La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pamplona se ha propuesto desbloquear de una vez el problema de las goteras de la Estación de Autobuses y quiere que las obras de reparación se inicien ya este mismo verano, después de San Fermín. El inicio de la reforma pondría punto final a un larguísimo litigio que los tribunales resolvieron en 2019 en favor del Ayuntamiento, haciendo responsable de las filtraciones a la concesionaria, la UTE Estación de Autobuses.
El concejal delegado de Proyectos Estratégicos y Conservación Urbana, Borja Izagirre, señaló que la intervención para solucionar las goteras de Autobuses se ha convertido en un “proyecto de ciudad” para el Equipo de Gobierno actual, porque “la estación es una de las entradas más importantes de Pamplona y no podíamos dar esa imagen”. El área de Proyectos Estratégicos “ha mantenido varias reuniones con la UTE concesionaria, y, de manera cordial, además”, una vez que la sentencia determinó su responsabilidad. Añadió que en estos momentos “tenemos un proyecto básico, al que los servicios de jardines y proyectos le han dado el visto bueno” y añadió que “ellos nos han propuesto distintas alternativas, y hemos elegido la mejor y la más costosa, que nos garantizará que no haya filtraciones en el futuro”.
La semana pasada, la Junta de Gobierno aprobó dar un plazo de “un mes” a la UTE Estación de Autobuses de Pamplona para la presentación de “un Proyecto Ejecutivo para la ejecución de obras de rehabilitación integral del sistema de impermeabilización de la cubierta ajardinada -parcialmente pavimentada- del edificio de la Estación de Autobuses de Pamplona”.
El requerimiento se ha realizado tras presentar la UTE el pasado 20 de enero el proyecto básico exigido por el Ayuntamiento. Analizado por el servicio de aparcamientos, concesiones y vados, este concluye que el proyecto “cumple con lo exigible a un proyecto básico referido a una rehabilitación integral de impermeabilización”, y se considera que la solución planteada es la apropiada para “solucionar los problemas existentes”.
Añade que el presupuesto de ejecución material estimado es de 3.051.753,78 euros, si bien el área de Conservación Urbana propone aspectos de mejora. Así, se recoge que “no cumple la profundidad mínima requerida para alojamiento de tuberías de riego (profundidad mínima de 50 cm), proponiendo un espesor de 30 cm de sustrato”. En este sentido, “si bien el espesor propuesto garantiza la viabilidad de la pradera a establecer, genera dudas sobre la capacidad de alojamiento de los sectores de riego de la pradera”. Además, se pide a la UTE que determine “las fases de ejecución en un cronograma”.
Competencia de la concesionaria
Como se recordará, la responsabilidad de subsanar las deficiencias de la Estación de Autobuses ya fue dirimida en los tribunales. En noviembre del año pasado, la Junta de Gobierno desestimó el recurso de reposición interpuesto por la empresa adjudicataria, instándole a presentar un proyecto básico para ejecución de obras de rehabilitación integral del sistema de impermeabilización de la cubierta ajardinada del edificio, cuyo plazo terminó el 20 de enero de 2025.
Las obras están pendientes de ejecución desde que el TSJN dictaminara en 2019 que los trabajos son competencia de la concesionaria, que, además, deberá asumir el gasto.
El fallo del TSJN recogía que la cubierta del edificio presenta importantes filtraciones debidas a una mala ejecución de la obra, imputable a los agentes que intervinieron en la edificación, y no a la solución constructiva elegida en el proyecto municipal. Dictamina expresamente que no consta ni proyecto elaborado por el Ayuntamiento ni orden para el modelo de impermeabilización de la cubierta.
Por el contrario, mantiene que la determinación del proyecto y su modificación, para colocar el sistema flotante de impermeabilización, fueron redactadas por la UTE adjudicataria.
Es esa sentencia la que también abordaba la cuestión técnica, valorando que el sistema elegido por la concesionaria de la obra fue el de láminas impermeables adheridas, no soldadas, de manera que no existe continuidad material en las uniones realizadas en la obra.
Este sistema no resultó adecuado, según dictaminó el perito, por la importante superficie afectada y el alto riesgo de ejecución defectuosa: “La ejecución no alcanzó la calidad exigida y se produjo una inadecuada colocación”. La consecuencia, las filtraciones.
La historia:
- Hace más de diez años. Las filtraciones se han detectado desde hace más de 10 años, y generan importantes goteras en el interior cuando llueve con intensidad, pese a las reparaciones parciales realizadas. Por ello, es necesaria una rehabilitación integral que garantice la eliminación completa de entradas de agua. Los servicios técnicos municipales ya han evaluado la viabilidad de las obras que proponía la concesionaria, con las citadas precisiones.
- En 2005. Mediante Acuerdo de JOB de 14 de junio de 2005 se adjudicó a la UTE Construcciones Azpíroz y Saralegui SL/GEA 21 SA, abreviadamente UTE Estación de Autobuses de Pamplona la cocnesión de la obra pública consistente en la ejecución de la obra de la estación.
- Desde 2015. Esta infraestructura presenta patología de filtraciones más o menos severas que conforme se han ido agravando se han ido estudiando y registrando y han sido objeto de diferentes requerimientos por parte del Ayuntamiento.
- 2018, recurso de la UTE. Interpuesto un recurso por la UTE donde pretendía que se declarara la responsabilidad patrimonial por las filtraciones, se dicta sentencia nº 303/2018 de 19 de septiembre de 2018 que determina que se debe solucionar la impermeabilización existente, que no resulta idónea la construida.
- En 2019. Se dicta sentencia en apelación nº 37/2019 de 15 febrero de 2019 dictada por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJN en el procedimiento 449/2018 que desestima el recurso de apelación interpuesto por la UTE Estación de Autobuses de Pamplona y exonera de responsabilidad al Ayuntamiento de Pamplona en los defectos constructivos de la obra.