El mítico Café Torino, lugar de encuentro de muchos pamploneses en la Plaza del Castillo durante el siglo XX, se vio condenado a bajar las persianas en 1971, en un adiós que parecía ser un “hasta siempre”. Sin embargo, de la mano de Laba Elkartea, renace el Torino Berria, un lugar de encuentro que pretende ser el txoko del euskera en el corazón de Pamplona.
En la esquina entre La Perla y el Windsor se encuentra Laba, un colectivo que nació en 2022 con la intención de fomentar el euskera y la cultura euskaldun en Navarra. Al hilo de este propósito de dar cabida al euskera en todos los ámbitos de la sociedad, nació la iniciativa de impulsar el uso del euskera en la hostelería, sobre todo entre la gente joven. El antiguo local del que disponía Laba, lugar donde se encontraba el mítico Café Torino, se fusiona ahora con el Windsor Pub, para crear el Torino Berria. Y qué mejor lugar que la Plaza del Castillo, corazón de la ciudad, para reivindicar que el euskera también puede ser el corazón de esta tierra y su gente.
De la idea a la ejecución
Para que el euskera forme parte de la vida del que será el nuevo Torino Berria, lo que fue una primera idea de integrar la lengua vasca en el bar, ha acabado involucrando a la Fundación Ilundáin y al Servicio Navarro de Empleo en una formación de hostelería íntegra en euskera, con compromiso de contratación, que instruirá a personas de la Comunidad Foral en servicios de barra y sala, atención al cliente y elaboraciones culinarias de vanguardia. A lo largo de dos meses, desde el 28 de abril al 30 de junio, con sesiones de cinco horas diarias, el alumnado inscrito a la formación adquirirá habilidades reales en preparación de aperitivos, protocolo de servicio y normativa de seguridad alimentaria. Todo esto, 100% en euskera. Todavía quedan plazas libres y los protagonistas de esta aventura hacen un llamamiento a que quien quiera una titulación en hostelería y en euskera no deje pasar la oportunidad.
Carlos Jiménez forma parte de Laba. Es labakide, como él mismo se autodenomina. “En nuestra tierra, hace 150 años, todo el mundo sabía euskera. Ha sido la reciente globalización la que ha hecho que se perdiera poco a poco esta lengua entre nuestra gente. Nosotros, desde Laba, creemos que el euskera, nuestra lengua, debe tener su sitio en todos los espacios, y por supuesto, en la hostelería también”, señala. “Cuando quisimos empezar con el proyecto, hablando con profesionales del sector hostelero, nos dimos cuenta de que Navarra, y Pamplona en este caso, carecía de hosteleros formados en euskera y que esto ocurría por dos razones: por una parte, porque la gente de los bares y los propios trabajadores del negocio acaban dirigiéndose casi siempre en castellano, y por otra parte, porque cuando los hosteleros quieren contratar gente con formación en euskera, no la encuentran”, explica.
De esta manera, al no tener la capacidad de realizar una formación en hostelería, contactaron con la Fundación Ilundáin, entidad social con más de 40 años de experiencia en la atención, formación e inserción sociolaboral de jóvenes en Navarra. Leticia Romeo es la directora de los programas de formación y capacitación para el empleo de la fundación. “Organizamos la formación según los servicios que se iban a ofrecer en este nuevo bar. Lo que teníamos claro era que las personas que hicieran esta formación, tanto como si querían trabajar en el Torino Berria como en otros negocios hosteleros, lograran una titulación oficial. De esta manera, hemos organizado una formación que no fuese muy larga en tiempo ni en horas, pero que sí formara a las personas para este tipo de servicios de hostelería que se iban a ofrecer en este nuevo negocio”, aclara.
Con compromiso de contratación
Esta formación, gestionada íntegramente por el Servicio Navarro de Empleo, tiene compromiso de contratación, es decir, un porcentaje alto de las personas que realicen el curso trabajarán en el nuevo Torino Berria. “Ojalá todos los que hagan la formación acaben con nosotros”, apunta el futuro gerente del bar, Joseba Zabala. “Alrededor de 18 personas trabajarán en el negocio, y después de la formación, nos van a interesar estos perfiles que tengan titulación en hostelería en euskera”, añade. El bar estará abierto durante todos los horarios de consumo. “Abriremos de nueve de la mañana a once de la noche entre semana, y en fines de semana alargaremos un poco más. Daremos desayunos, aperitivos y pintxos, comidas, meriendas y cenas, incluso las copas y cócteles posteriores”, explica Zabala.
El bar comenzará su andadura el 1 de septiembre, y actualmente se encuentra en obras para acondicionar el interior a los servicios que ofrecerá a la población. Será un lugar de encuentro para gente euskaldun, un txoko en el que el euskera tenga la presencia que se merece. Un modelo de negocio que “ojalá sea ejemplo y esto vaya a más, con más espacios donde tenga cabida el euskera”, coinciden los protagonistas de la iniciativa. “Jalgi hadi plazara” rezaba el primer libro publicado en su totalidad en euskera allá por el año 1545 de la mano de Bernat Etchepare. Llevemos el euskera a la plaza.