El Ayuntamiento de Pamplona ha resuelto la convocatoria de subvenciones, en régimen de concurrencia competitiva, para entidades culturales y artísticas que lleven a cabo iniciativas que expresan su inquietud artística y contribuyen al desarrollo de la cultura en la ciudad. En total, se han beneficiado de estas ayudas 44 entidades sin ánimo de lucro que trabajan por la promoción y difusión de la cultura, y que programan y/o realizan actividades culturales y artísticas. La convocatoria ha repartido 345.000 euros.

Al referirse a actividades de promoción y difusión de la cultura, la convocatoria hace referencia a festivales, recitales, ciclos, encuentros y/o certámenes de artes escénicas; ciclos y/o encuentros de música; jornadas, talleres; festivales y ciclos de conferencias, proyecciones audiovisuales y cinefórums; proyectos de investigación, intervención, o difusión cultural que fomenten la conservación y divulgación del patrimonio histórico, material e inmaterial de la ciudad; actividades de promoción del libro, la lectura y la literatura, en cualquiera de sus especialidades y soportes; y cualquier otra actividad que pueda ser considerada de carácter cultural y artístico, exceptuando la edición.

La convocatoria cuenta con tres categorías, en función del presupuesto de los proyectos y actividades presentadas y, por tanto, del importe que cada entidad puede recibir. Trece entidades han obtenido una ayuda de más de 12.000 euros en la categoría C1, dieciséis entidades han logrado entre 5.000 y 12.000 euros y, por último, quince entidades se han llevado cada una ayuda de hasta 5.000 euros. Cada entidad podía presentar una única propuesta que debía incluir el proyecto con las actividades que se realizaban.

Esta convocatoria, ha informado el Ayuntamiento, busca el desarrollo de proyectos e iniciativas culturales y artísticas, estimulando la creación, producción, divulgación, conservación y gestión de la cultura local, su libre expresión y diversidad, su acercamiento a la ciudadanía, la profesionalización de los trabajadores y las trabajadoras culturales, las buenas prácticas en la gestión y la proyección de artistas y agentes culturales; así como el mantenimiento de las estructuras de gestión de las entidades que impulsan dichos proyectos, contribuyendo a desarrollar una economía de la cultura.