Medio centenar de vestidos de segunda mano buscan novia. Son trajes ya utilizados en su día, que fueron testigos de momentos inolvidables (aunque eso no deja de ser un suponer), de risas y de lágrimas de emoción. Vestidos nupciales que protagonizaron valses y cortes de tarta delante de invitados y que lanzaron ramos al aire.
Traperos de Emaús ha puesto en marcha una gran venta especial de vestidos de novia, con la idea de dar una segunda oportunidad a estos trajes tan especiales que pueden llegar a costar miles de euros y que, en la mayoría de las ocasiones, nunca vuelven a utilizarse. Pero, además, en el mercadillo también hay trajes de novio, y de madrina, y de padrino, indumentarias de ceremonia para invitados e invitadas y hasta trajes de primera comunión. Y complementos, como algún velo, horquillas de gala y peinetas, bolsos... Los locales de Triki Traku, en la calle Río Arga 36-38, están de celebración, y nunca mejor dicho. Un oportunidad para conseguir un vestido para casarse por 50 euros.
Rakel Irizibar coordina el mercadillo Triki Traku de la Rochapea, como los otros rastros de Traperos. Pamplonesa de 36 años, lleva diez en Traperos de Emaús y en los últimos cinco ha asumido además la dirección de los puntos de venta. Acaba de montar con las compañeras de Triki Traku este mercadillo especial, en el que, según explica, llevaban ya un tiempo trabajando. “Vestidos de novia y comunión hemos puesto siempre a la venta en los rastros, pero, al no disponer de muchos, no tenían demasiado éxito porque la gente no podía elegir. Al final, acabábamos vendiéndolos para disfraces antes de que fueran a la basura”.
Por eso se les ocurrió “guardar los que nos iban llegando durante una temporada y montar una gran venta especial para que la gente que tenga por delante este tipo de celebraciones pueda encontrar una prenda que le vaya bien”. Son modelos que tienen que encajar, porque, obviamente, no hay más que una talla de cada uno, pero pueden resultar interesantes, sobre todo por el precio: en torno a 50 euros la mayoría. “Son trajes caros, que cuesta venderlos, pero también comprarlos nuevos”. Los de comunión están a 20-25 euros. Una ganga, vamos.
La gran boda trapera
En el mercadillo de la calle Río Arga habrá unos 100 trajes en total, la mitad de novia, pero también de invitados/as de todo tipo. Y hay en torno a una veintena de trajes de primera comunión, algunos con la etiqueta y todo, “que recibimos de una tienda que cerró”, indica.
Entre los vestidos nupciales, Irizibar comenta que los hay “de todos los tipos y épocas”. Algunos con encaje, tipo vintage; otros de grandes mangas farol, más ochenteros; y los hay de los 90 y actuales, “en buen estado” y en los colores tradicionales, el marfil y el blanco. Como curiosidad, añade que “muchas veces, cuando hemos vendido trajes de novia, suelen ser para mujeres que se van a casar en África”, ya que a la gente de Pamplona “no hemos conseguido convencerle. ¡A ver si lo logramos ahora!”. Y más curiosidades: “Sí que tenemos clientes, diseñadores también, que compran trajes de novia, los tunean. los confeccionan de nuevo y los vuelven a vender, que también es una idea maravillosa”.
¿Qué hay detrás de esta venta de boda?
Rakel afirma que “siempre intentamos llegar al consumidor para que compre de segunda mano, que reutilice también en sus celebraciones”. En la mayoría de los casos son vestidos que están impecables, porque precisamente solo se han usado una vez. Se trata de reutilizar, pero también está la idea de “no comprar tanto, de comprar menos”, porque, en definitiva, “ahorraremos materiales y procesos y generaremos menos residuos”.
Los vestidos son tratados, arreglados y limpiados por el personal, y llegan impecables a la percha. En Traperos “seleccionamos, preparamos y recuperamos piezas con historias y les damos otra oportunidad. Son prendas especiales que además atesoran historias”. “Hay trajes bastante majicos”, dice, aunque algunos antiguos “llevan tanto tiempo guardados que llegan apolillados”. Pide a la gente “que se anime, porque con algunos arreglos puede tener un buen vestido”. Las prendas, sobre todo las de novia, provienen de los contenedores de ropa y de recogidas domiciliarias, aunque también “de tiendas que han ido cerrando o las descatalogan”. Y ¡ojo! hay varios que están sin estrenar. Triki Traku abre de lunes a viernes, de 10 a 13.30 y de 16.30 a 19.30, y los sábados, solo de mañana.