para la 'escalerica' sanferminera
-
El Ayuntamiento de Pamplona inicia los pasos para terminar el paseo Anelier en la Rochapea
-
El Mercado del Ensanche, aula del Basque Culinary Center
-
La nueva primavera del parque de la Taconera de Pamplona